El nuevo líder de Hezbollah aseguró que está dispuesto a negociar con Israel
Miércoles 30 de
Octubre 2024
Naim Qassem habló por primera vez tras su designación y afirmó que no descarta un ''alto al fuego''. Sería el fin de más de un año de guerra.
Naim Qassem habló por primera vez desde que fue nombrado como nuevo líder del grupo armado Hezbollah, respaldado por Irán. Allí, maniofestó que está dispuesto a negociar con Israel para ponerle fin a más de un año de enfrentamientos constantes.
En su primer discurso tras su asunción, declaró que la organización cuenta con recursos para mantener el conflicto con Israel "durante meses", aunque planteó la posibilidad de un alto el fuego, aunque "bajo condiciones específicas".
Por otra parte, Qassem también llamó a la paciencia entre los combatientes y la población libanesa, enfatizando que los soldados israelíes deben retirarse del Líbano para evitar una derrota en la operación terrestre que comenzó a principios de octubre en el sur del país.
"Salgan de nuestra tierra para reducir sus pérdidas; de lo contrario, enfrentarán la derrota", expresó este miércoles, en referencia a la incursión que el país de Benjamin Netanyahu empezó a principios de octubre.
El impacto de las elecciones en Estados Unidos fue otro tema relevante en sus declaraciones, ya que el nuevo líder del comando sugirió que podrían marcar un punto de inflexión en el conflicto: "¿Se prolongará esta guerra? Las elecciones estadounidenses pueden ser el momento decisivo".
Luego, señaló que un cambio en el gobierno estadounidense podría llevar a frenar las acciones militares del primer ministro israelí, ya podría sentirse sin el respaldo de una potencia tal.
Qassem obtuvo el cargo tras el asesinato de Hassan Nasrallah, quien murió hace un mes en un ataque aéreo israelí sobre Dahye, un suburbio del sur de Beirut.
"Si el enemigo acepta un alto el fuego, diremos que sí, pero bajo nuestras condiciones. La vía será a través de negociaciones indirectas", explicó, destacando que el grupo ya había considerado esta opción bajo su liderazgo anterior, con apoyo de Nabih Berri, presidente del parlamento libanés.
Este enfoque conciliador se da en medio de renovados esfuerzos diplomáticos entre Estados Unidos, Israel y el Líbano para alcanzar un acuerdo que ponga fin a los enfrentamientos en el sur libanés, una zona con fuerte presencia de Hezbollah.
Qassem reconoció el papel fundamental de Berri, también líder del grupo chií Amal y aliado estratégico de Hezbollah, como el "pilar de las negociaciones". Sin embargo, lamentó la falta de un consenso claro en los intercambios actuales para poner fin a las hostilidades.
Además, destacó la prioridad de Hezbollah de proteger al Líbano y respaldar a Palestina, reiterando su postura de resistencia armada: "No queremos la guerra, pero estamos listos para enfrentarnos a ella si nos es impuesta. Lucharemos con determinación y venceremos, si Dios lo permite".
El conflicto, que ya se extendió por más de un año, provocó la muerte de más de 2.700 personas y el desplazamiento de más de 1,2 millones de libaneses, afectando gravemente al país.
Con la experiencia de tres décadas en la presidencia del parlamento, Berri se ha consolidado como una figura clave para el diálogo, sirviendo de puente entre Hezbollah y otros sectores políticos libaneses, lo que podría facilitar eventuales acuerdos de alto el fuego y, quizás, una salida negociada al conflicto en el sur del Líbano.
En 1991 fue nombrado jefe adjunto por el entonces secretario general del grupo armado, Abbas al-Musawi, que murió en un ataque de helicóptero israelí al año siguiente.
Luego, con el ascenso de Nasrallah a líder, Qassem permaneció en su puesto. Así, durante mucho tiempo fue uno de los principales portavoces de Hezbollah, concediendo entrevistas a medios de comunicación extranjeros, incluso cuando las hostilidades transfronterizas con Israel se recrudecieron.
Nació en 1953, en el barrio de Basta Tahta de Beirut, en el seno de una familia del sur de Líbano. Comenzó su activismo político en el movimiento chiita libanés Amal, pero abandonó el grupo en 1979 a raíz de la Revolución Islámica de Irán, que marcó el pensamiento de muchos jóvenes chiitas libaneses.
Luego de la invasión israelí en Líbano, participó en las reuniones que condujeron a la formación de Hezbollah en 1982, movimiento creado con el respaldo de la Guardia Revolucionaria iraní.
Coordinó las campañas electorales parlamentarias de ese grupo hasta que fue nombrado vicesecretario general a comienzos de la década de los noventa y, en 2005, siendo uno de los principales ideólogos del grupo, escribió el libro "Hezbollah: la historia desde dentro", en el que recuerda la fundación, las ideas y la postura del movimiento.
En su primer discurso tras su asunción, declaró que la organización cuenta con recursos para mantener el conflicto con Israel "durante meses", aunque planteó la posibilidad de un alto el fuego, aunque "bajo condiciones específicas".
Por otra parte, Qassem también llamó a la paciencia entre los combatientes y la población libanesa, enfatizando que los soldados israelíes deben retirarse del Líbano para evitar una derrota en la operación terrestre que comenzó a principios de octubre en el sur del país.
"Salgan de nuestra tierra para reducir sus pérdidas; de lo contrario, enfrentarán la derrota", expresó este miércoles, en referencia a la incursión que el país de Benjamin Netanyahu empezó a principios de octubre.
El impacto de las elecciones en Estados Unidos fue otro tema relevante en sus declaraciones, ya que el nuevo líder del comando sugirió que podrían marcar un punto de inflexión en el conflicto: "¿Se prolongará esta guerra? Las elecciones estadounidenses pueden ser el momento decisivo".
Luego, señaló que un cambio en el gobierno estadounidense podría llevar a frenar las acciones militares del primer ministro israelí, ya podría sentirse sin el respaldo de una potencia tal.
Qassem obtuvo el cargo tras el asesinato de Hassan Nasrallah, quien murió hace un mes en un ataque aéreo israelí sobre Dahye, un suburbio del sur de Beirut.
Naim Qassem no descarta negociar con Israel
En un cambio significativo, Qassem mencionó la disposición de Hezbollah para entablar negociaciones "indirectas" con Israel que podrían establecer una tregua y aliviar la situación."Si el enemigo acepta un alto el fuego, diremos que sí, pero bajo nuestras condiciones. La vía será a través de negociaciones indirectas", explicó, destacando que el grupo ya había considerado esta opción bajo su liderazgo anterior, con apoyo de Nabih Berri, presidente del parlamento libanés.
Este enfoque conciliador se da en medio de renovados esfuerzos diplomáticos entre Estados Unidos, Israel y el Líbano para alcanzar un acuerdo que ponga fin a los enfrentamientos en el sur libanés, una zona con fuerte presencia de Hezbollah.
Qassem reconoció el papel fundamental de Berri, también líder del grupo chií Amal y aliado estratégico de Hezbollah, como el "pilar de las negociaciones". Sin embargo, lamentó la falta de un consenso claro en los intercambios actuales para poner fin a las hostilidades.
Además, destacó la prioridad de Hezbollah de proteger al Líbano y respaldar a Palestina, reiterando su postura de resistencia armada: "No queremos la guerra, pero estamos listos para enfrentarnos a ella si nos es impuesta. Lucharemos con determinación y venceremos, si Dios lo permite".
El conflicto, que ya se extendió por más de un año, provocó la muerte de más de 2.700 personas y el desplazamiento de más de 1,2 millones de libaneses, afectando gravemente al país.
Con la experiencia de tres décadas en la presidencia del parlamento, Berri se ha consolidado como una figura clave para el diálogo, sirviendo de puente entre Hezbollah y otros sectores políticos libaneses, lo que podría facilitar eventuales acuerdos de alto el fuego y, quizás, una salida negociada al conflicto en el sur del Líbano.
Quién es Naim Qassem
El nombre de Qassem ya tiene historia, ya que durante más de tres décadas supo ser el segundo en orden de importancia del grupo chiita, y supo darla cara públicamente en infinidad de ocasiones.En 1991 fue nombrado jefe adjunto por el entonces secretario general del grupo armado, Abbas al-Musawi, que murió en un ataque de helicóptero israelí al año siguiente.
Luego, con el ascenso de Nasrallah a líder, Qassem permaneció en su puesto. Así, durante mucho tiempo fue uno de los principales portavoces de Hezbollah, concediendo entrevistas a medios de comunicación extranjeros, incluso cuando las hostilidades transfronterizas con Israel se recrudecieron.
Nació en 1953, en el barrio de Basta Tahta de Beirut, en el seno de una familia del sur de Líbano. Comenzó su activismo político en el movimiento chiita libanés Amal, pero abandonó el grupo en 1979 a raíz de la Revolución Islámica de Irán, que marcó el pensamiento de muchos jóvenes chiitas libaneses.
Luego de la invasión israelí en Líbano, participó en las reuniones que condujeron a la formación de Hezbollah en 1982, movimiento creado con el respaldo de la Guardia Revolucionaria iraní.
Coordinó las campañas electorales parlamentarias de ese grupo hasta que fue nombrado vicesecretario general a comienzos de la década de los noventa y, en 2005, siendo uno de los principales ideólogos del grupo, escribió el libro "Hezbollah: la historia desde dentro", en el que recuerda la fundación, las ideas y la postura del movimiento.