El FBI investiga supuestos actos de jaqueo de Irán en la campaña de Trump y en las de Biden y Harris
Martes 13 de
Agosto 2024
El candidato republicano denunció el sábado la injerencia de Teherán sin proporcionar pruebas mientras la agencia indaga desde junio en las comunicaciones del equipo demócrata
Pese a que Irán ha negado haber pirateado ninguna campaña, el FBI de Estados Unidos ha informado este lunes de que está investigando las alegaciones de presunto espionaje por parte de la campaña presidencial de Donald Trump, que el sábado acusó sin proporcionar pruebas al régimen de los ayatolás de jaquear comunicaciones de su campaña; en concreto información sobre la selección de J.D. Vance sobre candidato a vicepresidente, que fue publicada por el semanario Politico. El FBI, en el punto de mira por los fallos de seguridad del mitin en que Trump fue objeto de un atentado, investiga también un supuesto jaqueo dirigido a asesores de la campaña del presidente Joe Biden —que renunció a la carrera el pasado 21 de julio— y de la vicepresidenta y actual candidata a la Casa Blanca Kamala Harris, ha informado este lunes el diario The Washington Post.
El expresidente y candidato republicano dijo el sábado que Microsoft había informado la víspera a su campaña de que Irán había jaqueado una de sus páginas web. Trump afirmó entonces que Irán sólo fue “capaz de obtener información públicamente disponible”, pero, como señaló entonces la agencia Reuters, no fue capaz de proporcionar ninguna prueba que sustentase la acusación y algunos analistas interpretaron que pretendía sobre todo desviar la atención del protagonismo mediático de Kamala Harris para volver a ocupar el centro de los focos.
El FBI inició la investigación en junio, cuando Biden aún era candidato a la presidencia, sospechando que Irán estaba detrás de los intentos de robar datos de dos campañas presidenciales estadounidenses, informa el citado diario, citando fuentes cercanas al caso. De hecho, antes de confirmarse este lunes la existencia de una investigación, los principales medios estadounidenses venían especulando con posibles actos de ciberpirateo de China e Irán, que replicarían las maniobras de desinformación atribuidas en anteriores campañas a Rusia y en la de 2020, también a Teherán. En este sentido, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, ha recordado hoy que un informe de la inteligencia estadounidense publicado el mese pasado concluyó que Irán está trabajando para influir en estos comicios. “Por tanto, ciertamente somos conscientes de que tienen esa intención”, dijo.
La campaña de Harris, que sucedió a Biden en la lid y ya cuenta con el número de delegados necesarios para ser designada oficialmente candidata a la Casa Blanca en la convención demócrata de Chicago, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Por medio de su portavoz, Karine Jean-Pierre, la Casa Blanca ha condenado este lunes “enérgicamente que cualquier gobierno o entidad extranjera intente interferir” en el proceso electoral o “que intente de cualquier manera socavar la confianza” en las instituciones democráticas. Washington, ha añadido la portavoz, se toma “extremadamente en serio” cualquier información sobre jaqueo aunque declinó “hacer comentarios sobre la veracidad de esas afirmaciones de que Irán estuvo involucrado”.
La campaña de Trump se ha referido a un informe transmitido el viernes por investigadores de Microsoft que indicaba que ciberpiratas vinculados a las autoridades de Teherán intentaron acceder a los datos de un alto cargo de su campaña en junio (la agencia Reuters citaba la información de Político de que se trataba de Vance y sus puntos débiles, un completo dosier de 271 páginas que también habría recibido el Washington Post). El informe de Microsoft, que no se hizo público, añadía que los piratas informáticos se hicieron con una cuenta perteneciente a un antiguo asesor político republicano y la utilizaron para atacar al objetivo, cuya identidad no proporcionó. El supuesto dosier sobre Vance fue enviado desde una cuenta de un popular servidor de correo estadounidense junto con un documento sobre Marco Rubio, el senador de Florida que en su día sonó como compañero de fórmula de Trump.
Irán baraja desde hace dos semanas las opciones de ataque a Israel para vengar los asesinatos en Beirut de un líder de Hezbolá y en Teherán del responsable de Hamás, Ismail Haniya, por lo que las acusaciones de ciberespionaje revisten una importancia relativa en comparación con la escalada de tensión en la región —la posibilidad de una guerra abierta— que supondría la réplica de Israel al hipotético ataque iraní.
El expresidente y candidato republicano dijo el sábado que Microsoft había informado la víspera a su campaña de que Irán había jaqueado una de sus páginas web. Trump afirmó entonces que Irán sólo fue “capaz de obtener información públicamente disponible”, pero, como señaló entonces la agencia Reuters, no fue capaz de proporcionar ninguna prueba que sustentase la acusación y algunos analistas interpretaron que pretendía sobre todo desviar la atención del protagonismo mediático de Kamala Harris para volver a ocupar el centro de los focos.
El FBI inició la investigación en junio, cuando Biden aún era candidato a la presidencia, sospechando que Irán estaba detrás de los intentos de robar datos de dos campañas presidenciales estadounidenses, informa el citado diario, citando fuentes cercanas al caso. De hecho, antes de confirmarse este lunes la existencia de una investigación, los principales medios estadounidenses venían especulando con posibles actos de ciberpirateo de China e Irán, que replicarían las maniobras de desinformación atribuidas en anteriores campañas a Rusia y en la de 2020, también a Teherán. En este sentido, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, ha recordado hoy que un informe de la inteligencia estadounidense publicado el mese pasado concluyó que Irán está trabajando para influir en estos comicios. “Por tanto, ciertamente somos conscientes de que tienen esa intención”, dijo.
La campaña de Harris, que sucedió a Biden en la lid y ya cuenta con el número de delegados necesarios para ser designada oficialmente candidata a la Casa Blanca en la convención demócrata de Chicago, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Por medio de su portavoz, Karine Jean-Pierre, la Casa Blanca ha condenado este lunes “enérgicamente que cualquier gobierno o entidad extranjera intente interferir” en el proceso electoral o “que intente de cualquier manera socavar la confianza” en las instituciones democráticas. Washington, ha añadido la portavoz, se toma “extremadamente en serio” cualquier información sobre jaqueo aunque declinó “hacer comentarios sobre la veracidad de esas afirmaciones de que Irán estuvo involucrado”.
La campaña de Trump se ha referido a un informe transmitido el viernes por investigadores de Microsoft que indicaba que ciberpiratas vinculados a las autoridades de Teherán intentaron acceder a los datos de un alto cargo de su campaña en junio (la agencia Reuters citaba la información de Político de que se trataba de Vance y sus puntos débiles, un completo dosier de 271 páginas que también habría recibido el Washington Post). El informe de Microsoft, que no se hizo público, añadía que los piratas informáticos se hicieron con una cuenta perteneciente a un antiguo asesor político republicano y la utilizaron para atacar al objetivo, cuya identidad no proporcionó. El supuesto dosier sobre Vance fue enviado desde una cuenta de un popular servidor de correo estadounidense junto con un documento sobre Marco Rubio, el senador de Florida que en su día sonó como compañero de fórmula de Trump.
Irán baraja desde hace dos semanas las opciones de ataque a Israel para vengar los asesinatos en Beirut de un líder de Hezbolá y en Teherán del responsable de Hamás, Ismail Haniya, por lo que las acusaciones de ciberespionaje revisten una importancia relativa en comparación con la escalada de tensión en la región —la posibilidad de una guerra abierta— que supondría la réplica de Israel al hipotético ataque iraní.
Con información de
El País