Escándalo institucional en la provincia de Santa Fe
Te escribo para contarte lo que considero un verdadero escándalo institucional que afectaría la división de poderes y la independencia del Poder Judicial en la provincia de Santa Fe.
El escándalo alcanza, en principio, a Luis Rubeo, Presidente de la Cámara de Diputados a partir de que un camarista expresó que -Rubeo- “interviene en un proceso judicial instando una resolución determinada, interesándose en el resultado del litigio”.
El Dr. Sebastían Creus de la Cámara de Apelación en lo Penal, Sala Segunda, dijo: “no puedo dejar de realizar algunas reflexiones sobre el escrito agregado a fs. 50 y siguientes del incidente, donde el Señor Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe, plantea al Señor Presidente de esta Cámara una serie de objeciones, manifestaciones y un pedido expreso, sobre el auto interlocutorio recurrido”.
Luego, el Sr. Juez justificó que no se influyó sobre su voto en el marco de una causa que tiene dirigentes procesados por la misma justicia provincial, diciendo: “Subjetivamente, entonces, el escrito mencionado no es para mi algo que influya en la decisión”.
También, el magistrado exteriorizó su opinión sobre el deber del juez y los gaje del oficio. Además, parece pretender anticiparse a lo que podría generar su decisorio y parece aclarar que su decisión no es producto de la afinidad política, corruptela u otras cuestiones: “Personalmente, no se me escapa que el asunto en discusión ha tenido trascendencia pública, exteriorizándose manifestaciones de todo tipo por parte de personas que representan los intereses en juego. Lo tomo casi como un gaje del oficio que no me impide razonar sobre la base de la ley y la constitución, y acostumbrado a recibir críticas, algunas de ellas hasta insultantes, no me ha obstaculizado tomar la decisión. En mi caso particular se que el destino del Juez es ser repudiado (aún cuando no comete errores -porque también lo hacemos y deberían corregirse sólo por vía recursiva-) ya que está obligado a decidir entre dos posiciones; la que pierde, nunca es satisfecha, y no siempre los involucrados tienen la prudencia de entender que una decisión negativa no es -en términos generales- el producto de inquina, odio, afinidad política, corruptela, sino de la obligación funcional y el leal saber y entender. Menos aún, en estas épocas tan críticas para el sistema de justicia”.
Finalmente, el Juez Creus habló desde el punto de vista objetivo: “Pero, desde un punto de vista objetivo, el Señor Presidente de la Cámara de Diputados alude a que la decisión impugnada supone una grave lesión a la “vida institucional de nuestra provincia, en resguardo de una vida democrática y republicana de división de poderes y respeto institucional entre los mismos”, para luego, decir que se involucra (sic) en el conflicto y dice que corresponde se declare la nulidad de la resolución en crisis. Tales expresiones, objetivamente, implican que una autoridad de otro poder, que no representa a ninguna parte en este proceso, interviene en un proceso judicial instando una resolución determinada, interesándose en el resultado del litigio. Por tales motivos es posible pensar que estas conductas sean interpretadas a un nivel institucional vinculado a las relaciones entre el Poder Judicial y el Poder Legislativo”.
En consecuencia, -dice el excelentísimo Juez- y a los efectos de cumplir lo establecido en el artículo 92 inciso 1º, eventualmente también en lo ordenado por el artículo 93 inciso 6º, de la Constitución de la Provincia de Santa Fe, deben extraerse copias del presente incidente y remitirse a la Excma. Corte Suprema a sus efectos".
Un verdadero escándalo que explota, ahora, en manos de la Corte.
Sobre los Diputados Luis Rubeo y Leandro Busatto ya pesa una denuncia penal por “tráfico de influencias” (leer nota anterior).
Aleteo mis alas por el escalofrío que me representa releer esta líneas.
En fin, nada.