Cayó el Gobierno del primer ministro francés Michel Barnier
Jueves 05 de
Diciembre 2024
El presidente Emmanuel Macron buscará hoy salidas a la crisis política: es la primera vez en más de seis décadas que se derroca a un mandatario.
Con menos de 100 días en funciones, el primer ministro de Francia, Michel Barnier, cayó este miércoles, tras votarse en la Asamblea Nacional una moción de censura impulsada por la izquierda y apoyada por la derecha, encabezada por Marine Le Pen. El presidente Emmanuel Macron buscará hoy salidas a la crisis política: es la primera vez en más de seis décadas que se derroca a un mandatario.
La decisión del legislativo refrendada por la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) y apoyada por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (AN) superó la mayoría absoluta de 288 votos. Un total de 331 diputados se pronunció a favor de la moción, la primera censura que prospera desde 1962, cuando Georges Pompidou fue cesado por el Parlamento.
La censura no afecta directamente al presidente centroderechista, cuyo mandato termina en 2027, pero lo debilita mucho más, máxime cuando decidió en septiembre nombrar a Barnier como primer ministro en nombre de la "estabilidad". "Esta moción de censura agrava todo y lo vuelve más difícil", advirtió al término del debate parlamentario Barnier, quien había apelado a la "responsabilidad" en un momento económico tenso, con la prima de riesgo de la deuda francesa en niveles similares a la de Grecia.
La rápida expulsión de Barnier, de 73 años, se produce después de las elecciones parlamentarias anticipadas, que dieron como resultado un parlamento en el que ningún partido tenía mayoría absoluta y la extrema derecha tenía la clave para la supervivencia del Gobierno. Barnier fue nombrado primer ministro el 5 de septiembre y desató un terremoto político el lunes, cuando activó el polémico artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar sin votación su plan presupuestario de la Seguridad Social para el 2025.
Macron tiene ahora la poco envidiable tarea de elegir un sucesor viable cuando aún quedan más de dos años de su mandato presidencial y algunos opositores (aunque no todos) le piden que renuncie. "El interés del país es más importante que el interés de los partidos", dijo, aunque intentó tranquilizar a los mercados, asegurando que Francia tiene una "economía fuerte". Está previsto que Barnier presente a Macron la dimisión este jueves por la mañana, aunque podría mantenerse como primer ministro interino hasta que el mandatario escoja a su reemplazo.
Macron voló de regreso a París justo antes de la votación tras concluir una visita de Estado de tres días en Arabia Saudita. El miércoles por la mañana, paseó por las arenas del desierto del oasis de Al-Ula, maravillándose con los monumentos antiguos. Después de aterrizar en París, se dirigió directamente al Palacio del Elíseo. "Ahora pedimos a Macron que se vaya", dijo a los periodistas Mathilde Panot, jefa de la fracción parlamentaria del partido de extrema izquierda Francia Unrended (LFI), instando a "elecciones presidenciales anticipadas" para resolver la crisis política que se profundiza. Macron ha rechazado los pedidos de dimisión.
Por su parte, cuidando de no alardear de la caída del Gobierno, Le Pen dijo en una entrevista televisiva que su partido, una vez que se nombre un nuevo primer ministro, "los dejará trabajar" y ayudará a crear un "presupuesto que sea aceptable para todos". A pesar de esto, Le Pen había presentado una moción paralela de censura que no llegó a ser considerada al triunfar la de la izquierda, y consideró a Barnier "un continuador" del macronismo que llevó al país a una "situación crítica". También le pidió a Macron que piense si puede continuar en el cargo.
Los candidatos para el puesto de primer ministro son pocos, pero el ministro de Defensa leal, Sébastien Lecornu, y el aliado centrista de Macron, Francois Bayrou, son posibles contendientes. A la izquierda, Macron podría recurrir al exprimer ministro socialista y ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, candidato en septiembre. Macron está dispuesto a nombrar rápidamente al nuevo primer ministro, indicaron varias fuentes a la AFP. Una fuente cercana a Macron dijo que el presidente, que se ha tomado tiempo para realizar nombramientos en el pasado, "no tiene otra opción" que nombrar al nuevo primer ministro en 24 horas.
Barnier fue el quinto primer ministro en ejercer bajo el mando de Macron desde que llegó al poder en 2017; todos los primeros ministros cumplieron períodos sucesivamente más cortos. Dada la turbulencia, el nuevo candidato ahora corre el riesgo de cumplir un mandato incluso más corto que el de Barnier, que fue el más corto de cualquier administración desde que comenzó la Quinta República en 1958.
Mientras tanto, Macron tiene previsto organizar un importante evento internacional el sábado, con la reapertura de la catedral de Notre-Dame después del incendio de 2019, con invitados como Donald Trump en su primer viaje al extranjero desde que fue elegido para ser el próximo presidente de Estados Unidos.
La decisión del legislativo refrendada por la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) y apoyada por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (AN) superó la mayoría absoluta de 288 votos. Un total de 331 diputados se pronunció a favor de la moción, la primera censura que prospera desde 1962, cuando Georges Pompidou fue cesado por el Parlamento.
La censura no afecta directamente al presidente centroderechista, cuyo mandato termina en 2027, pero lo debilita mucho más, máxime cuando decidió en septiembre nombrar a Barnier como primer ministro en nombre de la "estabilidad". "Esta moción de censura agrava todo y lo vuelve más difícil", advirtió al término del debate parlamentario Barnier, quien había apelado a la "responsabilidad" en un momento económico tenso, con la prima de riesgo de la deuda francesa en niveles similares a la de Grecia.
La rápida expulsión de Barnier, de 73 años, se produce después de las elecciones parlamentarias anticipadas, que dieron como resultado un parlamento en el que ningún partido tenía mayoría absoluta y la extrema derecha tenía la clave para la supervivencia del Gobierno. Barnier fue nombrado primer ministro el 5 de septiembre y desató un terremoto político el lunes, cuando activó el polémico artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar sin votación su plan presupuestario de la Seguridad Social para el 2025.
Macron tiene ahora la poco envidiable tarea de elegir un sucesor viable cuando aún quedan más de dos años de su mandato presidencial y algunos opositores (aunque no todos) le piden que renuncie. "El interés del país es más importante que el interés de los partidos", dijo, aunque intentó tranquilizar a los mercados, asegurando que Francia tiene una "economía fuerte". Está previsto que Barnier presente a Macron la dimisión este jueves por la mañana, aunque podría mantenerse como primer ministro interino hasta que el mandatario escoja a su reemplazo.
La izquierda pidió la renuncia de Macron y la derecha prometió institucionalidad
Macron voló de regreso a París justo antes de la votación tras concluir una visita de Estado de tres días en Arabia Saudita. El miércoles por la mañana, paseó por las arenas del desierto del oasis de Al-Ula, maravillándose con los monumentos antiguos. Después de aterrizar en París, se dirigió directamente al Palacio del Elíseo. "Ahora pedimos a Macron que se vaya", dijo a los periodistas Mathilde Panot, jefa de la fracción parlamentaria del partido de extrema izquierda Francia Unrended (LFI), instando a "elecciones presidenciales anticipadas" para resolver la crisis política que se profundiza. Macron ha rechazado los pedidos de dimisión.
Por su parte, cuidando de no alardear de la caída del Gobierno, Le Pen dijo en una entrevista televisiva que su partido, una vez que se nombre un nuevo primer ministro, "los dejará trabajar" y ayudará a crear un "presupuesto que sea aceptable para todos". A pesar de esto, Le Pen había presentado una moción paralela de censura que no llegó a ser considerada al triunfar la de la izquierda, y consideró a Barnier "un continuador" del macronismo que llevó al país a una "situación crítica". También le pidió a Macron que piense si puede continuar en el cargo.
Los candidatos para el puesto de primer ministro son pocos, pero el ministro de Defensa leal, Sébastien Lecornu, y el aliado centrista de Macron, Francois Bayrou, son posibles contendientes. A la izquierda, Macron podría recurrir al exprimer ministro socialista y ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, candidato en septiembre. Macron está dispuesto a nombrar rápidamente al nuevo primer ministro, indicaron varias fuentes a la AFP. Una fuente cercana a Macron dijo que el presidente, que se ha tomado tiempo para realizar nombramientos en el pasado, "no tiene otra opción" que nombrar al nuevo primer ministro en 24 horas.
Barnier fue el quinto primer ministro en ejercer bajo el mando de Macron desde que llegó al poder en 2017; todos los primeros ministros cumplieron períodos sucesivamente más cortos. Dada la turbulencia, el nuevo candidato ahora corre el riesgo de cumplir un mandato incluso más corto que el de Barnier, que fue el más corto de cualquier administración desde que comenzó la Quinta República en 1958.
Mientras tanto, Macron tiene previsto organizar un importante evento internacional el sábado, con la reapertura de la catedral de Notre-Dame después del incendio de 2019, con invitados como Donald Trump en su primer viaje al extranjero desde que fue elegido para ser el próximo presidente de Estados Unidos.
Con información de
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