José Mujica atraviesa “el momento más difícil” del tratamiento por el cáncer de esófago
Jueves 11 de
Julio 2024
El expresidente de Uruguay enfrenta un momento crítico en su batalla contra el cáncer de esófago, según confirmó su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky
MONTEVIDEO.- El expresidente de Uruguay José Mujica, de 89 años, enfrenta un momento crítico en su batalla contra el cáncer de esófago. Tras completar las sesiones de radioterapia en junio, atraviesa ahora “la etapa más difícil del tratamiento” debido a la inflamación del aparato digestivo provocada por la radioterapia, lo que le impide alimentarse adecuadamente, según comentó su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky.
“Desgraciadamente solo puede [comer] sopita, algún jugo, alguna gelatina y los uruguayos estamos acostumbrados a prendernos al asado, al guiso, a otra cosa, y es penoso eso”, lamentó Topolansky.
Además, agregó que el exmandatario está bien de ánimo, pero que el frío de los últimos días le impide realizar las actividades a las que está habituado. “Al lado de hacer ocho actos diarios como hacía en los momentos que militaba a mil, es como un perro atado a la cadena y todavía sin comer es bravo”, expresó.
La doctora Raquel Pannone, médica de cabecera de Mujica, comentó que el tratamiento ha sido “muy agresivo” y causó efectos secundarios significativos, pero elogió la fortaleza física y anímica del expresidente, quien toleró bien la radioterapia hasta ahora.
Mujica recibió radioterapia de lunes a viernes de cinco a diez minutos por sesión.
Tanto la cirugía como la quimioterapia fueron descartadas para tratar el cáncer de esófago debido a la edad del líder de Mujica y al hecho de que hace más de 20 años padece una enfermedad inmunológica, vasculitis y una insuficiencia renal.
“Uno de los miedos que teníamos era que no lo pudiera tolerar por la edad, por las comorbilidades que él ya tiene. Pero sin duda tiene mucha fortaleza física y anímica y eso le permitió poder concretar el tratamiento sin mayor dificultades”, apuntó Pannone.
Desde el anuncio de su diagnóstico en abril, Mujica continuó con su vida pública, aunque con restricciones. En un mensaje a los jóvenes, enfatizó la importancia de la resiliencia y el optimismo en la vida, a pesar de las adversidades.
Ahora, los médicos deben esperar un tiempo para evaluar la progresión del tratamiento y determinar los próximos pasos. Topolansky se mostró optimista y confía en el trabajo de los médicos, aunque enfatizó la necesidad de paciencia en este proceso.
“Yo soy optimista. Creo que los médicos trabajaron muy bien, pero hay que esperar, paciencia es lo único que hay que tener”, aseguró Topolansky.
En abril de este año, Mujica reveló su diagnóstico de cáncer de esófago, pero destacó su determinación de seguir militando y disfrutando de su vida, a pesar de los desafíos que enfrenta.
Ante dirigentes, militantes y gente allegada, apuntó: “En mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando. Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre, y veremos lo que pasa”.
“Mientras pueda, seguiré militando y entretenido con las verduras. Mientras el rollo aguante, voy a seguir”, indicó Mujica.
La situación del líder del Movimiento de Participación Popular (MPP) y del Frente Amplio plantea dificultades para realizarse quimioterapia y tiene mayores compromisos debido a su enfermedad inmunológica previa, desde hace más de 20 años, y que le afecta los riñones.
“Desgraciadamente solo puede [comer] sopita, algún jugo, alguna gelatina y los uruguayos estamos acostumbrados a prendernos al asado, al guiso, a otra cosa, y es penoso eso”, lamentó Topolansky.
Además, agregó que el exmandatario está bien de ánimo, pero que el frío de los últimos días le impide realizar las actividades a las que está habituado. “Al lado de hacer ocho actos diarios como hacía en los momentos que militaba a mil, es como un perro atado a la cadena y todavía sin comer es bravo”, expresó.
La doctora Raquel Pannone, médica de cabecera de Mujica, comentó que el tratamiento ha sido “muy agresivo” y causó efectos secundarios significativos, pero elogió la fortaleza física y anímica del expresidente, quien toleró bien la radioterapia hasta ahora.
Mujica recibió radioterapia de lunes a viernes de cinco a diez minutos por sesión.
Tanto la cirugía como la quimioterapia fueron descartadas para tratar el cáncer de esófago debido a la edad del líder de Mujica y al hecho de que hace más de 20 años padece una enfermedad inmunológica, vasculitis y una insuficiencia renal.
“Uno de los miedos que teníamos era que no lo pudiera tolerar por la edad, por las comorbilidades que él ya tiene. Pero sin duda tiene mucha fortaleza física y anímica y eso le permitió poder concretar el tratamiento sin mayor dificultades”, apuntó Pannone.
Desde el anuncio de su diagnóstico en abril, Mujica continuó con su vida pública, aunque con restricciones. En un mensaje a los jóvenes, enfatizó la importancia de la resiliencia y el optimismo en la vida, a pesar de las adversidades.
Ahora, los médicos deben esperar un tiempo para evaluar la progresión del tratamiento y determinar los próximos pasos. Topolansky se mostró optimista y confía en el trabajo de los médicos, aunque enfatizó la necesidad de paciencia en este proceso.
“Yo soy optimista. Creo que los médicos trabajaron muy bien, pero hay que esperar, paciencia es lo único que hay que tener”, aseguró Topolansky.
En abril de este año, Mujica reveló su diagnóstico de cáncer de esófago, pero destacó su determinación de seguir militando y disfrutando de su vida, a pesar de los desafíos que enfrenta.
Ante dirigentes, militantes y gente allegada, apuntó: “En mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando. Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre, y veremos lo que pasa”.
“Mientras pueda, seguiré militando y entretenido con las verduras. Mientras el rollo aguante, voy a seguir”, indicó Mujica.
La situación del líder del Movimiento de Participación Popular (MPP) y del Frente Amplio plantea dificultades para realizarse quimioterapia y tiene mayores compromisos debido a su enfermedad inmunológica previa, desde hace más de 20 años, y que le afecta los riñones.
Con información de
La Nación