El 48% de los brasileros tiene una opinión favorable de Lula da Silva y casi un tercio cree que mejoró la democracia
Martes 24 de
Septiembre 2024
El sondeo del Pew Research Center midió también la imagen de Jair Bolsonaro y aportó interesantes nociones sobre lo que piensan sobre la dictadura militar. La mayoría de los encuestados fue optimista sobre el estatus de Brasil como fuerza internacional.
De acuerdo a una encuesta, alrededor de la mitad de los brasileros (48%) tiene una opinión favorable de Luiz Inácio Lula da Silva y casi un tercio (32%) afirma que su país se ha vuelto más democrático desde el regreso de Lula a la presidencia. Sin embargo, apenas el 59% cree que la democracia es un buen sistema para gobernar. Además, la mayoría se muestra optimista respecto al estatus de Brasil como potencia internacional.
El sondeo del Pew Research Center fue realizado a 1.054 adultos brasileños mediante entrevistas personales entre el 26 de enero y el 11 de marzo de 2024. En cuanto a las visiones partidarias, los encuestados ven al presidente Lula da Silva un poco más favorablemente que su predecesor, el líder opositor Jair Bolsonaro. Mientras que el 48% tiene una opinión favorable de Lula, el 40% tiene una visión favorable de Bolsonaro.
Los ciudadanos entre 18 y 34 años tienen más probabilidades de ver a Lula de forma positiva. El apoyo al oficialismo también es más común entre los brasileños negros o mestizos que entre los blancos, y más frecuente entre los adultos de clases populares y con menos educación que aquellos con mayores ingresos. También hay marcadas diferencias ideológicas en las evaluaciones de Lula. Mientras que el 73% de los brasileños de la izquierda tiene una opinión favorable de su presidente, sólo el 49% de los de centro y el 37% de los de derecha ven a Lula positivamente.
Jair Bolsonaro, quien ejerció como presidente desde 2019 hasta 2023, es visto menos favorablemente por el público brasileño. Sólo el 40% tiene una opinión favorable, mientras que el 58% aseguró tener una opinión desfavorable. Sin embargo, cabe mencionar que la encuesta se realizó antes de que se lo denunciara por presentar registros de vacunación COVID-19 falsos y por apropiarse indebidamente de joyas que recibió de Arabia Saudita mientras era jefe de Estado.
Los hombres ven a Bolsonaro más favorablemente que las mujeres, al igual que aquellos con mayores ingresos, en comparación con aquellos con ingresos más bajos. Los blancos son al menos diez puntos más propensos a apoyarlo y el 58% de la derecha tiene una visión positiva sobre el expresidente. En comparación, sólo el 33% de los del centro y el 16% de los de izquierda lo ven positivamente.
Mientras el país se prepara por primera vez para recibir a los líderes mundiales en la cumbre del G20 de este año, la mayoría de los encuestados fue optimista sobre el estatus de Brasil como fuerza internacional. Aproximadamente cuatro de cada diez dicen que Brasil eventualmente se convertirá en uno de los países más poderosos del mundo, mientras que una cuarta parte dice que Brasil ya se encuentra entre las principales potencias.
En el 2017, los brasileños eran decididamente más pesimistas sobre el potencial de su país para convertirse en una potencia internacional de primer orden. Actualmente, el porcentaje de brasileños que confían en sus líderes para hacer lo que es correcto para el país prácticamente se duplicó desde el 2017 (la última vez que el Pew Research Center había hecho esta encuesta), del 23% al 47% actual. Aquellos que están satisfechos con la democracia en Brasil también aumentaron del 28% al 44%, durante el mismo período.
Aproximadamente seis de cada diez adultos brasileños (59%) dicen que la democracia representativa es una buena manera de gobernar. Son más que los que apoyan otros sistemas políticos, pero es un nivel relativamente bajo, en comparación con los medidos en otras naciones. Fue llamativo que aproximadamente cuatro de cada diez consideraron que la dictadura militar es una buena manera de gobernar Brasil, una opinión es más común entre los de derecha.
La opinión más común es que la democracia no ha cambiado desde que Lula regresó al poder: el 42% sostuvo esta concepción. Pero otro 32% piensa que Brasil se ha vuelto más democrático, y el 21% piensa que ahora es menos democrático. En cuanto a las instituciones, más del 60% cree que la policía, el ejército, los bancos, los líderes religiosos y los medios de comunicación tienen un impacto positivo en su país, lo mismo sucede con dos tercios de los encuestados respecto a las grandes compañías internacionales.
Sin embargo, los brasileños están casi divididos a la mitad sobre la influencia del sistema judicial: el 45% lo ve como una buena influencia, mientras que el 47% dice que tiene una mala influencia social. Por supuesto, la encuesta se realizó antes de que la Corte Suprema de Brasil confirmara la prohibición de la red social X.
Por último, los brasileños dicen que su nación está dividida en grupos sociales, y que ven conflictos especialmente fuertes entre los partidarios de diferentes partidos políticos. También ven divisiones entre diferentes grupos raciales y religiosos. Del estudio se concluye que los brasileños ven a sus pares con desconfianza. Solo el 17% dice que, en general, se puede confiar en la mayoría de las personas, mientras que el 81% dice que no se puede confiar en ellas. Y el 24% piensa que la gente trata de ayudar a los demás la mayor parte del tiempo, mientras que el 74% dice que la mayoría de las veces la gente solo se preocupa por sí misma.
El sondeo del Pew Research Center fue realizado a 1.054 adultos brasileños mediante entrevistas personales entre el 26 de enero y el 11 de marzo de 2024. En cuanto a las visiones partidarias, los encuestados ven al presidente Lula da Silva un poco más favorablemente que su predecesor, el líder opositor Jair Bolsonaro. Mientras que el 48% tiene una opinión favorable de Lula, el 40% tiene una visión favorable de Bolsonaro.
Los ciudadanos entre 18 y 34 años tienen más probabilidades de ver a Lula de forma positiva. El apoyo al oficialismo también es más común entre los brasileños negros o mestizos que entre los blancos, y más frecuente entre los adultos de clases populares y con menos educación que aquellos con mayores ingresos. También hay marcadas diferencias ideológicas en las evaluaciones de Lula. Mientras que el 73% de los brasileños de la izquierda tiene una opinión favorable de su presidente, sólo el 49% de los de centro y el 37% de los de derecha ven a Lula positivamente.
Jair Bolsonaro, quien ejerció como presidente desde 2019 hasta 2023, es visto menos favorablemente por el público brasileño. Sólo el 40% tiene una opinión favorable, mientras que el 58% aseguró tener una opinión desfavorable. Sin embargo, cabe mencionar que la encuesta se realizó antes de que se lo denunciara por presentar registros de vacunación COVID-19 falsos y por apropiarse indebidamente de joyas que recibió de Arabia Saudita mientras era jefe de Estado.
Los hombres ven a Bolsonaro más favorablemente que las mujeres, al igual que aquellos con mayores ingresos, en comparación con aquellos con ingresos más bajos. Los blancos son al menos diez puntos más propensos a apoyarlo y el 58% de la derecha tiene una visión positiva sobre el expresidente. En comparación, sólo el 33% de los del centro y el 16% de los de izquierda lo ven positivamente.
Democracia y posición mundial de Brasil
Mientras el país se prepara por primera vez para recibir a los líderes mundiales en la cumbre del G20 de este año, la mayoría de los encuestados fue optimista sobre el estatus de Brasil como fuerza internacional. Aproximadamente cuatro de cada diez dicen que Brasil eventualmente se convertirá en uno de los países más poderosos del mundo, mientras que una cuarta parte dice que Brasil ya se encuentra entre las principales potencias.
En el 2017, los brasileños eran decididamente más pesimistas sobre el potencial de su país para convertirse en una potencia internacional de primer orden. Actualmente, el porcentaje de brasileños que confían en sus líderes para hacer lo que es correcto para el país prácticamente se duplicó desde el 2017 (la última vez que el Pew Research Center había hecho esta encuesta), del 23% al 47% actual. Aquellos que están satisfechos con la democracia en Brasil también aumentaron del 28% al 44%, durante el mismo período.
Aproximadamente seis de cada diez adultos brasileños (59%) dicen que la democracia representativa es una buena manera de gobernar. Son más que los que apoyan otros sistemas políticos, pero es un nivel relativamente bajo, en comparación con los medidos en otras naciones. Fue llamativo que aproximadamente cuatro de cada diez consideraron que la dictadura militar es una buena manera de gobernar Brasil, una opinión es más común entre los de derecha.
La opinión más común es que la democracia no ha cambiado desde que Lula regresó al poder: el 42% sostuvo esta concepción. Pero otro 32% piensa que Brasil se ha vuelto más democrático, y el 21% piensa que ahora es menos democrático. En cuanto a las instituciones, más del 60% cree que la policía, el ejército, los bancos, los líderes religiosos y los medios de comunicación tienen un impacto positivo en su país, lo mismo sucede con dos tercios de los encuestados respecto a las grandes compañías internacionales.
Sin embargo, los brasileños están casi divididos a la mitad sobre la influencia del sistema judicial: el 45% lo ve como una buena influencia, mientras que el 47% dice que tiene una mala influencia social. Por supuesto, la encuesta se realizó antes de que la Corte Suprema de Brasil confirmara la prohibición de la red social X.
Por último, los brasileños dicen que su nación está dividida en grupos sociales, y que ven conflictos especialmente fuertes entre los partidarios de diferentes partidos políticos. También ven divisiones entre diferentes grupos raciales y religiosos. Del estudio se concluye que los brasileños ven a sus pares con desconfianza. Solo el 17% dice que, en general, se puede confiar en la mayoría de las personas, mientras que el 81% dice que no se puede confiar en ellas. Y el 24% piensa que la gente trata de ayudar a los demás la mayor parte del tiempo, mientras que el 74% dice que la mayoría de las veces la gente solo se preocupa por sí misma.
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