Economistas proyectan una inflación entre 3,3% y 3,6% en los últimos meses del año
Por:
Juan Manuel Barca
Lunes 14 de
Octubre 2024
El Gobierno espera que sigan bajando los precios por el ajuste Pero los analistas ven una "resistencia" El dilema sobre la reactivación
Gobierno festejó con bombos y platillos la desaceleración el dato del 3,5% en septiembre. La expectativa ahora es que los precios sigan descendiendo, pero los analistas esperan un menor ritmo de declinación sin descartar un leve repunte, por lo que proyectan para fin de año una suba de alrededor del 3,6%.
El cálculo surge del último relevamiento de expectativas de mercado (REM) publicado por el Banco Central y que arrojó para septiembre el mismo valor que el INDEC. Según la mediana, el IPC subirá 3,4% en octubre, 3,3% en noviembre y 3,6% en diciembre de este año, seguido por un 3,4% en enero, 3,3% en febrero y 3% en marzo de 2025.
"Con una inflación estable en 3% mensual para el último trimestre, esperamos una inflación de 2024 en 120% (vs. 123.6%. del REM). Para 2025, proyectamos 35% de inflación y seguimos asumiendo menor CEPO en el primer trimestre de 2025", señaló un informe de FMyA, la consultora de Fernando Marull.
El economista estima una suba en los precios del 3,1% en octubre, igual que EcoGo, mientras que Equilibra prevé un 3,3%.
El Gobierno apuesta a que el ajuste fiscal, así sea sostenido con vetos, siga contribuyendo a la baja del IPC. La prioridad es cubrir los intereses de deuda y mantener a raya el resto del gasto bajo la premisa de que si se mantiene el déficit cero, se reduce necesidad del financiar las cuentas con emisión de pesos.
"Estamos convencidos de que la política monetaria de no emisión y el superávit fiscal están haciendo su trabajo para que la inflación siga bajando", sostienen en el Ministerio de Economía.
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, sumó otros factores en la Fundación Mediterránea hace dos semanas: dijo que las subas de tarifas aplicadas -de hasta el 500%- aumentaron la cobertura de su costo y "moderarán" los futuros ajustes, mientras la desregulación de las naftas y su convergencia con el precio internacional "alivia" la expectativa inflacionaria.
"El Gobierno ha logrado perforar el 4%, el ajuste está dando resultados en materia inflacionario, con algunas cautelas y precauciones. Es probable que el gobierno termine en diciembre con una inflación en torno a 2,5%", dijo el titular de Analytica, Ricardo Delgado.
Para el economista, los motores de la desaceleración son el "superávit fiscal, ancla cambiaria básicamente y una recuperación levísima de la actividad". Si bien el BCRA evalúa que la actividad habría cambiado de fase en abril o en los meses posteriores, Delgado afirma que "la sensación térmica será recesiva".
Los datos de septiembre de alta frecuencia muestran un mes mixto muy similar a agosto (con datos de demanda positivo de CAME, créditos, patentamiento de autos y negativos en recaudación y despachos de cemento). En ese marco, el REM estima una caída del 3,8% del PBI en 2024.
En su blog, Domingo Cavallo explicó que "los dos factores que explican la drástica caída de la inflación entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 son el fuerte impacto recesivo del ajuste fiscal y el muy limitado ajuste cambiario posterior a la fuerte devaluación de diciembre".
Si la inflación sigue bajando, el Gobierno tendría cierto margen para mantener el dólar "pisado", con una suba del 2% mensual, aunque las expectativas para octubre son de una mayor caída de las reservas y Brasil continúa devaluando. La apuesta de Luis Caputo, según Marcelo Bonelli, es llegar al 2% de inflación en diciembre. Esto le permitiría ganar tiempo para mantener el cepo.
Las metas ambiciosas de inflación del presupuesto suponen que la inflación debería ser de 1,2% mensual hasta diciembre. Pero los analistas observan que la inflación muestra resistencia a converger con el tipo de cambio oficial.
Si bien el dato de septiembre fue el más bajo en los últimos tres años, la inflación anual se mantiene en un elevado 209% y, aunque los precios estacionales ayudaron a enfriar, los regulados subieron 4,5%.
"El alivio inflacionario parece transitorio; la preocupación de la gente según las encuestas ahora pasa más por el desempleo y la pobreza. Seguir bajando la inflación y reactivar la economía puede ser contradictorio con la política monetaria actual y la presión por devaluar, especialmente con Brasil moviendo el tablero", señaló la consultora Vectorial que dirige Eduardo Hecker.
Para Cavallo, el proceso de desinflación se estancó desde que el gobierno puso un freno de mano a la baja de tasas en mayo -que provocó la corrida sobre el dólar- y en junio comenzó una incipiente reactivación de la demanda, impulsada por un aumento de los salarios reales y la expansión del crédito al sector privado.
Una situación que plantea un dilema de hierro para el gobierno: bajar la inflación o reactivar.
El cálculo surge del último relevamiento de expectativas de mercado (REM) publicado por el Banco Central y que arrojó para septiembre el mismo valor que el INDEC. Según la mediana, el IPC subirá 3,4% en octubre, 3,3% en noviembre y 3,6% en diciembre de este año, seguido por un 3,4% en enero, 3,3% en febrero y 3% en marzo de 2025.
"Con una inflación estable en 3% mensual para el último trimestre, esperamos una inflación de 2024 en 120% (vs. 123.6%. del REM). Para 2025, proyectamos 35% de inflación y seguimos asumiendo menor CEPO en el primer trimestre de 2025", señaló un informe de FMyA, la consultora de Fernando Marull.
El economista estima una suba en los precios del 3,1% en octubre, igual que EcoGo, mientras que Equilibra prevé un 3,3%.
El Gobierno apuesta a que el ajuste fiscal, así sea sostenido con vetos, siga contribuyendo a la baja del IPC. La prioridad es cubrir los intereses de deuda y mantener a raya el resto del gasto bajo la premisa de que si se mantiene el déficit cero, se reduce necesidad del financiar las cuentas con emisión de pesos.
"Estamos convencidos de que la política monetaria de no emisión y el superávit fiscal están haciendo su trabajo para que la inflación siga bajando", sostienen en el Ministerio de Economía.
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, sumó otros factores en la Fundación Mediterránea hace dos semanas: dijo que las subas de tarifas aplicadas -de hasta el 500%- aumentaron la cobertura de su costo y "moderarán" los futuros ajustes, mientras la desregulación de las naftas y su convergencia con el precio internacional "alivia" la expectativa inflacionaria.
"El Gobierno ha logrado perforar el 4%, el ajuste está dando resultados en materia inflacionario, con algunas cautelas y precauciones. Es probable que el gobierno termine en diciembre con una inflación en torno a 2,5%", dijo el titular de Analytica, Ricardo Delgado.
Para el economista, los motores de la desaceleración son el "superávit fiscal, ancla cambiaria básicamente y una recuperación levísima de la actividad". Si bien el BCRA evalúa que la actividad habría cambiado de fase en abril o en los meses posteriores, Delgado afirma que "la sensación térmica será recesiva".
Los datos de septiembre de alta frecuencia muestran un mes mixto muy similar a agosto (con datos de demanda positivo de CAME, créditos, patentamiento de autos y negativos en recaudación y despachos de cemento). En ese marco, el REM estima una caída del 3,8% del PBI en 2024.
En su blog, Domingo Cavallo explicó que "los dos factores que explican la drástica caída de la inflación entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 son el fuerte impacto recesivo del ajuste fiscal y el muy limitado ajuste cambiario posterior a la fuerte devaluación de diciembre".
Si la inflación sigue bajando, el Gobierno tendría cierto margen para mantener el dólar "pisado", con una suba del 2% mensual, aunque las expectativas para octubre son de una mayor caída de las reservas y Brasil continúa devaluando. La apuesta de Luis Caputo, según Marcelo Bonelli, es llegar al 2% de inflación en diciembre. Esto le permitiría ganar tiempo para mantener el cepo.
Las metas ambiciosas de inflación del presupuesto suponen que la inflación debería ser de 1,2% mensual hasta diciembre. Pero los analistas observan que la inflación muestra resistencia a converger con el tipo de cambio oficial.
Si bien el dato de septiembre fue el más bajo en los últimos tres años, la inflación anual se mantiene en un elevado 209% y, aunque los precios estacionales ayudaron a enfriar, los regulados subieron 4,5%.
"El alivio inflacionario parece transitorio; la preocupación de la gente según las encuestas ahora pasa más por el desempleo y la pobreza. Seguir bajando la inflación y reactivar la economía puede ser contradictorio con la política monetaria actual y la presión por devaluar, especialmente con Brasil moviendo el tablero", señaló la consultora Vectorial que dirige Eduardo Hecker.
Para Cavallo, el proceso de desinflación se estancó desde que el gobierno puso un freno de mano a la baja de tasas en mayo -que provocó la corrida sobre el dólar- y en junio comenzó una incipiente reactivación de la demanda, impulsada por un aumento de los salarios reales y la expansión del crédito al sector privado.
Una situación que plantea un dilema de hierro para el gobierno: bajar la inflación o reactivar.