Jair Bolsonaro salió a desmarcarse del ataque en la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia
Jueves 14 de
Noviembre 2024
El ex mandatario brasileño repudió el hecho y lo asoció a una acción solitaria por supuestos problemas de salud mental del ex candidato a concejal por el partido que él lidera. Sin embargo, el ataque puede complicar sus intentos de conseguir una amnistía por el intento de golpe de 2023.
El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, salió a desmarcarse del ataque cometido por un ex candidato de su partido a la sede de la Plaza de los Tres Poderes, el miércoles por la noche en Brasilia. "Ya es hora de que Brasil vuelva a cultivar un ambiente adecuado para que las diferentes ideas puedan confrontarse pacíficamente", manifestó en un comunicado que difundió en sus redes sociales en el que también lamentó y repudió el hecho, que puede llegar a perjudicarlo en su afán por volver a postularse para tener un nuevo mandato. En ese escrito, además, se animó a vaticinar que se trata de un "hecho aislado" y que "todo indica" que fue causado por los supuestos "problemas de salud mental" que atravesaba Francisco Wanderley Luiz.
En un tono muchísimo más moderado del que suele manejar, el ex mandatario -investigado por los ataques golpistas del 8 de enero de 2023 contra el actual gobierno-, dijo: "Ya es hora de que Brasil vuelva a cultivar un ambiente adecuado para que diferentes ideas puedan enfrentarse pacíficamente y para que la fuerza de los argumentos valga más que el argumento de fuerza. La defensa de la democracia y la libertad no tendrá éxito hasta que se restablezca en nuestro país la posibilidad de diálogo entre todas las fuerzas de la nación".
También hizo mención al rol "fundamental" de las instituciones en la construcción del diálogo y la unidad. En esa línea, hizo un llamado a todas las corrientes políticas y líderes de las instituciones para que "tomen las medidas necesarias para avanzar en la pacificación nacional".
"Quien se beneficiará de esto no será uno u otro partido, líder o facción política. Será Brasil", cerró. Sobre el ataque que dejó como única víctima a Luíz, un hombre de 59 años, que fue candidato por el Partido Liberal -liderado por Bolsonaro-, en Santa Catarina, Río Grande do Sul, fabricó y cargó explosivos en su auto y en su cuerpo para detonarlos en la sede del poder político brasileño.
Más allá de lo llamativo que pueda llegar a resultar el mensaje, lo cierto es que el ex mandatario se encuentra en carrera que implica dos movimientos (o tres): lograr una amnistía para las personas condenadas por los actos golpistas del 8 de enero pasado a través de una ley que negocian en el Congreso, y conseguir que el Tribunal Supremo Electoral levante la restricción de inelegibilidad que pesa sobre él por los próximos siete años así volver a postularse. De esa manera, además, lograría echar por tierra la posibilidad que sea otra persona la que lo reemplace como líder del bolsonarismo, un movimiento que pareciera haberlo superado.
El ataque a la sede del poder político en Brasil fue catalogado como "gravísimo" por las máximas autoridades policiales, que lo vincularon a ataques "terroristas" como a un intento por "abolir de forma violenta el estado democrático de derecho" incluido el intento de asesinato del máximo responsable de la Corte Suprema, Alexander de Moraes. El juez es el mismo que lleva adelante las investigaciones por el intento de golpe y ya se manifestó este jueves en contra de la posibilidad de que las personas acusadas sean liberadas de culpa y cargo.
"Lo que ocurrió no es un hecho fuera de contexto", dijo el magistrado en la mañana de este jueves y sostuvo que lo ocurrido "se inició tiempo atrás, cuando el famoso gabinete de odio comenzó a atacar a las instituciones", en referencia a la época en la que el Gobierno de Bolsonaro comenzó a poner en duda la fidelidad del sistema electoral del país y comenzó a difundir fake news.
"Esto fue creciendo al amparo de una criminal utilización de la libertad de expresión. Ofender, amenazar, coaccionar, en ningún lugar del mundo eso es libertad de expresión. Eso es un delito", apuntó en una conferencia de prensa que dio en el Consejo Nacional de la Fiscalía.
En un tono muchísimo más moderado del que suele manejar, el ex mandatario -investigado por los ataques golpistas del 8 de enero de 2023 contra el actual gobierno-, dijo: "Ya es hora de que Brasil vuelva a cultivar un ambiente adecuado para que diferentes ideas puedan enfrentarse pacíficamente y para que la fuerza de los argumentos valga más que el argumento de fuerza. La defensa de la democracia y la libertad no tendrá éxito hasta que se restablezca en nuestro país la posibilidad de diálogo entre todas las fuerzas de la nación".
También hizo mención al rol "fundamental" de las instituciones en la construcción del diálogo y la unidad. En esa línea, hizo un llamado a todas las corrientes políticas y líderes de las instituciones para que "tomen las medidas necesarias para avanzar en la pacificación nacional".
"Quien se beneficiará de esto no será uno u otro partido, líder o facción política. Será Brasil", cerró. Sobre el ataque que dejó como única víctima a Luíz, un hombre de 59 años, que fue candidato por el Partido Liberal -liderado por Bolsonaro-, en Santa Catarina, Río Grande do Sul, fabricó y cargó explosivos en su auto y en su cuerpo para detonarlos en la sede del poder político brasileño.
Más allá de lo llamativo que pueda llegar a resultar el mensaje, lo cierto es que el ex mandatario se encuentra en carrera que implica dos movimientos (o tres): lograr una amnistía para las personas condenadas por los actos golpistas del 8 de enero pasado a través de una ley que negocian en el Congreso, y conseguir que el Tribunal Supremo Electoral levante la restricción de inelegibilidad que pesa sobre él por los próximos siete años así volver a postularse. De esa manera, además, lograría echar por tierra la posibilidad que sea otra persona la que lo reemplace como líder del bolsonarismo, un movimiento que pareciera haberlo superado.
El ataque a la sede del poder político en Brasil fue catalogado como "gravísimo" por las máximas autoridades policiales, que lo vincularon a ataques "terroristas" como a un intento por "abolir de forma violenta el estado democrático de derecho" incluido el intento de asesinato del máximo responsable de la Corte Suprema, Alexander de Moraes. El juez es el mismo que lleva adelante las investigaciones por el intento de golpe y ya se manifestó este jueves en contra de la posibilidad de que las personas acusadas sean liberadas de culpa y cargo.
"Lo que ocurrió no es un hecho fuera de contexto", dijo el magistrado en la mañana de este jueves y sostuvo que lo ocurrido "se inició tiempo atrás, cuando el famoso gabinete de odio comenzó a atacar a las instituciones", en referencia a la época en la que el Gobierno de Bolsonaro comenzó a poner en duda la fidelidad del sistema electoral del país y comenzó a difundir fake news.
"Esto fue creciendo al amparo de una criminal utilización de la libertad de expresión. Ofender, amenazar, coaccionar, en ningún lugar del mundo eso es libertad de expresión. Eso es un delito", apuntó en una conferencia de prensa que dio en el Consejo Nacional de la Fiscalía.
Con información de
El Destape