Temor en Venezuela: cómo es el operativo “Tun Tun” que persigue a opositores en base a denuncias anónimas
Jueves 08 de
Agosto 2024
Ya hay más de 2200 detenidos desde que estallaron las protestas contra el triunfo que se sospecha fraudulento de Nicolás Maduro en las elecciones. Los militantes se esconden para evitar arrestos.
En Venezuela, los militantes opositores se esconden para evitar ser detenidos, como otras 2200 personas cuyo paradero en su mayoría se desconoce. Sus dirigentes se resguardan y la diplomacia impulsa una mediación que no termina de arrancar. En ese escenario de máxima tensión, el presidente Nicolás Maduro arengó a la población a delatar a los sospechosos de cometer actos violentos.
“¡Vamos por ellos! Hay que hacerse respetar en el barrio. ¡Háganme la denuncia de los delincuentes fascistas para irlos a buscar! ¡Voy a proteger al pueblo calle por calle, barrio por barrio!”, clamó desde el Palacio de Miraflores, sede de gobierno.
Las denuncias, todas anónimas, son recepcionadas a través de una aplicación móvil para gestionar planes sociales y una línea telefónica de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), uno de los más temidos cuerpos de seguridad del gobierno. Cualquiera puede denunciar. Las detenciones arbitrarias se acumulan en medio de las denuncias de familiares.
Se trata de la llamada operación “Tun Tun”, el eufemismo con el que Maduro bautizó la ola de arrestos de militantes y manifestantes opositores tras las protestas desencadenadas en el país contra su contestado triunfo en las elecciones presidenciales del 28 de julio. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), liderada por María Corina Machado y que postuló a Edmundo González Urrutia, denunció fraude y proclamó una victoria aplastante de la oposición.
Maduro sigue firme en su despacho, mientras la oposición se esconde
En ese marco de represión, la oposición está agazapada. González Urrutia desacató el miércoles una citación de la Corte Suprema para “certificar” las cuestionadas elecciones. El temor a un arresto está vigente.
“Si acudo a la Sala Electoral (del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ) en estas condiciones estaré en absoluta vulnerabilidad por indefensión y violación del debido proceso, y pondré en riesgo no solo mi libertad sino, lo que es más importante, la voluntad del pueblo venezolano”, afirmó en un comunicado divulgado en redes sociales. La televisión estatal mostró la sala con una silla vacía con su nombre.
La tensión se palpa no solo en las calles de Caracas, sino en todo el país.
Leandro Villoria, integrante del “comandito” LGBTIQ del municipio La Vega, una zona popular de Caracas, está escondido desde hace días. Los “comanditos” son grupos de no más de 10 personas creados por María Corina Machado para movilizar y cuidar los votos de la oposición el día de las elecciones. Hoy la mayoría de estas organizaciones de militantes fueron desmanteladas por temor a arrestos masivos.
Leé también: Quién es quién en la cúpula chavista, el núcleo duro que rodea a Nicolás Maduro y se aferra al poder
“Estamos resguardados porque la persecución continúa y a nuestros compañeros aún los mantienen secuestrados. En este momento no podemos salir a las calles. Me encuentro resguardado porque la policía está por todos lados. Nos está buscando”, dijo Villoria en diálogo con TN vía WhatsApp, la aplicación de mensajería que Maduro pidió borrar de los teléfonos celulares.
Villoria denunció que las casas de los militantes de la oposición están siendo allanadas sin orden judicial. “En las calles revisan los teléfonos. Por eso estamos resguardados. Seguimos en pie de lucha”, afirmó. Además, su rostro apareció en un APP creada para denunciar a opositores. Bajo su foto escribieron la palabra “fascista”, según denunció.
Opositores ocultan sus teléfonos o borran mensajes
En ese escenario, muchos simpatizantes de la oposición prefieren hoy salir a la calle sin su teléfono por temor a que la policía lo revise. Si deciden llevarlo consigo, borran mensajes o salen de grupos de chats. En tanto, dirigentes de niveles medios prefieren resguardarse y no responden consultas del periodismo.
La operación Tun Tun está en plena vigencia. “El que se coma la luz (el que se pase)… Tun tun. No seas llorón, vas pa’ Tocorón (una cárcel de máxima seguridad, a 140 kilómetros al sudoeste de Caracas)”, amenazó Maduro.
El operativo no es nuevo. Comenzó en 2017 para detener a “terroristas” durante las protestas opositoras de ese año que culminaron con el arresto de más de 5000 personas.
“Operación Tun Tun apenas comienza. Denuncia si has sido objeto de campaña de odio física o virtual a través de las redes sociales”, escribió en su cuenta en Instagram Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), uno de los cuerpos represivos del gobierno. Según la ONG Foro Penal, el promedio de los detenidos tiene entre 21 y 23 años. Incluso, 91 son adolescentes. La cifra de muertos asciende a 24.
La ola de detenciones se cumple en todo el territorio. Carlos Chancellor fue arrestado en un retén policial en una ruta del estado Anzoátegui, en el este del país. Su nombre habría pasado desapercibido en la extensa lista de más de 2200 detenidos. Pero la noticia traspasó la frontera porque su hijo es el futbolista de la selección vinotinto de fútbol Jhon Chancellor, que jugó la última Copa América disputada en Estados Unidos.
No es la primera vez que lo detienen. Ya estuvo cinco años y siete meses en prisión por “instigación a delinquir y obstaculización de la vía pública” durante el gobierno de Hugo Chávez. “No sabemos dónde está”, dijo otro de sus hijos, Juan Chancellor. A su padre, exalcalde del municipio Sifontes, en el sur del país, lo estaban buscando. Su arresto no fue al tun tun.
“¡Vamos por ellos! Hay que hacerse respetar en el barrio. ¡Háganme la denuncia de los delincuentes fascistas para irlos a buscar! ¡Voy a proteger al pueblo calle por calle, barrio por barrio!”, clamó desde el Palacio de Miraflores, sede de gobierno.
Las denuncias, todas anónimas, son recepcionadas a través de una aplicación móvil para gestionar planes sociales y una línea telefónica de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), uno de los más temidos cuerpos de seguridad del gobierno. Cualquiera puede denunciar. Las detenciones arbitrarias se acumulan en medio de las denuncias de familiares.
Se trata de la llamada operación “Tun Tun”, el eufemismo con el que Maduro bautizó la ola de arrestos de militantes y manifestantes opositores tras las protestas desencadenadas en el país contra su contestado triunfo en las elecciones presidenciales del 28 de julio. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), liderada por María Corina Machado y que postuló a Edmundo González Urrutia, denunció fraude y proclamó una victoria aplastante de la oposición.
Maduro sigue firme en su despacho, mientras la oposición se esconde
En ese marco de represión, la oposición está agazapada. González Urrutia desacató el miércoles una citación de la Corte Suprema para “certificar” las cuestionadas elecciones. El temor a un arresto está vigente.
“Si acudo a la Sala Electoral (del Tribunal Supremo de Justicia, TSJ) en estas condiciones estaré en absoluta vulnerabilidad por indefensión y violación del debido proceso, y pondré en riesgo no solo mi libertad sino, lo que es más importante, la voluntad del pueblo venezolano”, afirmó en un comunicado divulgado en redes sociales. La televisión estatal mostró la sala con una silla vacía con su nombre.
La tensión se palpa no solo en las calles de Caracas, sino en todo el país.
Leandro Villoria, integrante del “comandito” LGBTIQ del municipio La Vega, una zona popular de Caracas, está escondido desde hace días. Los “comanditos” son grupos de no más de 10 personas creados por María Corina Machado para movilizar y cuidar los votos de la oposición el día de las elecciones. Hoy la mayoría de estas organizaciones de militantes fueron desmanteladas por temor a arrestos masivos.
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“Estamos resguardados porque la persecución continúa y a nuestros compañeros aún los mantienen secuestrados. En este momento no podemos salir a las calles. Me encuentro resguardado porque la policía está por todos lados. Nos está buscando”, dijo Villoria en diálogo con TN vía WhatsApp, la aplicación de mensajería que Maduro pidió borrar de los teléfonos celulares.
Villoria denunció que las casas de los militantes de la oposición están siendo allanadas sin orden judicial. “En las calles revisan los teléfonos. Por eso estamos resguardados. Seguimos en pie de lucha”, afirmó. Además, su rostro apareció en un APP creada para denunciar a opositores. Bajo su foto escribieron la palabra “fascista”, según denunció.
Opositores ocultan sus teléfonos o borran mensajes
En ese escenario, muchos simpatizantes de la oposición prefieren hoy salir a la calle sin su teléfono por temor a que la policía lo revise. Si deciden llevarlo consigo, borran mensajes o salen de grupos de chats. En tanto, dirigentes de niveles medios prefieren resguardarse y no responden consultas del periodismo.
La operación Tun Tun está en plena vigencia. “El que se coma la luz (el que se pase)… Tun tun. No seas llorón, vas pa’ Tocorón (una cárcel de máxima seguridad, a 140 kilómetros al sudoeste de Caracas)”, amenazó Maduro.
El operativo no es nuevo. Comenzó en 2017 para detener a “terroristas” durante las protestas opositoras de ese año que culminaron con el arresto de más de 5000 personas.
“Operación Tun Tun apenas comienza. Denuncia si has sido objeto de campaña de odio física o virtual a través de las redes sociales”, escribió en su cuenta en Instagram Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), uno de los cuerpos represivos del gobierno. Según la ONG Foro Penal, el promedio de los detenidos tiene entre 21 y 23 años. Incluso, 91 son adolescentes. La cifra de muertos asciende a 24.
La ola de detenciones se cumple en todo el territorio. Carlos Chancellor fue arrestado en un retén policial en una ruta del estado Anzoátegui, en el este del país. Su nombre habría pasado desapercibido en la extensa lista de más de 2200 detenidos. Pero la noticia traspasó la frontera porque su hijo es el futbolista de la selección vinotinto de fútbol Jhon Chancellor, que jugó la última Copa América disputada en Estados Unidos.
No es la primera vez que lo detienen. Ya estuvo cinco años y siete meses en prisión por “instigación a delinquir y obstaculización de la vía pública” durante el gobierno de Hugo Chávez. “No sabemos dónde está”, dijo otro de sus hijos, Juan Chancellor. A su padre, exalcalde del municipio Sifontes, en el sur del país, lo estaban buscando. Su arresto no fue al tun tun.
Con información de
TN