Crean el primer cerebro de laboratorio
Los investigadores austriacos lograron el desarrollo del tejido cerebral mediante la simulación de las condiciones fisiológicas del útero materno en un birreactor. Las células cultivadas se agruparon en pocos meses de la misma manera que lo hacen las células durante la gestación del embrión. Los pequeños cerebros autónomos mostraban un desarrollo de las capas neuronales de la corteza cerebral y el hipocampo equivalente al del cerebro de un feto de nueve semanas.
La funcionalidad de los minicerebros fue probada por dichos científicos al desarrollar paralelamente cerebros con patologías. Las células madre sanas fueron sustituidas en el cultivo por células procedentes de un paciente con microcefalia (cerebro más pequeño de lo normal) que provocaron un anormal desarrollo del órgano. Los cerebros han sobrevivido durante un año pero no han sufrido desarrollo alguno en ese tiempo. Los científicos lo atribuyen a la falta de un sistema circulatorio que nutra el órgano.
Esta pionera ingeniería del cerebro podría arrojar nuevas luces sobre el funcionamiento del elemento más complejo de la anatomía humana y el desencadenante de multitud de enfermedades.
Las Redes del Cerebro:
Estudiando el cerebro con técnicas de Resonancia Magnética por difusión, científicos estadounidenses han obtenido una imagen más clara de lo habitual de nuestro órgano pensante que revela que las grandes rutas cerebrales forman una estructura de redes ordenadas en tres dimensiones. El resultado permitirá leer las "coordenadas" el cerebro como quien interpreta un mapa.
Los Caminos del Cableado Cerebral:
El cerebro cuenta con dos tipos de tejido: la materia gris, formada por células nerviosas con funciones específicas, y la materia blanca, formada por fibras o cables que se conectan entre sí. La trayectoria de esta maraña “cableado” nervioso resultaba hasta ahora difícil de analizar. Sin embargo, Van Weeden y sus colegas de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard han demostrado que se organizan geométricamente de un modo sorprendentemente simple. En concreto, en los primates las fibras se cruzan de forma ordenada formando redes rectangulares, con fibras en paralelo y fibras perpendiculares.
Mallas Rectangulares
Las fibras nerviosas se cruzan de forma ordenada formando redes rectangulares, con fibras en paralelo y fibras perpendiculares. De este modo dibujan un sistema natural de coordenadas que permitiría leer el cerebro como quien interpreta un mapa. Los nuevos datos ayudarán a construir un atlas de conexiones cerebrales para entender cómo trabaja nuestro órgano pensante.La aparente simpleza de la geometría que da forma al cerebro de los primates es la que ha permitido su evolución y desarrollo, según concluyen a partir de las nuevas imágenes Van Weeden y sus colegas de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard en el último número de la revista Science.