''Hay margen para apreciar'': las definiciones sobre el dólar de Martín Vauthier y Federico Furiase, dos asesores muy cercanos del ministro Luis Caputo
Viernes 13 de
Diciembre 2024
Los economistas analizaron el primer año de gestión del Gobierno y sus proyecciones para 2025; ratificaron la regla fiscal y plantearon que el cepo se va a eliminar ''en capas''
“Para nosotros, hay margen para la apreciación, dado que se hacen los deberes monetarios y fiscales”, sostuvo Federico Furiase, director del Banco Central y uno de los asesores más cercanos al ministro Luis Caputo, quien ratificó el esquema cambiario en curso, pronosticó una salida del cepo “en capas” y descartó una devaluación.
“Es importante el ancla fiscal, y la novedad es que está apoyada por el Presidente, con todo el equipo detrás de ese ancla fiscal. Eso permite que el BCRA haya comprado US$20.000 millones de reservas y que el Tesoro acumule reservas en pesos en torno a $11 billones. Y ese orden macroeconómico va generando que el paso del tiempo juegue a favor”, agregó Furiase, al ponderar la baja de la brecha cambiaria y la caída de la tasa de inflación.
Fue en una presentación realizada junto a su colega Martín Vauthier, director del BICE y otro de los integrantes de la mesa chica de Caputo, en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), donde ambos son docentes.
“Esta es la primera vez en muchísimas décadas donde el problema del déficit se encara con un programa diseñado para resolverlo de forma permanente. Y tiene un componente que muchas veces no se tiene en consideración, y es que el principal garante es el Presidente. Eso es inédito en la historia”, sostuvo Vauthier, al destacar “el compromiso de la política” con el equilibrio fiscal.
“Al haber eliminado la razón de gran parte de las crisis que tuvo la Argentina en su historia, creemos que esta estabilización que hemos logrado es sostenible en el tiempo”, agregó el economista, que trabajó junto a Furiase en Anker, la consultora económica fundada por Caputo, y antes en Eco Go, la firma liderada por Marina Dal Poggetto.
En ese sentido, ratificó que el equilibrio fiscal se mantendrá en 2025 y confirmó la proyección de crecimiento del 5% que el Gobierno planteó en su proyecto de presupuesto. “Es una proyección razonable. Uno trata de ser conservador. Este año va a dejar un arrastre positivo en la zona del 2%”, sostuvo Vauthier.
Un punto central de la discusión económica actual se vincula con el nivel del tipo de cambio real, los controles de capitales y la apreciación de 2024, luego de la devaluación de diciembre. En ese punto, Furiase negó problemas de corto plazo y planteó que “la apreciación frente a Estados Unidos se estabilizó”, dado que “la inflación mensual está convergiendo al ritmo del crawling peg del dólar oficial más la inflación estadounidense”.
“Si miramos a precios de octubre de 2024, estamos por encima del promedio del tipo de cambio de la convertibilidad, que fue de $750, con pisos en $680. Es decir, en los años de la Convertibilidad tuvimos un tipo de cambio real más apreciado que hoy”, sostuvo Furiase.
El economista planteó que “hay síntomas de apreciación no forzada y endógena”, vinculada al programa de consolidación fiscal y el plan de “emisión cero”. “Hay conexión entre orden fiscal y tipo de cambio real de equilibrio. Para nosotros, hay margen de apreciación. Los bonos subieron de 20 a 70. Y esa mejora en el costo del capital tiene que ver con la evolución de la economía y con que el tipo de cambio no es el mismo que había en 2023″, ratificó el analista.
A su vez, insistió en que el Gobierno no devaluará la moneda nuevamente. “Cualquier problema de competitividad no se resuelve con una devaluación. En la Argentina solo provoca caída del salario y termina siendo un ajuste del sector externo por caída del nivel de importaciones. No es una ganancia de competitividad genuina”, dijo Furiase.
A su vez, se refirió a posibles dificultades para algunos sectores productivos, que pierden competitividad externa dada la evolución del tipo de cambio. El economista sostuvo que diariamente monitorean “todos los riesgos”, enumeró los “shocks negativos” que vivieron en el año (“No pasó la ley Bases, nos quisieron golpear por las jubilaciones o la ley de Financiamiento Educativo, la tasa de Estados Unidos pasó de 3,5% a 4,5%, la soja cayó mucho y el real brasileño se está depreciando”) y agregó: “Este modelo cierra generando competitividad con baja de inflación y del costo de capital. Y en una tercera fase, esta apreciación cambiaria [hay que] compatibilizarla con baja de impuestos. Ese es el camino para resolver las tensiones micro”.
Ese planteo fue ratificado por Vauthier, quien destacó el saldo superavitario proyectado para la balanza energética como un “cambio estructural” de la macroeconomía. “Creemos que un país con una macro ordenada, sin regulaciones, trámites y costos innecesarios también genera que el país sea más competitivo. Y es difícil exportar en un país que no es competitivo y con una economía cerrada. Para exportar, también hay que importar y no hay factor que frene más las exportaciones que cerrar la economía”, sostuvo el economista, y agregó: “Las pymes iban a estar mucho más preocupadas por las restricciones al comercio que por las restricciones en la cuenta financiera, y hoy las restricciones al comercio prácticamente no existen, no hay discrecionalidad en la administración de importaciones, no hay que pedir permisos a un funcionario, el acceso a divisas es previsible y los plazos son mucho más cortos que los que había en diciembre”.
Por último, Furiase se refirió a los controles de capitales y la eventual salida del cepo cambiario, que tanto Milei como Caputo ratificaron para 2025. “Más allá de cuándo, es importante entender las condiciones que se tienen que dar y por qué está diseñado así. El objetivo es que, cuando se salga, no haya ninguna tensión y evitar afectar este proceso de desinflación y crecimiento. Se avanzó en todos los frentes, y donde queda trabajo es en tener un BCRA más capitalizado en términos de reservas líquidas. Se compraron US$20.000 millones, y el problema es que arrancamos con US$12.000 negativas, y se tuvieron que hacer pagos de obligaciones. Ahí es lo que nos falta para avanzar en salir del cepo sin tensión”.
“Es importante el ancla fiscal, y la novedad es que está apoyada por el Presidente, con todo el equipo detrás de ese ancla fiscal. Eso permite que el BCRA haya comprado US$20.000 millones de reservas y que el Tesoro acumule reservas en pesos en torno a $11 billones. Y ese orden macroeconómico va generando que el paso del tiempo juegue a favor”, agregó Furiase, al ponderar la baja de la brecha cambiaria y la caída de la tasa de inflación.
Fue en una presentación realizada junto a su colega Martín Vauthier, director del BICE y otro de los integrantes de la mesa chica de Caputo, en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), donde ambos son docentes.
“Esta es la primera vez en muchísimas décadas donde el problema del déficit se encara con un programa diseñado para resolverlo de forma permanente. Y tiene un componente que muchas veces no se tiene en consideración, y es que el principal garante es el Presidente. Eso es inédito en la historia”, sostuvo Vauthier, al destacar “el compromiso de la política” con el equilibrio fiscal.
“Al haber eliminado la razón de gran parte de las crisis que tuvo la Argentina en su historia, creemos que esta estabilización que hemos logrado es sostenible en el tiempo”, agregó el economista, que trabajó junto a Furiase en Anker, la consultora económica fundada por Caputo, y antes en Eco Go, la firma liderada por Marina Dal Poggetto.
En ese sentido, ratificó que el equilibrio fiscal se mantendrá en 2025 y confirmó la proyección de crecimiento del 5% que el Gobierno planteó en su proyecto de presupuesto. “Es una proyección razonable. Uno trata de ser conservador. Este año va a dejar un arrastre positivo en la zona del 2%”, sostuvo Vauthier.
Un punto central de la discusión económica actual se vincula con el nivel del tipo de cambio real, los controles de capitales y la apreciación de 2024, luego de la devaluación de diciembre. En ese punto, Furiase negó problemas de corto plazo y planteó que “la apreciación frente a Estados Unidos se estabilizó”, dado que “la inflación mensual está convergiendo al ritmo del crawling peg del dólar oficial más la inflación estadounidense”.
“Si miramos a precios de octubre de 2024, estamos por encima del promedio del tipo de cambio de la convertibilidad, que fue de $750, con pisos en $680. Es decir, en los años de la Convertibilidad tuvimos un tipo de cambio real más apreciado que hoy”, sostuvo Furiase.
El economista planteó que “hay síntomas de apreciación no forzada y endógena”, vinculada al programa de consolidación fiscal y el plan de “emisión cero”. “Hay conexión entre orden fiscal y tipo de cambio real de equilibrio. Para nosotros, hay margen de apreciación. Los bonos subieron de 20 a 70. Y esa mejora en el costo del capital tiene que ver con la evolución de la economía y con que el tipo de cambio no es el mismo que había en 2023″, ratificó el analista.
A su vez, insistió en que el Gobierno no devaluará la moneda nuevamente. “Cualquier problema de competitividad no se resuelve con una devaluación. En la Argentina solo provoca caída del salario y termina siendo un ajuste del sector externo por caída del nivel de importaciones. No es una ganancia de competitividad genuina”, dijo Furiase.
A su vez, se refirió a posibles dificultades para algunos sectores productivos, que pierden competitividad externa dada la evolución del tipo de cambio. El economista sostuvo que diariamente monitorean “todos los riesgos”, enumeró los “shocks negativos” que vivieron en el año (“No pasó la ley Bases, nos quisieron golpear por las jubilaciones o la ley de Financiamiento Educativo, la tasa de Estados Unidos pasó de 3,5% a 4,5%, la soja cayó mucho y el real brasileño se está depreciando”) y agregó: “Este modelo cierra generando competitividad con baja de inflación y del costo de capital. Y en una tercera fase, esta apreciación cambiaria [hay que] compatibilizarla con baja de impuestos. Ese es el camino para resolver las tensiones micro”.
Ese planteo fue ratificado por Vauthier, quien destacó el saldo superavitario proyectado para la balanza energética como un “cambio estructural” de la macroeconomía. “Creemos que un país con una macro ordenada, sin regulaciones, trámites y costos innecesarios también genera que el país sea más competitivo. Y es difícil exportar en un país que no es competitivo y con una economía cerrada. Para exportar, también hay que importar y no hay factor que frene más las exportaciones que cerrar la economía”, sostuvo el economista, y agregó: “Las pymes iban a estar mucho más preocupadas por las restricciones al comercio que por las restricciones en la cuenta financiera, y hoy las restricciones al comercio prácticamente no existen, no hay discrecionalidad en la administración de importaciones, no hay que pedir permisos a un funcionario, el acceso a divisas es previsible y los plazos son mucho más cortos que los que había en diciembre”.
Por último, Furiase se refirió a los controles de capitales y la eventual salida del cepo cambiario, que tanto Milei como Caputo ratificaron para 2025. “Más allá de cuándo, es importante entender las condiciones que se tienen que dar y por qué está diseñado así. El objetivo es que, cuando se salga, no haya ninguna tensión y evitar afectar este proceso de desinflación y crecimiento. Se avanzó en todos los frentes, y donde queda trabajo es en tener un BCRA más capitalizado en términos de reservas líquidas. Se compraron US$20.000 millones, y el problema es que arrancamos con US$12.000 negativas, y se tuvieron que hacer pagos de obligaciones. Ahí es lo que nos falta para avanzar en salir del cepo sin tensión”.
Con información de
La Nación