Sarampión: la enfermedad que regresó una noche
Jueves 26 de
Febrero 2015
Pasaron más de 13 años desde que se registró la última transmisión endémica de este mal en América. A comienzos de 2015, con los primeros casos en los parques de Disney, la afección ya se extendió a 17 estados y a otros países de la región. Expertos ponen el tema en contexto
Este año, el sarampión volvió a ser noticia luego de hacerse presente en dos sitios con realidades contrastadas: el parque temático Disneylandia en California, Estados Unidos y en los campamentos de desplazados en Nigeria que huyeron de Boko Haram. Las diferencias entre ambos escenarios son muchas. En uno, las personas luchan por sobrevivir y tienen dificultades para recibir atención sanitaria; el otro es un parque de diversiones del primer mundo donde las personas pueden pagar opciones de cuidado médico en lo que se refiere a una enfermedad prevenible con una vacuna.
Según el relevamiento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), desde el 1 de enero de 2015, el brote actual de sarampión en Estados Unidos afectó a más de 150 personas y se ha extendido a 17 estados y al Distrito de Columbia. Además, pareciera cobrar dimensión regional luego de que se reportaran unos 8 casos sospechosos en Canadá y uno en México, todos vinculados con viajes a Disneylandia. La mayoría de los afectados serían personas que no habían sido vacunadas.
Sarampión en América
De acuerdo a estimaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este brote se habría iniciado a partir de un viajero que se infectó con el sarampión en el extranjero, y luego visitó el parque de atracciones durante el período de contagio aunque, hasta el momento, no se ha identificado la fuente de este brote. La edad de los pacientes oscila de menos de 12 meses a 59 años. "El genotipo identificado en el brote de Disney es el B3, que es también el responsable de un gran brote en las Filipinas en 2014, que afectó a unas 58 mil personas y causó 110 muertes", indicó la doctora Lilian Testón, médica infectóloga del Departamento de Epidemiología de FUNCEI.
Por otra parte, al menos una veintena de casos recientes de sarampión fueron reportados en Brasil que constituyen la continuidad de un brote que se inició en marzo de 2013 y acumula un total de 971 personas afectadas en el Distrito Federal y otros nueve estados.
En Canadá, las autoridades sanitarias están investigando dos brotes de sarampión no relacionados entre sí. Uno de ellos fue informado el 3 de febrero de 2015 en la provincia de Quebec. Corresponde a ocho casos sospechosos de sarampión vinculados al brote en California.
Los afectados son miembros de una misma familia que no fueron vacunados por razones religiosas. El otro brote fue informado el 2 de febrero de 2015 en Toronto, provincia de Ontario, que consta de cuatro casos de sarampión confirmados por laboratorio que corresponden a dos menores de 2 años y dos adultos de diferentes familias. Hasta el momento, no se ha identificado la fuente ni tampoco se ha encontrado un nexo entre los casos. Se está llevando a cabo el seguimiento de contactos expuestos.
ARGENTINA NO PRESENTA CASOS AUTÓCTONOS DESDE EL AÑO 2000
"Sin embargo, en el año 2010, luego del Campeonato Mundial de Futbol de Sudáfrica, se registraron 2 casos importados y, posteriormente, otros 15 casos relacionados con la importación que fueron adquiridos en el país. En el año 2011 se registraron dos casos relacionados a la importación en El Bolsón y otro en Santa Fe, sin registrarse casos secundarios", detalló Testón.
De acuerdo al Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (PRONACEI) de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de Nación, nuestro país presenta una situación de alto riesgo de propagación de la enfermedad ante el posible ingreso de casos de sarampión importados. "Durante 2014 se ha acumulado un grupo de 700 mil niños susceptibles a esta infección. Por este motivo se desarrolló la campaña de vacunación que tenía como objetivo inmunizar a todos los niños de 1 a 4 años inclusive. A ellos se les administró una dosis extra de dos vacunas: una contra el sarampión y la rubéola, y la otra contra la poliomielitis para seguir manteniendo a la Argentina libre de estas afecciones", completó la infectóloga.
El jefe del Programa de Inmunizaciones de la OMS, Cuauhtemoc Ruiz, destacó que los brotes recientes "son motivo de preocupación porque indican brechas en la inmunización que podrían permitir que el sarampión y otras enfermedades prevenibles por vacunas se afianzaran nuevamente y empiecen a propagarse en nuestro hemisferio". La vacuna contra el sarampión se utilizó durante más de 50 años y "probó ser segura y eficaz" ya que a nivel mundial "evitó unas 15,6 millones de muertes entre 2000 y 2013".
Para los "antivacunas" también
Según el doctor Tom Frieden, director del CDC, el incremento de casos en los últimos años, ha venido acompañado de un aumento del número de padres que deciden no inmunizar a sus hijos por los supuestos efectos adversos que algunos especialistas atribuyen a las vacunas. El movimiento "antivacunas" tomó fuerza en Estados Unidos luego de que el doctor Adrew Wakefiekd publicara en The Lancet un fraudulento estudio en el que vinculaba a la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y paperas) con el autismo. Aunque las investigaciones médicas posteriores demostraron que Wakefield (quien perdió su licencia de médico) carecía de base científica, el daño ya estaba hecho.
Antes y después de viajar
La OPS recomienda a la comunidad médica que todo viajero mayor de 6 meses de edad que no pueda mostrar prueba de vacunación o inmunidad, que, al menos dos semanas antes de partir a áreas donde se ha documentado la transmisión de sarampión reciba la vacuna triple viral (sarampión, parotiditis y rubéola).
Las personas que pueden considerarse inmunes al sarampión y la rubéola son aquellas que cuentan con documentación que confirma que han recibido alguna vacuna o quienes cuentan con confirmación por laboratorio de inmunidad (anticuerpos IgG específicos para el sarampión y la rubéola).
"Si los viajeros sospechan que a su regreso tienen sarampión o rubéola, deben ponerse en contacto con su servicio de atención médica. Si presentó síntomas como fiebre, erupción en la piel, dolor en las articulaciones, conjuntivitis y ganglios inflamados, se recomienda informar al médico sobre su viaje", detalló la especialista.
Con información de
infobae
