Las otras amebas: Los cuatro géneros que hay en el ambiente
Jueves 22 de
Febrero 2018
Todas producen problemas clínicamente similares.
El país se conmovió ante el caso del nene de 8 años que murió por una meningoencefalitis amebiana primaria (MAP) provocada por el parásito Naegleria fowleri, también conocido como la "ameba asesina" o "ameba come cerebros". Se infectó en la laguna Mar Chiquita, entre la ciudad de Junín y General Arenales.
Según lo informado a Clarín por Sixto Raúl Costamagna, expresidente de la Asociación Parasitológica Argentina y referente en el tema, se trata de solo uno de los géneros existentes dentro de las "amebas de vida libre", que se encuentran ampliamente distribuidas en la naturaleza.
Todas están en el medio ambiente: en la tierra, el aire, aguas tratadas para consumo, agua de mar o lagos de aguas termales. Afectan principalmente los ojos y el sistema nervioso central. "Todas producen problemas similares, clínicamente son parecidas", dice Costamagna, y agrega que existen cuatro géneros.
1) Naegleria
Se describieron más de 30 especies dentro de este género. Solo una afecta al hombre: Naegleria fowleri. Se la conoce como la "ameba asesina" o "ameba come cerebros".
El primer caso de meningitis fatal atribuido a Naegleria data de 1965, descripto por Fowler y Carter, en Australia.
En Argentina, el primer caso y uno caso registrado fue el que se detectó en un niño de 8 años, en la ciudad bonaerense de General Arenales, en febrero de 2017. El nene falleció en menos de una semana.
2) Acanthamoeba
Se describieron más de 30 especies y 14 genotipos. "Solo 6 o 7 afectan al hombre. Acá en La Pampa tenemos tres que están circulando", señala Costamagna.
El primer aislamiento data de 1913, se realizó a partir de una muestra de polvo. En 1958 se descubre su poder patógeno, durante el desarrollo de la vacuna contra la poliomielitis. En 1972 se registra el primer caso encefalitis claramente atribuido a este género. Y en 1974 se reporte el primer caso de queratitis por Acanthamoeba.
"Produce encefalitis pero, también, la mayoría de las veces produce queratitis. Se come la córnea. Hay 160 casos de queratitis que llevamos atendidos en el Hospital de Santa Lucía. Muchos han terminado en trasplante de córnea. También hay gente ciega", dice Costamagna. No conoce ningún caso que haya terminado en muerte.
Suele estar en las piletas, tanto públicas como privadas, descubiertas o techadas. "La encontramos en el 70% de las piletas estudiadas. Están en la baba que se junta. Entra por los tubos de aire y la gente la trae en los pies, la ropa o el pelo", señala el experto.
Sin embargo, pide "no sembrar pánico por la pileta", porque cuando uno sale a la calle, está en la tierra, y si hay viento se pega en el ojo. "Si alguien usa lentes de contacto, puede quedar entre la lente y la cornea", señala. Remarca la importancia de la buena higiene: lavar y desinfectar con alcohol los estuches y comprar los líquidos en potes chicos, para que no se contaminen.
3) Balamuthia
"Hay muy pocos casos", dice Costamagna. Este género agrupa a una sola especie, que es patógena para el ser humano y animales: Balamuthia mandrillaris.
El primer caso de infección en el hombre por Balamuthia mandrillaris fue documentado en 1991 en un paciente con SIDA.
En 2012 hubo un caso fatal de infección por B. mandrillaris en un niño de 22 meses de edad, oriundo de la provincia de Santiago del Estero. Sin embargo, la familia cree que se infectó en Corrientes. "Se supone que podría haber sido en los Esteros del Iberá. Por la temperatura y por el tipo de lugar sería una laguna adecuada para que se hubiese pescado la infección", dice Costamagna.
La información sobre la fuente de infección es escasa y no se conoce con certeza cuál es la vía de entrada al organismo. Balamuthia ha sido aislada de la tierra, por lo que la manipulación de la misma o la inhalación de quistes podrían ser una fuente de infección. El agua también podría actuar como vehículo para su transmisión.
La ameba puede ingresar al organismo por cortes en la piel, y de allí por diseminación hematógena llegar hasta el sistema nervioso central, o bien ingresar a través del epitelio nasal al ser aspirada.
4) Sappinia
Este género comprende sólo dos especies: Sappinia diploidea y Sappinia pedata. En 2001 se publicó el primer y único caso de infección humana causada por S. diploidea, que afectó a un hombre de 38 años, no argentino.
Las especies pertenecientes a este género se han aislado de la tierra, de las heces de lagartos , alces, bisontes y de ganado vacuno, por lo que los clasifica como coprozoicos.
Según lo informado a Clarín por Sixto Raúl Costamagna, expresidente de la Asociación Parasitológica Argentina y referente en el tema, se trata de solo uno de los géneros existentes dentro de las "amebas de vida libre", que se encuentran ampliamente distribuidas en la naturaleza.
Todas están en el medio ambiente: en la tierra, el aire, aguas tratadas para consumo, agua de mar o lagos de aguas termales. Afectan principalmente los ojos y el sistema nervioso central. "Todas producen problemas similares, clínicamente son parecidas", dice Costamagna, y agrega que existen cuatro géneros.
1) Naegleria
Se describieron más de 30 especies dentro de este género. Solo una afecta al hombre: Naegleria fowleri. Se la conoce como la "ameba asesina" o "ameba come cerebros".
El primer caso de meningitis fatal atribuido a Naegleria data de 1965, descripto por Fowler y Carter, en Australia.
En Argentina, el primer caso y uno caso registrado fue el que se detectó en un niño de 8 años, en la ciudad bonaerense de General Arenales, en febrero de 2017. El nene falleció en menos de una semana.
2) Acanthamoeba
Se describieron más de 30 especies y 14 genotipos. "Solo 6 o 7 afectan al hombre. Acá en La Pampa tenemos tres que están circulando", señala Costamagna.
El primer aislamiento data de 1913, se realizó a partir de una muestra de polvo. En 1958 se descubre su poder patógeno, durante el desarrollo de la vacuna contra la poliomielitis. En 1972 se registra el primer caso encefalitis claramente atribuido a este género. Y en 1974 se reporte el primer caso de queratitis por Acanthamoeba.
"Produce encefalitis pero, también, la mayoría de las veces produce queratitis. Se come la córnea. Hay 160 casos de queratitis que llevamos atendidos en el Hospital de Santa Lucía. Muchos han terminado en trasplante de córnea. También hay gente ciega", dice Costamagna. No conoce ningún caso que haya terminado en muerte.
Suele estar en las piletas, tanto públicas como privadas, descubiertas o techadas. "La encontramos en el 70% de las piletas estudiadas. Están en la baba que se junta. Entra por los tubos de aire y la gente la trae en los pies, la ropa o el pelo", señala el experto.
Sin embargo, pide "no sembrar pánico por la pileta", porque cuando uno sale a la calle, está en la tierra, y si hay viento se pega en el ojo. "Si alguien usa lentes de contacto, puede quedar entre la lente y la cornea", señala. Remarca la importancia de la buena higiene: lavar y desinfectar con alcohol los estuches y comprar los líquidos en potes chicos, para que no se contaminen.
3) Balamuthia
"Hay muy pocos casos", dice Costamagna. Este género agrupa a una sola especie, que es patógena para el ser humano y animales: Balamuthia mandrillaris.
El primer caso de infección en el hombre por Balamuthia mandrillaris fue documentado en 1991 en un paciente con SIDA.
En 2012 hubo un caso fatal de infección por B. mandrillaris en un niño de 22 meses de edad, oriundo de la provincia de Santiago del Estero. Sin embargo, la familia cree que se infectó en Corrientes. "Se supone que podría haber sido en los Esteros del Iberá. Por la temperatura y por el tipo de lugar sería una laguna adecuada para que se hubiese pescado la infección", dice Costamagna.
La información sobre la fuente de infección es escasa y no se conoce con certeza cuál es la vía de entrada al organismo. Balamuthia ha sido aislada de la tierra, por lo que la manipulación de la misma o la inhalación de quistes podrían ser una fuente de infección. El agua también podría actuar como vehículo para su transmisión.
La ameba puede ingresar al organismo por cortes en la piel, y de allí por diseminación hematógena llegar hasta el sistema nervioso central, o bien ingresar a través del epitelio nasal al ser aspirada.
4) Sappinia
Este género comprende sólo dos especies: Sappinia diploidea y Sappinia pedata. En 2001 se publicó el primer y único caso de infección humana causada por S. diploidea, que afectó a un hombre de 38 años, no argentino.
Las especies pertenecientes a este género se han aislado de la tierra, de las heces de lagartos , alces, bisontes y de ganado vacuno, por lo que los clasifica como coprozoicos.
Con información de
clarin
