Se inauguró la planta para producir antibióticos contra la tuberculosis
Martes 27 de
Marzo 2018
En el norte de la ciudad, el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Santa Fe suma una ala de 700 metros cuadrados. Los fármacos que se producirán no solo cubrirán la demanda de la provincia, también serán claves para el sistema de salud nacional.
El laboratorio público de medicamentos de Santa Fe acaba de dar un paso estratégico: inauguró una nueva planta de 700 metros cuadrados para producir los fármacos que se utilizan en el tratamiento de la tuberculosis, una vieja enfermedad —la gran plaga blanca en la Europa del siglo XVII— que lleva más de 10.000 años afectando a los seres humanos.
La obra demandó una inversión de 45 millones de pesos, de los cuales $ 25 millones fueron aportados por el gobierno provincial y los $ 20 restantes, por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, en el marco del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), a través de un consorcio público-público con la Universidad Nacional del Litoral (UNL). De la inauguración participó el gobernador Miguel Lifschitz y la ministra de Salud Andrea Uboldi.
En el acto, Lifschitz afirmó que “hay pocos laboratorios públicos en la Argentina‘ y que ‘los medicamentos siempre han sido un negocio privado; lo saben muy bien los que están en el área de la salud”, remarcó. “El problema de los medicamentos como negocio es el altísimo costo. Dentro de los presupuestos de salud, después de los recursos humanos y del gasto en el personal, están los medicamentos como gran sector de inversión en los presupuestos públicos y también privados”, agregó.
Por su parte, la ministra de Salud, aseguró que el hecho de que “contemos con producción pública de medicamentos tuberculostáticos nos pone en un lugar altísimo. Este no es un medicamento que se pueda comprar en la farmacia y su faltante hace que mucha gente no pueda curarse”.
Producción local
La planta es de comprimidos generales —lo que implica que se van a poder producir otros medicamentos— pero que se gestó con el proyecto de elaborar los antibióticos que necesitan los pacientes con tuberculosis (el año pasado se detectaron 569 casos).
En la primeros dos meses, la enfermedad se suele tratar, en general, con la triple asociación (un comprimido que incluye rifampicina + isoniacida + pirazinamida) y etambutol. Y en los cuatro meses restantes, los médicos suelen recetar la doble asociación (rifampicina + isoniacida) y etambutol. Todos estos fármacos los va a producir el LIF en la ciudad.
Como el tratamiento es largo y requiere mucha constancia de parte de los pacientes, es importante contar con los medicamentos que lo simplifican, como la triple asociación, que en un solo comprimido suma tres antibióticos.
Entre finales de 2015 y durante el 2016, además, el Ministerio de Salud nacional tuvo dificultades para abastecer a las provincias —entre ellas a Santa Fe— de la triple asociación y de etambutol, lo que generó complicaciones en los tratamientos.
Cuando la planta del LIF esté funcionando a pleno, va a ser sencillo abastecer la demanda provincial —por la escala de la planta—, pero el objetivo de fondo es convertirse en un proveedor central del sistema nacional de salud, como sucede en otros antibióticos y analgésicos.
Las obras
Desde el LIF explicaron que el proyecto tuvo como objetivo el desarrollo farmacotécnico de cinco especialidades tuberculostáticas de primera línea de tratamiento, para lo cual se crearon y pusieron en funcionamiento:
— Un laboratorio de desarrollo de técnicas analíticas relacionadas en el ámbito de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (UNL).
— Un laboratorio de caracterización de sólidos pulverulentos farmacéuticos, en la Facultad de Ingeniería Química (UNL).
— Una planta de desarrollo farmacotécnico (la que se acaba de inaugurar), que cuenta con una balanza y peachímetro, un titulador, un equipo polarímetro y rotación óptica y dos agitadores. También con una blistera, un detector de metales para comprimidos, un comprimidor rotativo y una mezcladora de doble cono.
“Santa Fe es parte de un modelo de salud, de un plan de desarrollo de la salud pública, de garantía de derechos y de prestación de servicios. Santa Fe hoy puede mostrar un modelo distinto al resto de las provincias y al que se propone nacionalmente. Es un modelo que funciona hace años y avanza con nueva infraestructura, mejorando la calidad de la atención médica y armonizando la red de salud para garantizar el acceso igualitario”, finalizó el gobernador al resaltar la importancia de la nueva planta que inauguró.
Como el tratamiento es largo y requiere mucha constancia de parte de los pacientes, es importante contar con los medicamentos que lo simplifican, como la triple asociación, que en un solo comprimido suma tres antibióticos.
La obra demandó una inversión de 45 millones de pesos, de los cuales $ 25 millones fueron aportados por el gobierno provincial y los $ 20 restantes, por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, en el marco del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), a través de un consorcio público-público con la Universidad Nacional del Litoral (UNL). De la inauguración participó el gobernador Miguel Lifschitz y la ministra de Salud Andrea Uboldi.
En el acto, Lifschitz afirmó que “hay pocos laboratorios públicos en la Argentina‘ y que ‘los medicamentos siempre han sido un negocio privado; lo saben muy bien los que están en el área de la salud”, remarcó. “El problema de los medicamentos como negocio es el altísimo costo. Dentro de los presupuestos de salud, después de los recursos humanos y del gasto en el personal, están los medicamentos como gran sector de inversión en los presupuestos públicos y también privados”, agregó.
Por su parte, la ministra de Salud, aseguró que el hecho de que “contemos con producción pública de medicamentos tuberculostáticos nos pone en un lugar altísimo. Este no es un medicamento que se pueda comprar en la farmacia y su faltante hace que mucha gente no pueda curarse”.
Producción local
La planta es de comprimidos generales —lo que implica que se van a poder producir otros medicamentos— pero que se gestó con el proyecto de elaborar los antibióticos que necesitan los pacientes con tuberculosis (el año pasado se detectaron 569 casos).
En la primeros dos meses, la enfermedad se suele tratar, en general, con la triple asociación (un comprimido que incluye rifampicina + isoniacida + pirazinamida) y etambutol. Y en los cuatro meses restantes, los médicos suelen recetar la doble asociación (rifampicina + isoniacida) y etambutol. Todos estos fármacos los va a producir el LIF en la ciudad.
Como el tratamiento es largo y requiere mucha constancia de parte de los pacientes, es importante contar con los medicamentos que lo simplifican, como la triple asociación, que en un solo comprimido suma tres antibióticos.
Entre finales de 2015 y durante el 2016, además, el Ministerio de Salud nacional tuvo dificultades para abastecer a las provincias —entre ellas a Santa Fe— de la triple asociación y de etambutol, lo que generó complicaciones en los tratamientos.
Cuando la planta del LIF esté funcionando a pleno, va a ser sencillo abastecer la demanda provincial —por la escala de la planta—, pero el objetivo de fondo es convertirse en un proveedor central del sistema nacional de salud, como sucede en otros antibióticos y analgésicos.
Las obras
Desde el LIF explicaron que el proyecto tuvo como objetivo el desarrollo farmacotécnico de cinco especialidades tuberculostáticas de primera línea de tratamiento, para lo cual se crearon y pusieron en funcionamiento:
— Un laboratorio de desarrollo de técnicas analíticas relacionadas en el ámbito de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (UNL).
— Un laboratorio de caracterización de sólidos pulverulentos farmacéuticos, en la Facultad de Ingeniería Química (UNL).
— Una planta de desarrollo farmacotécnico (la que se acaba de inaugurar), que cuenta con una balanza y peachímetro, un titulador, un equipo polarímetro y rotación óptica y dos agitadores. También con una blistera, un detector de metales para comprimidos, un comprimidor rotativo y una mezcladora de doble cono.
“Santa Fe es parte de un modelo de salud, de un plan de desarrollo de la salud pública, de garantía de derechos y de prestación de servicios. Santa Fe hoy puede mostrar un modelo distinto al resto de las provincias y al que se propone nacionalmente. Es un modelo que funciona hace años y avanza con nueva infraestructura, mejorando la calidad de la atención médica y armonizando la red de salud para garantizar el acceso igualitario”, finalizó el gobernador al resaltar la importancia de la nueva planta que inauguró.
Como el tratamiento es largo y requiere mucha constancia de parte de los pacientes, es importante contar con los medicamentos que lo simplifican, como la triple asociación, que en un solo comprimido suma tres antibióticos.
Con información de
ellitoral