En la Convención Demócrata, Obama se burló de una ''obsesión'' de Trump con un inesperado gesto que se hizo viral
Miércoles 21 de
Agosto 2024
En dos elogiados discursos, el expresidente y su esposa Michelle instaron a los estadounidenses a apoyar a Kamala Harris y destacaron la necesidad de unidad en un país polarizado
CHICAGO.- El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle Obama, dieron un golpe de efecto en la Convención Nacional Demócrata el martes por la noche, donde instaron a los estadounidenses a apoyar a Kamala Harris en su candidatura presidencial de última hora contra el republicano Donald Trump.
Obama, el primer presidente negro de EE.UU., utilizó su considerable capital político para respaldar a Harris en su intento histórico de convertirse el próximo 5 de noviembre en la primera mujer, persona negra y de ascendencia sudasiática en ser elegida presidenta de EE.UU., mientras lanzó agudas críticas a Trump.
Desde el escenario en el United Center, Obama comparó a Trump con “el vecino que sigue usando su soplador de hojas afuera de tu ventana cada minuto de cada día”, obsesionado constantemente con sus propias necesidades, sus propios deseos, sus propias dificultades y no con las de las personas a las que quiere representar.
”Aquí tenemos a un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera dorada hace nueve años”, dijo el expresidente. “Ha sido un flujo constante de quejas y agravios que, de hecho, han empeorado ahora que tiene miedo de perder contra Kamala”.
Pero hubo un momento particular en el que Obama criticó con ironía la obsesión de su sucesor con “el tamaño de las multitudes”. En ese instante, Obama juntó las manos de una forma que insinuaba cierta preocupación por el tamaño del pene. La multitud estalló en carcajadas, y él respondió con una expresión de falsa inocencia que parecía decir: “No sé de qué están hablando”. El momento se viralizó en las redes sociales.
Por otro lado, el exmandatario abogó por la unidad de un país polarizado que enfrentará una disputada pelea entre Harris, de 59 años, y el republicano Donald Trump, de 78. “Creo que lo que ansiamos es volver a un país en el que podamos trabajar juntos”, dijo.
Obama, un reconocido orador, advirtió en su discurso que el país vive un momento delicado al subrayar que la elección del 5 de noviembre es sobre “la restauración de lo que Lincoln llamó, a la vera de una guerra civil, de ‘nuestros lazos de afecto’”.”Donald Trump quiere hacernos creer que este país está dividido sin esperanzas entre nosotros y ellos (...) Es uno de los más antiguos trucos en política”, comentó. ”Ya vimos esa película, y sabemos que las secuelas son usualmente peores”.
Retórica Obama
Los Obama, que hablaron consecutivamente durante una hora, evocaron en los demócratas una era pasada de esperanza y cambio, mientras energizaban a la convención tras la nominación simbólica de la vicepresidenta Kamala Harris para la presidencia y del gobernador de Minnesota, Tim Walz, como compañero de fórmula.
Obama fue presentado por su esposa, Michelle, que encabeza la lista de deseos de los demócratas como futura presidenta. Cuando apareció en el escenario se abrazaron y con una sonrisa, él la señaló para invitar a más aplausos de la multitud.
“Soy la única persona lo suficientemente estúpida como para hablar después de Michelle Obama”, dijo el exmandatario, en un guiño a la ovación que recibió su mujer.
“Estados Unidos, la esperanza está volviendo”, dijo Michelle Obama, en un guiño a la primera campaña presidencial de Obama en 2008. Sin pelos en la lengua, advirtió de que Trump intentaría distorsionar la verdad de Harris, al igual que hizo “todo lo que estaba en su mano para intentar que la gente nos temiera”.
“Algo maravillosamente mágico está en el aire (...) es el contagioso poder de la esperanza”, dijo a la audiencia a la que arrancó aplausos línea tras línea.
Michelle también usó su tiempo para atacar a Trump. “Su visión limitada y estrecha del mundo le hizo sentirse amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, muy educadas y con éxito que además resultaron ser negras”, dijo entre aplausos ensordecedores. “¿Quién va a decirle que el trabajo que busca actualmente podría ser uno de esos ‘empleos de negros’?”, preguntó. En campaña, Trump se ha referido a los migrantes que cruzan a EE.UU. como si les quitaran “empleos de negros”.
Los delegados y los invitados también sumaron su parte. Pero parecía claro que Michelle Obama le dio un poco más de emoción al público. Aunque notoriamente desilusionada por la política, ella es vista por demócratas y republicanos por igual como una de las oradoras políticas más hábiles del país. Pero no lo hace con frecuencia, así que cuando lo hace, sus admiradores responden.
Obama, el primer presidente negro de EE.UU., utilizó su considerable capital político para respaldar a Harris en su intento histórico de convertirse el próximo 5 de noviembre en la primera mujer, persona negra y de ascendencia sudasiática en ser elegida presidenta de EE.UU., mientras lanzó agudas críticas a Trump.
Desde el escenario en el United Center, Obama comparó a Trump con “el vecino que sigue usando su soplador de hojas afuera de tu ventana cada minuto de cada día”, obsesionado constantemente con sus propias necesidades, sus propios deseos, sus propias dificultades y no con las de las personas a las que quiere representar.
”Aquí tenemos a un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera dorada hace nueve años”, dijo el expresidente. “Ha sido un flujo constante de quejas y agravios que, de hecho, han empeorado ahora que tiene miedo de perder contra Kamala”.
Pero hubo un momento particular en el que Obama criticó con ironía la obsesión de su sucesor con “el tamaño de las multitudes”. En ese instante, Obama juntó las manos de una forma que insinuaba cierta preocupación por el tamaño del pene. La multitud estalló en carcajadas, y él respondió con una expresión de falsa inocencia que parecía decir: “No sé de qué están hablando”. El momento se viralizó en las redes sociales.
Por otro lado, el exmandatario abogó por la unidad de un país polarizado que enfrentará una disputada pelea entre Harris, de 59 años, y el republicano Donald Trump, de 78. “Creo que lo que ansiamos es volver a un país en el que podamos trabajar juntos”, dijo.
Obama, un reconocido orador, advirtió en su discurso que el país vive un momento delicado al subrayar que la elección del 5 de noviembre es sobre “la restauración de lo que Lincoln llamó, a la vera de una guerra civil, de ‘nuestros lazos de afecto’”.”Donald Trump quiere hacernos creer que este país está dividido sin esperanzas entre nosotros y ellos (...) Es uno de los más antiguos trucos en política”, comentó. ”Ya vimos esa película, y sabemos que las secuelas son usualmente peores”.
Retórica Obama
Los Obama, que hablaron consecutivamente durante una hora, evocaron en los demócratas una era pasada de esperanza y cambio, mientras energizaban a la convención tras la nominación simbólica de la vicepresidenta Kamala Harris para la presidencia y del gobernador de Minnesota, Tim Walz, como compañero de fórmula.
Obama fue presentado por su esposa, Michelle, que encabeza la lista de deseos de los demócratas como futura presidenta. Cuando apareció en el escenario se abrazaron y con una sonrisa, él la señaló para invitar a más aplausos de la multitud.
“Soy la única persona lo suficientemente estúpida como para hablar después de Michelle Obama”, dijo el exmandatario, en un guiño a la ovación que recibió su mujer.
“Estados Unidos, la esperanza está volviendo”, dijo Michelle Obama, en un guiño a la primera campaña presidencial de Obama en 2008. Sin pelos en la lengua, advirtió de que Trump intentaría distorsionar la verdad de Harris, al igual que hizo “todo lo que estaba en su mano para intentar que la gente nos temiera”.
“Algo maravillosamente mágico está en el aire (...) es el contagioso poder de la esperanza”, dijo a la audiencia a la que arrancó aplausos línea tras línea.
Michelle también usó su tiempo para atacar a Trump. “Su visión limitada y estrecha del mundo le hizo sentirse amenazado por la existencia de dos personas trabajadoras, muy educadas y con éxito que además resultaron ser negras”, dijo entre aplausos ensordecedores. “¿Quién va a decirle que el trabajo que busca actualmente podría ser uno de esos ‘empleos de negros’?”, preguntó. En campaña, Trump se ha referido a los migrantes que cruzan a EE.UU. como si les quitaran “empleos de negros”.
Los delegados y los invitados también sumaron su parte. Pero parecía claro que Michelle Obama le dio un poco más de emoción al público. Aunque notoriamente desilusionada por la política, ella es vista por demócratas y republicanos por igual como una de las oradoras políticas más hábiles del país. Pero no lo hace con frecuencia, así que cuando lo hace, sus admiradores responden.
Con información de
La Nación