¿Nuevas elecciones en Venezuela? La contundente respuesta de María Corina Machado a Lula por su propuesta a Maduro
Jueves 15 de
Agosto 2024
La líder opositora volvió a rechazar la posibilidad de realizar nuevos comicios o un gobierno de transición, la otra sugerencia del presidente brasileño
La líder opositora venezolana María Corina Machado respondió este jueves a la propuesta que esgrimió el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien había afirmado poco antes que el presidente Nicolás Maduro podría convocar una nueva votación “si tiene sentido común”, una idea que la oposición rechaza de plano.
“Yo les pregunto a ustedes: se va una segunda elección y si no les gustan los resultados, ¿qué? ¿Vamos a una tercera? ¿A una cuarta? ¿A una quinta? ¿Hasta que le guste a Maduro?”, fue la respuesta de la líder opositora en una conferencia de prensa por Zoom con medios de la Argentina, Chile y Brasil, entre ellos, LA NACION.
“Fuimos a una elección con las reglas de la tiranía, la gente nos dijo que estábamos locos porque iba a haber un fraude monumental que no íbamos a poder probar”, dijo Machado, quien encabezó un conteo de actas propios -gracias a un ejército de testigos de mesa- que da cuenta de un triunfo de su candidato, Edmundo González Urrutia, por un 60% de los votos.
Machado se refirió a la ola represiva que lanzó el gobierno de Maduro para sofocar las protestas contra lo que la oposición y parte de la comunidad internacional denuncia como un fraude, y que dejó por lo menos 25 muertos y más de 2200 detenidos.
“Plantear desconocer lo que ocurrió el 28 de julio es un insulto al pueblo venezolano... Las elecciones ya ocurrieron”, agregó. “La soberanía popular se respeta”, remarcó.
Machado también descartó la posibilidad de un gobierno de coalición, otra de las propuestas de Lula. “Eso se ha dado en contextos democráticos y ese no es nuestro caso”, respondió la dirigente. “Nosotros estamos ofreciendo incentivos y salvaguardas, pero en una transición a la democracia”, agregó, sobre su propuesta de garantías al chavismo en el caso de que deje el poder.
Más temprano, en una entrevista radial, Lula da Silva dijo que todavía no reconoce a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio y sugirió la convocatoria a nuevas elecciones.
“A Maduro todavía le quedan seis meses de mandato. Es el presidente independientemente de las elecciones. Si tiene sentido común, podría convocar al pueblo de Venezuela, tal vez incluso convocar nuevas elecciones, crear un comité electoral y permitir que observadores de todo el mundo realicen un seguimiento”, dijo Lula en una entrevista con Radio T.
A diferencia de muchas otros países que ya han reconocido como ganador a Maduro o al opositor Edmundo González, los gobiernos de Brasil, Colombia y México han asumido una postura más neutral. En un comunicado conjunto, los tres países llamaron al organismo electoral de Venezuela, el Consejo Nacional Electoral (CNE) a que divulgue decenas de miles de actas electorales, que se consideran la prueba definitiva de los resultados que dieron como ganador a Maduro y que despertó fuertes cuestionamientos a nivel internacional por la falta de pruebas.
Durante el gobierno de Lula, Brasil se forjó como un importante mediador, incluso en el Acuerdo de Barbados, alcanzado en octubre, cuando el gobierno de Maduro y la oposición política llegaron a un convenio sobre una nueva elección que generó el alivio de las sanciones estadounidenses.
Celso Amorim, el asesor internacional más cercano a Lula y exministro de Relaciones Exteriores, viajó a Caracas en julio como observador de la elección. Al hablar ante una comisión del Senado la mañana del jueves, Amorim dijo -en línea con el presidente brasileño- que una nueva elección tendría que ser verificada de una forma sólida y robusta.
La ley venezolana permite una nueva votación siempre que el Consejo Nacional Electoral o las autoridades judiciales anulen una elección considerada fraudulenta o cuyo resultado haya sido imposible de determinar. La nueva elección deberá ocurrir en un plazo de entre seis y 12 meses en las mismas condiciones que la votación anulada, y los mismos candidatos deberán aparecer en la boleta.
“Yo les pregunto a ustedes: se va una segunda elección y si no les gustan los resultados, ¿qué? ¿Vamos a una tercera? ¿A una cuarta? ¿A una quinta? ¿Hasta que le guste a Maduro?”, fue la respuesta de la líder opositora en una conferencia de prensa por Zoom con medios de la Argentina, Chile y Brasil, entre ellos, LA NACION.
“Fuimos a una elección con las reglas de la tiranía, la gente nos dijo que estábamos locos porque iba a haber un fraude monumental que no íbamos a poder probar”, dijo Machado, quien encabezó un conteo de actas propios -gracias a un ejército de testigos de mesa- que da cuenta de un triunfo de su candidato, Edmundo González Urrutia, por un 60% de los votos.
Machado se refirió a la ola represiva que lanzó el gobierno de Maduro para sofocar las protestas contra lo que la oposición y parte de la comunidad internacional denuncia como un fraude, y que dejó por lo menos 25 muertos y más de 2200 detenidos.
“Plantear desconocer lo que ocurrió el 28 de julio es un insulto al pueblo venezolano... Las elecciones ya ocurrieron”, agregó. “La soberanía popular se respeta”, remarcó.
Machado también descartó la posibilidad de un gobierno de coalición, otra de las propuestas de Lula. “Eso se ha dado en contextos democráticos y ese no es nuestro caso”, respondió la dirigente. “Nosotros estamos ofreciendo incentivos y salvaguardas, pero en una transición a la democracia”, agregó, sobre su propuesta de garantías al chavismo en el caso de que deje el poder.
Más temprano, en una entrevista radial, Lula da Silva dijo que todavía no reconoce a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio y sugirió la convocatoria a nuevas elecciones.
“A Maduro todavía le quedan seis meses de mandato. Es el presidente independientemente de las elecciones. Si tiene sentido común, podría convocar al pueblo de Venezuela, tal vez incluso convocar nuevas elecciones, crear un comité electoral y permitir que observadores de todo el mundo realicen un seguimiento”, dijo Lula en una entrevista con Radio T.
A diferencia de muchas otros países que ya han reconocido como ganador a Maduro o al opositor Edmundo González, los gobiernos de Brasil, Colombia y México han asumido una postura más neutral. En un comunicado conjunto, los tres países llamaron al organismo electoral de Venezuela, el Consejo Nacional Electoral (CNE) a que divulgue decenas de miles de actas electorales, que se consideran la prueba definitiva de los resultados que dieron como ganador a Maduro y que despertó fuertes cuestionamientos a nivel internacional por la falta de pruebas.
Durante el gobierno de Lula, Brasil se forjó como un importante mediador, incluso en el Acuerdo de Barbados, alcanzado en octubre, cuando el gobierno de Maduro y la oposición política llegaron a un convenio sobre una nueva elección que generó el alivio de las sanciones estadounidenses.
Celso Amorim, el asesor internacional más cercano a Lula y exministro de Relaciones Exteriores, viajó a Caracas en julio como observador de la elección. Al hablar ante una comisión del Senado la mañana del jueves, Amorim dijo -en línea con el presidente brasileño- que una nueva elección tendría que ser verificada de una forma sólida y robusta.
La ley venezolana permite una nueva votación siempre que el Consejo Nacional Electoral o las autoridades judiciales anulen una elección considerada fraudulenta o cuyo resultado haya sido imposible de determinar. La nueva elección deberá ocurrir en un plazo de entre seis y 12 meses en las mismas condiciones que la votación anulada, y los mismos candidatos deberán aparecer en la boleta.
Con información de
La Nación