Apoyado por Elon Musk, Trump regresó a la plataforma que lo catapultó a la Casa Blanca en un momento crítico de su campaña
Lunes 12 de
Agosto 2024
Volvió a publicar en X, antes Twitter, antes de una entrevista con Elon Musk; su regreso le asestó un golpe a su propia red social, Truth Social, que nunca despegó
WASHINGTON.- Donald Trump construyó su camino a la Casa Blanca en Twitter, su plataforma predilecta. Ocho años después, y luego de una larga pausa que amagó con ser una ruptura y de una experiencia poco prolífica con su propia red, Truth Social, Trump volvió a Twitter, ahora X. La intención es la misma: marcar el tono, acaparar la conversación y abrirse camino a lo más alto del poder político en Estados Unidos.
El regreso de Trump a la red social predilecta del mundo político –con una tormenta de tuits que llevó su sello– se cerró en una entrevista con el nuevo dueño de la plataforma, Elon Musk, quien le dio su respaldo formal el mes pasado, una alianza peculiar con intereses comunes. Trump necesita ampliar su dominio en el mundo virtual para enfrentar a su nueva rival, la vicepresidenta Kalama Harris, y una campaña más difícil y complicada que el duelo original contra el presidente, Joe Biden. Y Musk vio crecer exponencialmente el negocio de Tesla gracias a la política de préstamos, subsidios e incentivos para la compra de vehículos eléctricos del gobierno demócrata, que Trump quiere reemplazar con una política de “perforá, nene, perforá”.
El retorno de Trump a X ocurre en medio de un reseteo inédito en la campaña presidencial de Estados Unidos luego del paso al costado de Biden y la coronación de Harris como su heredera política y candidata presidencial de los demócratas. El ascenso de Harris sacó de la modorra a los demócratas y le dio un nuevo impulso al oficialismo que se tradujo en actos de campaña multitudinarios y un repunte en las encuestas. Más afilada, ágil y agresiva, la nueva campaña demócrata logró ya un primer objetivo: cambiar la dinámica electoral. Con todo, la elección sigue abierta, y los sondeos apuntan a una disputa voto a voto.
“Quieren silenciarme porque nunca los dejaré que los silencien a ustedes”, dice Trump en el video de campaña que marcó su retorno a Twitter, en el que vuelve a victimizarse por el amplio prontuario que enfrenta en los tribunales norteamericanos. Otro video retomó uno de los mensajes centrales de su campaña: “¿Están mejor ahora que cuando yo era presidente? Nuestra economía está destrozada. Nuestra frontera ha sido borrada. Somos una nación en decadencia”, dice Trump.
El último mensaje de Trump había sido el 24 de agosto de 2023, cuando publicó la foto que le tomaron en la prisión de Georgia luego de que fue arrestado en la causa en la justicia estatal por su intento de revertir su derrota en la elección presidencial de 2020. Antes de esa publicación, Trump había anunciado el 8 de enero de 2021 que no iría a la jura de Joe Biden. Después, Twitter lo proscribió al acusarlo de utilizar la red para alentar el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021 y difundir lo que luego se llamó la “Gran Mentira”, su denuncia infundada de que hubo un fraude masivo en su contra que provocó su derrota ante Biden.
El nuevo X de Musk es muy distinto al antiguo Twitter de Jack Dorsey. Trump se encontrará con menos controles, un escrutinio mucho más laxo sobre las publicaciones, más desinformación –un terreno fértil para su mensaje, nutrido de falsedades– y más contenido viral. Más allá de esos cambios, la red sigue siendo la plataforma política por excelencia, y todos los intentos por quitarle protagonismo en los últimos años –Threads, Mastodon, Post o Bluesky, e incluso Truth Social– fracasaron en desplazarla. Como prueba de la influencia de X, Biden eligió la plataforma para anunciar su salida de la carrera presidencial, la noticia política más importante de este año. Otro dato: Trump tiene más de 88 millones de seguidores en X, contra menos de 8 millones en Truth Social.
El precio de las acciones de Truth Social derrapó casi un 6% luego del retorno de Trump a X.
El regreso de Trump a la red social predilecta del mundo político –con una tormenta de tuits que llevó su sello– se cerró en una entrevista con el nuevo dueño de la plataforma, Elon Musk, quien le dio su respaldo formal el mes pasado, una alianza peculiar con intereses comunes. Trump necesita ampliar su dominio en el mundo virtual para enfrentar a su nueva rival, la vicepresidenta Kalama Harris, y una campaña más difícil y complicada que el duelo original contra el presidente, Joe Biden. Y Musk vio crecer exponencialmente el negocio de Tesla gracias a la política de préstamos, subsidios e incentivos para la compra de vehículos eléctricos del gobierno demócrata, que Trump quiere reemplazar con una política de “perforá, nene, perforá”.
El retorno de Trump a X ocurre en medio de un reseteo inédito en la campaña presidencial de Estados Unidos luego del paso al costado de Biden y la coronación de Harris como su heredera política y candidata presidencial de los demócratas. El ascenso de Harris sacó de la modorra a los demócratas y le dio un nuevo impulso al oficialismo que se tradujo en actos de campaña multitudinarios y un repunte en las encuestas. Más afilada, ágil y agresiva, la nueva campaña demócrata logró ya un primer objetivo: cambiar la dinámica electoral. Con todo, la elección sigue abierta, y los sondeos apuntan a una disputa voto a voto.
“Quieren silenciarme porque nunca los dejaré que los silencien a ustedes”, dice Trump en el video de campaña que marcó su retorno a Twitter, en el que vuelve a victimizarse por el amplio prontuario que enfrenta en los tribunales norteamericanos. Otro video retomó uno de los mensajes centrales de su campaña: “¿Están mejor ahora que cuando yo era presidente? Nuestra economía está destrozada. Nuestra frontera ha sido borrada. Somos una nación en decadencia”, dice Trump.
El último mensaje de Trump había sido el 24 de agosto de 2023, cuando publicó la foto que le tomaron en la prisión de Georgia luego de que fue arrestado en la causa en la justicia estatal por su intento de revertir su derrota en la elección presidencial de 2020. Antes de esa publicación, Trump había anunciado el 8 de enero de 2021 que no iría a la jura de Joe Biden. Después, Twitter lo proscribió al acusarlo de utilizar la red para alentar el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021 y difundir lo que luego se llamó la “Gran Mentira”, su denuncia infundada de que hubo un fraude masivo en su contra que provocó su derrota ante Biden.
El nuevo X de Musk es muy distinto al antiguo Twitter de Jack Dorsey. Trump se encontrará con menos controles, un escrutinio mucho más laxo sobre las publicaciones, más desinformación –un terreno fértil para su mensaje, nutrido de falsedades– y más contenido viral. Más allá de esos cambios, la red sigue siendo la plataforma política por excelencia, y todos los intentos por quitarle protagonismo en los últimos años –Threads, Mastodon, Post o Bluesky, e incluso Truth Social– fracasaron en desplazarla. Como prueba de la influencia de X, Biden eligió la plataforma para anunciar su salida de la carrera presidencial, la noticia política más importante de este año. Otro dato: Trump tiene más de 88 millones de seguidores en X, contra menos de 8 millones en Truth Social.
El precio de las acciones de Truth Social derrapó casi un 6% luego del retorno de Trump a X.
Con información de
La Nación