La decisión que tomó una automotriz para no lidiar más con la falta de talento y enamorar a las nuevas generaciones
Viernes 13 de
Diciembre 2024
Una de las principales empresas del sector creó ReKnow University un ecosistema educativo pensado para el desarrollo del talento y la transformación de la industria automotriz: de qué se trata
“Hoy, en todos los diarios del mundo se lee que existe una brecha entre el sistema educativo y la necesidad de nuevas habilidades. Pero al final del día, si te sentás, lo mirás y no hacés nada, no va a pasar nada. No va a mejorar”, asegura Patrick Benammar, vicepresidente de formación y desarrollo global del Grupo Renault, sobre el impulso detrás de la creación de ReKnow University, un ecosistema educativo dedicado al desarrollo del talento y la transformación de la industria para las profesiones del futuro.
De visita en la Argentina, en el marco del lanzamiento de LATAM RKU (ReKnow University), Benammar habló en exclusiva con LA NACION acerca del proyecto, su relevancia para el sector automotriz y la larga relación de la compañía con la formación, siempre “bajo el concepto de llevar gente del sistema educativo a las plantas, porque en el mercado no se podían encontrar las habilidades necesarias”.
ReKnow es una universidad corporativa creada en 2021 por el grupo al confrontar los cambios acelerados que atravesaba la movilidad, impactando el negocio y las actividades. “Necesitábamos hacer algo que sea completamente diferente de lo que habíamos hecho en el pasado porque la magnitud del cambio es demasiado alta”, destaca el ejecutivo, sobre esta iniciativa única e innovadora que busca la colaboración entre el sistema educativo, el ámbito empresarial, sus socios y proveedores y el gobierno “para ayudar a diseñar el portfolio de habilidades del futuro”.
¿Cuáles son esas habilidades que serán necesarias en los próximos cinco o diez años? Según el propio Benammar, nadie lo sabe: “Por eso tenemos que tener una estructura que sea ágil y se adapte a esta evolución. Para lograrlo, no podemos hacerlo solos. Necesitamos tener socios que estén atentos a lo que sucede en otros sectores e industrias, que puedan ayudarnos a ser lo suficientemente flexibles como para ser reactivos, porque la cuestión de la adaptabilidad es clave, así como la empleabilidad. Si tenés adaptabilidad y empleabilidad, podés asegurar la posibilidad de desarrollar soluciones que impactarán el negocio”.
Los cambios que atraviesan las ciudades, sobre todo las europeas, y la transición hacia la movilidad eléctrica propiciaron la creación de la primera filial de ReKnow en Francia, en palabras de Benammar, “para acompañar esta reestructuración, donde los trabajos, las actividades de la industria y los productos son diferentes”. El objetivo principal: “Reforzar la empleabilidad y ayudar a nuestra gente a proyectarse en los próximos 10 a 15 años, fortaleciendo su confianza en el futuro”.
A Francia le siguió Turquía y luego España, donde la fabricación de automóviles híbridos representa un gran reto. La inversión y el lanzamiento de la universidad en Brasil, Colombia, México y Argentina también responde a esta aceleración eléctrica que vive la industria y a la urgencia de estar preparados para afrontar los desafíos “porque lo que va a pasar en los próximos tres o cuatro años en la región impactará en los nuevos modelos, actividades y tecnologías que se introducirán en el mercado”.
¿En qué ejes específicos busca formar y destacar este nuevo ecosistema educativo? “El eje más importante es la electrificación: desde las baterías, técnicas de alimentación hasta los motores eléctricos. Es realmente crítico porque es una gran parte de la cadena de valor”, comenta Benammar.
La economía circular es otro punto importante para la automotriz dentro del plan de estudios, no solo con la intención de reciclar las baterías y otras partes; “la remanufactura y reparación de piezas es un nuevo mercado que será muy importante en el futuro para ahorrar recursos”.
Los datos, la inteligencia artificial y la aplicación de nuevas tecnologías no pueden quedar afuera de ninguna industria que busca liderar el cambio. El ejecutivo resalta el impacto del metaverso industrial que ya se ve en las plantas y se está apoderando de la organización y de las formas de hacer, mejorando el rendimiento; pero también hace hincapié en el desarrollo de software en ciberseguridad, debido a la conectividad intrínseca de los modelos eléctricos.
El último eje que destaca Benammar es la excelencia operacional: “Las metodologías de calidad, la gestión, todos los procesos de diseño que tienen que repensarse para tener el máximo rendimiento de las actividades industriales”.
Todas ‘asignaturas’ esenciales para afrontar los cambios de paradigma que atraviesa la industria automotriz, así como las necesidades del consumidor y las exigencias de un mercado que reconfigura sus prioridades de manera constante.
Cuando hablamos de la movilidad del futuro, el empresario destaca dos aspectos principales: la velocidad (con la que hay que adaptarse a los cambios) y la tecnología.
El auto eléctrico es un ente completamente diferente. Más allá de la conectividad o la integración de sistemas de software modulares como la aplicación en el teléfono, también tiene la capacidad de subsistir por más tiempo gracias a la duración de las baterías, las que pueden ser reparadas, restauradas y reutilizadas, alcanzando una longevidad de más de 15 años.
Pero hay otra tendencia que está impactando fuertemente en el sector: la movilidad compartida. La necesidad de tener menos autos en las calles y optimizar los usos que se derivan del transporte.
En un contexto donde muchas metrópolis están restringiendo el paso de vehículos, Benammar asegura que la industria debe diseñar diferentes tipos de movilidad que se adapte a las ciudades: vehículos autónomos, camiones eléctricos o híbridos, sistemas de transporte, autos más pequeños; así también como aprovechar las ventajas de los datos que se extraen de los propios coches, importantes para las autoridades al momento de regular el tráfico, mejorar tiempos y reducir las emisiones de carbono. “Es una combinación de tecnología, nuevos usos, nuevos modelos económicos y también nuevas regulaciones que impulsarán el paso a diferentes formas de movilidad”.
Por eso, “El impacto [de esta universidad] no es solo para los nuevos estudiantes. También es para nuestros empleados, para las personas que trabajan con nosotros. Tenemos que crear una forma de aprendizaje continuo porque el conocimiento que teníamos hace unos años atrás no será muy útil en los próximos cinco”, señala el ejecutivo.
Benammar advierte que, al momento de elegir una carrera o un ámbito laboral, las nuevas generaciones no se sienten atraídas por la industria automotriz.
En este contexto, el propósito de ReKnow es mostrarles a los estudiantes las posibilidades del sector a futuro. “Por ejemplo, la mayoría de los diseñadores o desarrolladores de software ni siquiera piensan en trabajar para una empresa automotriz, pero pueden hacer cosas fantásticas, aunque no lo saben. El objetivo es ponerlos en contacto con nuestro mundo y mostrarles esos proyectos que podrían interesarles o qué pueden aportar ellos, innovando con sus nuevas ideas”.
“Muchas industrias tienen que reinventarse. No se puede transformar una empresa sin estar abiertos a las nuevas generaciones, intentando entender qué piensan. Porque si no los integrás, van a rechazar tu industria. Y lo peor para nosotros es que la nueva generación diga: ‘Ya no necesitamos autos. Somos completamente libres, podemos hacer otra cosa’”.
Para Benammar, los jóvenes son una pieza clave para diseñar en base a la movilidad compartida. “Para ellos es normal. Vengo de París y allí la generación joven no tiene auto, pero quieren compartir la movilidad, disponible en cualquier momento a través del teléfono celular”. Entonces, se puede atraer al talento enfocándose en estas nuevas formas de movilidad, por ejemplo, para diseñar aplicaciones que sean más amigables y fáciles de usar.
En esta ecuación no hay que dejar de lado al sistema educativo; la colaboración con los profesores y entidades locales también es fundamental “porque los propios educadores tienen una visión de la industria que se deriva de su conocimiento. Su influencia es importante, por eso debemos unir fuerzas para achicar la brecha entre lo que las universidades están ofreciendo y lo que las empresas necesitan de sus colaboradores”.
¿Qué conclusiones sacan desde Renault a tres años del lanzamiento de ReKnow University? “Primero, no es tan fácil tener este enfoque de cooperación porque estamos reuniendo a personas que no están acostumbradas a colaborar”, afirma Benammar, y agrega que el rol de la compañía es dar impulso y garantizar que “lo que queremos entregar al final sea útil para la industria y para las personas que participan en la iniciativa”.
La adaptación constante –a las nuevas tecnologías, a los cambios que trae el ecosistema– también es una preocupación en el centro de proyecto, que debe crear cursos y actividades, muchas veces, en base a elementos poco conocidos, donde el ensayo y error son clave y la velocidad de las tecnologías cambiantes suelen marcar (y dificultar) los tiempos de trabajo y aprendizaje.
“Y por último, pero no menos importante, cuando lanzás algo así es necesario convencer a mucha gente, incluida la nuestra. Por eso es fundamental involucrar a todos los equipos, motivarlos a realizar el primer entrenamiento, acompañarlos, porque sabemos que estos cambios pueden generar cierta ansiedad. Al final del día, una vez que la gente dio ese paso, está muy orgullosa, muy feliz; pero hay que hacerles entender que sin esfuerzos no va a pasar nada”, finaliza.
De visita en la Argentina, en el marco del lanzamiento de LATAM RKU (ReKnow University), Benammar habló en exclusiva con LA NACION acerca del proyecto, su relevancia para el sector automotriz y la larga relación de la compañía con la formación, siempre “bajo el concepto de llevar gente del sistema educativo a las plantas, porque en el mercado no se podían encontrar las habilidades necesarias”.
ReKnow es una universidad corporativa creada en 2021 por el grupo al confrontar los cambios acelerados que atravesaba la movilidad, impactando el negocio y las actividades. “Necesitábamos hacer algo que sea completamente diferente de lo que habíamos hecho en el pasado porque la magnitud del cambio es demasiado alta”, destaca el ejecutivo, sobre esta iniciativa única e innovadora que busca la colaboración entre el sistema educativo, el ámbito empresarial, sus socios y proveedores y el gobierno “para ayudar a diseñar el portfolio de habilidades del futuro”.
¿Cuáles son esas habilidades que serán necesarias en los próximos cinco o diez años? Según el propio Benammar, nadie lo sabe: “Por eso tenemos que tener una estructura que sea ágil y se adapte a esta evolución. Para lograrlo, no podemos hacerlo solos. Necesitamos tener socios que estén atentos a lo que sucede en otros sectores e industrias, que puedan ayudarnos a ser lo suficientemente flexibles como para ser reactivos, porque la cuestión de la adaptabilidad es clave, así como la empleabilidad. Si tenés adaptabilidad y empleabilidad, podés asegurar la posibilidad de desarrollar soluciones que impactarán el negocio”.
La electrificación en el centro
Los cambios que atraviesan las ciudades, sobre todo las europeas, y la transición hacia la movilidad eléctrica propiciaron la creación de la primera filial de ReKnow en Francia, en palabras de Benammar, “para acompañar esta reestructuración, donde los trabajos, las actividades de la industria y los productos son diferentes”. El objetivo principal: “Reforzar la empleabilidad y ayudar a nuestra gente a proyectarse en los próximos 10 a 15 años, fortaleciendo su confianza en el futuro”.
A Francia le siguió Turquía y luego España, donde la fabricación de automóviles híbridos representa un gran reto. La inversión y el lanzamiento de la universidad en Brasil, Colombia, México y Argentina también responde a esta aceleración eléctrica que vive la industria y a la urgencia de estar preparados para afrontar los desafíos “porque lo que va a pasar en los próximos tres o cuatro años en la región impactará en los nuevos modelos, actividades y tecnologías que se introducirán en el mercado”.
¿En qué ejes específicos busca formar y destacar este nuevo ecosistema educativo? “El eje más importante es la electrificación: desde las baterías, técnicas de alimentación hasta los motores eléctricos. Es realmente crítico porque es una gran parte de la cadena de valor”, comenta Benammar.
La economía circular es otro punto importante para la automotriz dentro del plan de estudios, no solo con la intención de reciclar las baterías y otras partes; “la remanufactura y reparación de piezas es un nuevo mercado que será muy importante en el futuro para ahorrar recursos”.
Los datos, la inteligencia artificial y la aplicación de nuevas tecnologías no pueden quedar afuera de ninguna industria que busca liderar el cambio. El ejecutivo resalta el impacto del metaverso industrial que ya se ve en las plantas y se está apoderando de la organización y de las formas de hacer, mejorando el rendimiento; pero también hace hincapié en el desarrollo de software en ciberseguridad, debido a la conectividad intrínseca de los modelos eléctricos.
El último eje que destaca Benammar es la excelencia operacional: “Las metodologías de calidad, la gestión, todos los procesos de diseño que tienen que repensarse para tener el máximo rendimiento de las actividades industriales”.
Todas ‘asignaturas’ esenciales para afrontar los cambios de paradigma que atraviesa la industria automotriz, así como las necesidades del consumidor y las exigencias de un mercado que reconfigura sus prioridades de manera constante.
La movilidad del futuro ya llegó
Cuando hablamos de la movilidad del futuro, el empresario destaca dos aspectos principales: la velocidad (con la que hay que adaptarse a los cambios) y la tecnología.
El auto eléctrico es un ente completamente diferente. Más allá de la conectividad o la integración de sistemas de software modulares como la aplicación en el teléfono, también tiene la capacidad de subsistir por más tiempo gracias a la duración de las baterías, las que pueden ser reparadas, restauradas y reutilizadas, alcanzando una longevidad de más de 15 años.
Pero hay otra tendencia que está impactando fuertemente en el sector: la movilidad compartida. La necesidad de tener menos autos en las calles y optimizar los usos que se derivan del transporte.
En un contexto donde muchas metrópolis están restringiendo el paso de vehículos, Benammar asegura que la industria debe diseñar diferentes tipos de movilidad que se adapte a las ciudades: vehículos autónomos, camiones eléctricos o híbridos, sistemas de transporte, autos más pequeños; así también como aprovechar las ventajas de los datos que se extraen de los propios coches, importantes para las autoridades al momento de regular el tráfico, mejorar tiempos y reducir las emisiones de carbono. “Es una combinación de tecnología, nuevos usos, nuevos modelos económicos y también nuevas regulaciones que impulsarán el paso a diferentes formas de movilidad”.
Por eso, “El impacto [de esta universidad] no es solo para los nuevos estudiantes. También es para nuestros empleados, para las personas que trabajan con nosotros. Tenemos que crear una forma de aprendizaje continuo porque el conocimiento que teníamos hace unos años atrás no será muy útil en los próximos cinco”, señala el ejecutivo.
El impacto de las nuevas generaciones
Benammar advierte que, al momento de elegir una carrera o un ámbito laboral, las nuevas generaciones no se sienten atraídas por la industria automotriz.
En este contexto, el propósito de ReKnow es mostrarles a los estudiantes las posibilidades del sector a futuro. “Por ejemplo, la mayoría de los diseñadores o desarrolladores de software ni siquiera piensan en trabajar para una empresa automotriz, pero pueden hacer cosas fantásticas, aunque no lo saben. El objetivo es ponerlos en contacto con nuestro mundo y mostrarles esos proyectos que podrían interesarles o qué pueden aportar ellos, innovando con sus nuevas ideas”.
“Muchas industrias tienen que reinventarse. No se puede transformar una empresa sin estar abiertos a las nuevas generaciones, intentando entender qué piensan. Porque si no los integrás, van a rechazar tu industria. Y lo peor para nosotros es que la nueva generación diga: ‘Ya no necesitamos autos. Somos completamente libres, podemos hacer otra cosa’”.
Para Benammar, los jóvenes son una pieza clave para diseñar en base a la movilidad compartida. “Para ellos es normal. Vengo de París y allí la generación joven no tiene auto, pero quieren compartir la movilidad, disponible en cualquier momento a través del teléfono celular”. Entonces, se puede atraer al talento enfocándose en estas nuevas formas de movilidad, por ejemplo, para diseñar aplicaciones que sean más amigables y fáciles de usar.
En esta ecuación no hay que dejar de lado al sistema educativo; la colaboración con los profesores y entidades locales también es fundamental “porque los propios educadores tienen una visión de la industria que se deriva de su conocimiento. Su influencia es importante, por eso debemos unir fuerzas para achicar la brecha entre lo que las universidades están ofreciendo y lo que las empresas necesitan de sus colaboradores”.
Los desafíos de formar al talento del mañana
¿Qué conclusiones sacan desde Renault a tres años del lanzamiento de ReKnow University? “Primero, no es tan fácil tener este enfoque de cooperación porque estamos reuniendo a personas que no están acostumbradas a colaborar”, afirma Benammar, y agrega que el rol de la compañía es dar impulso y garantizar que “lo que queremos entregar al final sea útil para la industria y para las personas que participan en la iniciativa”.
La adaptación constante –a las nuevas tecnologías, a los cambios que trae el ecosistema– también es una preocupación en el centro de proyecto, que debe crear cursos y actividades, muchas veces, en base a elementos poco conocidos, donde el ensayo y error son clave y la velocidad de las tecnologías cambiantes suelen marcar (y dificultar) los tiempos de trabajo y aprendizaje.
“Y por último, pero no menos importante, cuando lanzás algo así es necesario convencer a mucha gente, incluida la nuestra. Por eso es fundamental involucrar a todos los equipos, motivarlos a realizar el primer entrenamiento, acompañarlos, porque sabemos que estos cambios pueden generar cierta ansiedad. Al final del día, una vez que la gente dio ese paso, está muy orgullosa, muy feliz; pero hay que hacerles entender que sin esfuerzos no va a pasar nada”, finaliza.
Con información de
La Nación
