Ricardo Lorenzetti volvió a denunciar a sus colegas de la Corte y personalizó sus críticas contra Maqueda
Por:
Hernan Capiello
Viernes 27 de
Diciembre 2024
Habló de "despedida con claudicaciones" para el cordobés, que deja este viernes el cargo al cumplir 75 años; fue por la designación de una secretaria de Jurisprudencia en el máximo tribunal
El juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti volvió a la carga en contra de sus colegas, a los que acusó de forzar la jubilación de un secretario de Jurisprudencia y designar en paralelo a otra funcionaria en su lugar. Lorenzetti volcó las críticas en una disidencia en la que apuntó sobre el juez Juan Carlos Maqueda, que deja este viernes el tribunal.
“No hay ejemplaridad cuando un juez pretende designar un secretario de la Corte Suprema la última semana en que se retira del tribunal. Esa decisión, y otras que he mencionado en disidencias anteriores, muestra una despedida con claudicaciones que sorprende. Un triste final”, escribió Lorenzetti, en referencia a Maqueda, que deja la Corte Suprema al cumplir 75 años y no contar con un nuevo acuerdo del Senado. No tuvo oportunidad de pedirlo, ya que el Gobierno postuló a un candidato en su lugar.
La semana pasada, a raíz de otras dos decisiones administrativas, Lorenzetti criticó duramente a sus colegas: dijo que buscaban condicionar la llegada de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla a la Corte y que estaban movidos por su ambición de poder. Lorenzetti apadrina la candidatura de Lijo.
Ahora, la decisión que determinó la disidencia fue la designación de Silvina Marta Oubel, para desempeñarse como secretaria de Jurisprudencia a partir del momento del cese en sus funciones de Miguel Federico De Lorenzo, que ocupa ese cargo y alcanzó la edad jubilatoria. La decisión cuestionada fue firmada por Horacio Rosatti, Maqueda y Carlos Rosenkrantz.
Lorenzetti, en su disidencia, narró que De Lorenzo fue citado de urgencia el 23 de diciembre para que preste su conformidad para ser reemplazado y, como se negó, designaron a alguien en paralelo hasta que se jubile.
“‘He sentido vergüenza ajena…' es lo que escribió el Dr. Maqueda en su furiosa carta pública mediante la cual pidió la renuncia del Dr. Nazareno [Julio], dando inicio al juicio político de sus colegas, en junio de 2003″, recordó Lorenzetti, que aclaró que los jueces Enrique Petracchi y Carlos Fayt se negaron a pedir la renuncia y promover el desplazamiento de sus colegas, y prefirieron redactar disidencias jurídicas, como la suya.
En ese sentido, Lorenzetti, para fundamentar su propio planteo, afirmó que dar a entender que estas disidencias “son peleas internas solo pretende ocultar la importancia de un debate jurídico relevante”, que implica “examinar la corrección de las normas de organización institucional”.
Planteó como preguntas si “respetar la voluntad popular de austeridad” es “solo aplicable a los demás” o si hay que “respetar el funcionamiento democrático que exige el consenso” de un tribunal colegiado o “vaciarlo de contenido real delegando las decisiones a funcionarios controlables por uno de los miembros de ese cuerpo”, en referencia a Rosatti.
Y siguió preguntándose si deben existir concursos o designaciones “discrecionales” y “favorecer a aquellos que tienen amistad con quien los designa” o se debe “respetar la igualdad de oportunidades”. Por eso, sostuvo que “es innegable que se crea un contexto de presión sobre una persona para que adopte decisiones, lo que, además, es una falta de respeto a los secretarios de Corte”.
“No hay razón alguna para cubrir un cargo que no está vacante, en forma urgente y entre Navidad y Año Nuevo. La invocación referida a asegurar la transición es inexistente, ya que, en el supuesto de vacancia, se puede designar en forma inmediata al sustituto”, dijo
Lorenzetti mencionó que “no es una decisión ejemplar”. Y abundó, en referencia a Maqueda, que “tampoco hay ejemplaridad cuando un juez pretende designar un secretario de la Corte Suprema la última semana en que se retira del tribunal. Esa decisión, y otras que he mencionado en disidencias anteriores, muestra una despedida con claudicaciones que sorprende. Un triste final”.
El párrafo pareció aludir a los discursos pronunciados en el reciente homenaje a Maqueda, donde se destacó su ejemplaridad como magistrado al punto que –dijo Rosatti– va a dejar la Corte “por la puerta grande”. Este lunes, Rosatti volvió a llenar de elogios a Maqueda durante una entrevista con LN+. “Es una gran pérdida para la Justicia. Fue un gran juez, un hombre de mucho sentido común”, afirmó.
A la hora de destacarlo, Rosatti invocó a Carlos Reutemann, quien fue su jefe político en Santa Fe, con una frase que pareció destinada a la interna del tribunal. “La carrera del funcionario público de alto rango, el presidente, vice, el diputado, senador, el juez, el ministro de la Corte, se mete en ese laberinto. En ese laberinto hay notoriedad, prestigio, puede haber tentaciones, descrédito, escraches, condenas Cuando uno mira el laberinto desde arriba, parece fácil salir. Cuando uno está dentro del laberinto, es difícil. Y yo he visto a mucha gente en la función pública que se ha quedado adentro del laberinto y no ha podido salir”.
Lorenzetti, que presidió la Corte durante una década, dijo que estas decisiones son “opacas, sin transparencia, sin concursos, [se producen] en las fiestas de fin de año para que no se note, es algo que representa un verdadero descenso de los criterios de calidad institucional adoptados por este tribunal en mejores épocas”.
Fuentes ligadas a la mayoría de la Corte rechazaron las acusaciones de Lorenzetti, señalando que De Lorenzo inició los trámites para jubilarse, y enumeraron decisiones similares del juez cuando presidía el máximo tribunal
“No hay ejemplaridad cuando un juez pretende designar un secretario de la Corte Suprema la última semana en que se retira del tribunal. Esa decisión, y otras que he mencionado en disidencias anteriores, muestra una despedida con claudicaciones que sorprende. Un triste final”, escribió Lorenzetti, en referencia a Maqueda, que deja la Corte Suprema al cumplir 75 años y no contar con un nuevo acuerdo del Senado. No tuvo oportunidad de pedirlo, ya que el Gobierno postuló a un candidato en su lugar.
La semana pasada, a raíz de otras dos decisiones administrativas, Lorenzetti criticó duramente a sus colegas: dijo que buscaban condicionar la llegada de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla a la Corte y que estaban movidos por su ambición de poder. Lorenzetti apadrina la candidatura de Lijo.
Ahora, la decisión que determinó la disidencia fue la designación de Silvina Marta Oubel, para desempeñarse como secretaria de Jurisprudencia a partir del momento del cese en sus funciones de Miguel Federico De Lorenzo, que ocupa ese cargo y alcanzó la edad jubilatoria. La decisión cuestionada fue firmada por Horacio Rosatti, Maqueda y Carlos Rosenkrantz.
Lorenzetti, en su disidencia, narró que De Lorenzo fue citado de urgencia el 23 de diciembre para que preste su conformidad para ser reemplazado y, como se negó, designaron a alguien en paralelo hasta que se jubile.
“‘He sentido vergüenza ajena…' es lo que escribió el Dr. Maqueda en su furiosa carta pública mediante la cual pidió la renuncia del Dr. Nazareno [Julio], dando inicio al juicio político de sus colegas, en junio de 2003″, recordó Lorenzetti, que aclaró que los jueces Enrique Petracchi y Carlos Fayt se negaron a pedir la renuncia y promover el desplazamiento de sus colegas, y prefirieron redactar disidencias jurídicas, como la suya.
En ese sentido, Lorenzetti, para fundamentar su propio planteo, afirmó que dar a entender que estas disidencias “son peleas internas solo pretende ocultar la importancia de un debate jurídico relevante”, que implica “examinar la corrección de las normas de organización institucional”.
Planteó como preguntas si “respetar la voluntad popular de austeridad” es “solo aplicable a los demás” o si hay que “respetar el funcionamiento democrático que exige el consenso” de un tribunal colegiado o “vaciarlo de contenido real delegando las decisiones a funcionarios controlables por uno de los miembros de ese cuerpo”, en referencia a Rosatti.
Y siguió preguntándose si deben existir concursos o designaciones “discrecionales” y “favorecer a aquellos que tienen amistad con quien los designa” o se debe “respetar la igualdad de oportunidades”. Por eso, sostuvo que “es innegable que se crea un contexto de presión sobre una persona para que adopte decisiones, lo que, además, es una falta de respeto a los secretarios de Corte”.
“No hay razón alguna para cubrir un cargo que no está vacante, en forma urgente y entre Navidad y Año Nuevo. La invocación referida a asegurar la transición es inexistente, ya que, en el supuesto de vacancia, se puede designar en forma inmediata al sustituto”, dijo
Lorenzetti mencionó que “no es una decisión ejemplar”. Y abundó, en referencia a Maqueda, que “tampoco hay ejemplaridad cuando un juez pretende designar un secretario de la Corte Suprema la última semana en que se retira del tribunal. Esa decisión, y otras que he mencionado en disidencias anteriores, muestra una despedida con claudicaciones que sorprende. Un triste final”.
El párrafo pareció aludir a los discursos pronunciados en el reciente homenaje a Maqueda, donde se destacó su ejemplaridad como magistrado al punto que –dijo Rosatti– va a dejar la Corte “por la puerta grande”. Este lunes, Rosatti volvió a llenar de elogios a Maqueda durante una entrevista con LN+. “Es una gran pérdida para la Justicia. Fue un gran juez, un hombre de mucho sentido común”, afirmó.
A la hora de destacarlo, Rosatti invocó a Carlos Reutemann, quien fue su jefe político en Santa Fe, con una frase que pareció destinada a la interna del tribunal. “La carrera del funcionario público de alto rango, el presidente, vice, el diputado, senador, el juez, el ministro de la Corte, se mete en ese laberinto. En ese laberinto hay notoriedad, prestigio, puede haber tentaciones, descrédito, escraches, condenas Cuando uno mira el laberinto desde arriba, parece fácil salir. Cuando uno está dentro del laberinto, es difícil. Y yo he visto a mucha gente en la función pública que se ha quedado adentro del laberinto y no ha podido salir”.
Lorenzetti, que presidió la Corte durante una década, dijo que estas decisiones son “opacas, sin transparencia, sin concursos, [se producen] en las fiestas de fin de año para que no se note, es algo que representa un verdadero descenso de los criterios de calidad institucional adoptados por este tribunal en mejores épocas”.
Fuentes ligadas a la mayoría de la Corte rechazaron las acusaciones de Lorenzetti, señalando que De Lorenzo inició los trámites para jubilarse, y enumeraron decisiones similares del juez cuando presidía el máximo tribunal
