REFORMA CONSTITUCIONAL EN SANTA FE
Asesinaron a la madre de un militante de H.I.J.O.S.: "Los vamos a matar a todos", amenazaron
Lunes 05 de
Agosto 2024
Susana Beatriz Montoya fue asesinada a golpes en su casa. Su hijo Fernando, integrante de la agrupación de Derechos Humanos, recibió mensajes intimidatorios vinculados al secuestro de su padre escritos en las paredes del hogar.
Susana Beatriz Montoya fue asesinada de forma violenta en su hogar en el barrio Ampliación Poeta Lugones, al norte de la ciudad de Córdoba. La mujer de 74 años era madre de Fernando Albareda, hijo de Ricardo Fermín Albareda, subcomisario y miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), torturado y desaparecido en la última dictadura, y en las paredes de su casa dejaron mensajes de tinte mafioso.
Fernando es un conocido militante de H.I.J.O.S., la agrupación que lucha por la memoria y justicia de las víctimas de la dictadura militar. En diciembre del año pasado, el frente de su casa había aparecido repleto de carteles con amenazas, además de otras intimidaciones que sufrió de forma constantes, según denunció.
"Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía", se leía en una de las paredes de la casa de la familia de Montoya, a parte de otras amenazas escritas en papel, y dirigidas a Fernando, que decían "se te terminaron los amigos en la Policía", "te vamos a juntar con tu papito", "vas a morir", junto a balas de calibre 22 largo y esvásticas nazis.
La mujer presentaba signos de haber sido golpeada y asesinada por un golpe en la cabeza y un corte que podría haber sido provocado por un ladrillo o un cascote pesado.
La familia todavía aguarda los resultados de la autopsia y aunque no se descarta ninguna hipótesis, como la de un presunto robo, los mensajes en la pared generaron una gran preocupación. Desde la organización H.I.J.O.S. exigieron la investigación y esclarecimiento del hecho de manera "urgente" y protección para Albareda y su familia.
En declaraciones al medio La Voz, Fernando comentó cómo fue el momento en que encontró el cuerpo de su madre: "Salté la tapia de la casa vecina y vi que estaba muerta, ya morada. Sólo atiné a llamar a la Policía", expresó.
Acerca de los mensajes amenazantes, comentó que había sido un hostigamiento constante al cual no le había prestado atención. "Los recibo todos los meses. Nunca les dí bola. Pero ahora parece que han vuelto, que están rompiendo todos los códigos”.
Con información de
Perfil