Cómo son los planes sociales que apuntalaron el amplio triunfo del partido de López Obrador en México
Por:
Rafael Mathus Ruiz
Lunes 03 de
Junio 2024
Según el último presupuesto, los “programas de bienestar” alcanzarán este año a uno de cuatro mexicanos por un monto total de 44 millones de dólares; el envío de dinero es directo, sin intermediarios
CIUDAD DE MÉXICO.- El rotundo triunfo que obtuvo Morena, la coalición liderada por Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones presidenciales más grandes en la historia de México a lo largo y a lo ancho del país tuvo un pilar fundamental: la política de programas sociales implementada durante el sexenio de López Obrador, la punta de lanza de una estrategia que permitió mejorar los ingresos de los mexicanos más rezagados, y reducir la pobreza.
El andamiaje de “programas de bienestar”, o “ayudas”, como le dicen los mexicanos, se convirtió en el principal pilar de la popularidad de López Obrador, y en la política pública más respaldada de su gobierno entre la gente. La presidenta electa, Clauda Sheinbaum, se comprometió a profundizar esa política.
“Dedicaremos por convicción el presupuesto público para garantizar todos los programas del bienestar iniciados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y también todos los programas a los que nos comprometimos”, dijo en su primer discurso como futura mandataria del país. “Vamos a ampliar el acceso a los derechos del pueblo de México; a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura. Es decir, a seguir construyendo un verdadero Estado de bienestar”, prometió.
López Obrador destinó una cifra inédita a sus programas sociales. Durante su sexenio, de 2019 a 2024, el gobierno de López Obrador calcula que destinará 2,7 billones de pesos en los programas de asistencia a los mexicanos, según datos oficiales, el equivalente a casi 160 millones de dólares a la cotización actual. Solo este año, la administración obradorista gastará casi 746.000 millones de pesos (44 millones de dólares), un 27% más que el año anterior. El gobierno federal llegará a casi 28 millones de personas, es decir, uno de cada cinco mexicanos, con un apoyo directo. De los 35 millones de hogares en el país, el 79% recibirá al menos un programa.
“Creo que la popularidad de AMLO se explica tanto por las politicas laborales, el aumento al salario mínimo, la mejora en la formalidad, pero también por los programas sociales que han tenido un efecto en la reducción de la pobreza”, dijo a LA NACION el economista jefe de BBVA, Carlos Serrano Herrera. “El más claro es la pensión de adultos mayores, que cualquiera persona de más de 65 años la puede cobrar”, indicó.
La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores es uno de los programas insignia del gobierno de López Obrador. Su objetivo es mejorar la situación de protección social de toda la población adulta mayor de 65 años o más de edad a través de una pensión universal –para todos– equivalente a 6000 pesos bimestrales (US$353) entregados de manera directa, sin intermediarios. Y a diferencia de otros programas, este apoyo tiene rango constitucional: el Estado mexicano tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir su entrega sin importar el gobierno en turno.
“Si eres Noruega, está bien tener universalidad. Pero en un país como México, la universalidad impide avanzar sobre la pobreza como se debiera”, señaló Serrano Herrera, es decir, con programas más focalizados. Además, el economista mencionó que AMLO desmanteló un seguro de salud público creado por Felipe Calderón que le permitía acceder a la salud a quienes estaban en la informalidad laboral. El resultado es que la población informal no tiene acceso a salud, indicó, “un retroceso importante”.
Otro de los programas que puso en marcha López Obrador son becas para la educación básica, a través del cual que se otorga un apoyo de $920 pesos mensuales (54 dólares) a familias con niñas, niños o adolescentes inscritos en planteles de educación inicial, preescolar, primaria o secundaria del sector público.
Además de esos dos programas, López Obrador puso en marcha también otro plan, que brinda un pago mensual $6250 (US$ 367) de manera directa, a los mayores de edad que habitan en zonas rurales y son propietarios o de hasta 2,5 hectáreas que destinen a algún “proyecto agroforestal”.
Marina Reyes Roldán, analista de Integralia, destacó en una entrevista con LA NACION que uno de los rasgos centrales de los programas sociales es que se realizan a través de transferencias directas de dinero. Antes, el gobierno federal entregaba alimentos, condonaba el pago de servicios públicos o daba ropa. López Obrador reformó ese sistema, y ahora “la gente tiene dinero en su bolsillo”.
Ese despliegue de recursos llega además acompañado de un mensaje político: el combate a la corrupción y la erradicación de los privilegios, suele reiterar el gobierno, ha permitido “que el dinero alcance”.
El andamiaje de “programas de bienestar”, o “ayudas”, como le dicen los mexicanos, se convirtió en el principal pilar de la popularidad de López Obrador, y en la política pública más respaldada de su gobierno entre la gente. La presidenta electa, Clauda Sheinbaum, se comprometió a profundizar esa política.
“Dedicaremos por convicción el presupuesto público para garantizar todos los programas del bienestar iniciados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y también todos los programas a los que nos comprometimos”, dijo en su primer discurso como futura mandataria del país. “Vamos a ampliar el acceso a los derechos del pueblo de México; a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura. Es decir, a seguir construyendo un verdadero Estado de bienestar”, prometió.
López Obrador destinó una cifra inédita a sus programas sociales. Durante su sexenio, de 2019 a 2024, el gobierno de López Obrador calcula que destinará 2,7 billones de pesos en los programas de asistencia a los mexicanos, según datos oficiales, el equivalente a casi 160 millones de dólares a la cotización actual. Solo este año, la administración obradorista gastará casi 746.000 millones de pesos (44 millones de dólares), un 27% más que el año anterior. El gobierno federal llegará a casi 28 millones de personas, es decir, uno de cada cinco mexicanos, con un apoyo directo. De los 35 millones de hogares en el país, el 79% recibirá al menos un programa.
“Creo que la popularidad de AMLO se explica tanto por las politicas laborales, el aumento al salario mínimo, la mejora en la formalidad, pero también por los programas sociales que han tenido un efecto en la reducción de la pobreza”, dijo a LA NACION el economista jefe de BBVA, Carlos Serrano Herrera. “El más claro es la pensión de adultos mayores, que cualquiera persona de más de 65 años la puede cobrar”, indicó.
La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores es uno de los programas insignia del gobierno de López Obrador. Su objetivo es mejorar la situación de protección social de toda la población adulta mayor de 65 años o más de edad a través de una pensión universal –para todos– equivalente a 6000 pesos bimestrales (US$353) entregados de manera directa, sin intermediarios. Y a diferencia de otros programas, este apoyo tiene rango constitucional: el Estado mexicano tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir su entrega sin importar el gobierno en turno.
“Si eres Noruega, está bien tener universalidad. Pero en un país como México, la universalidad impide avanzar sobre la pobreza como se debiera”, señaló Serrano Herrera, es decir, con programas más focalizados. Además, el economista mencionó que AMLO desmanteló un seguro de salud público creado por Felipe Calderón que le permitía acceder a la salud a quienes estaban en la informalidad laboral. El resultado es que la población informal no tiene acceso a salud, indicó, “un retroceso importante”.
Otro de los programas que puso en marcha López Obrador son becas para la educación básica, a través del cual que se otorga un apoyo de $920 pesos mensuales (54 dólares) a familias con niñas, niños o adolescentes inscritos en planteles de educación inicial, preescolar, primaria o secundaria del sector público.
Además de esos dos programas, López Obrador puso en marcha también otro plan, que brinda un pago mensual $6250 (US$ 367) de manera directa, a los mayores de edad que habitan en zonas rurales y son propietarios o de hasta 2,5 hectáreas que destinen a algún “proyecto agroforestal”.
Marina Reyes Roldán, analista de Integralia, destacó en una entrevista con LA NACION que uno de los rasgos centrales de los programas sociales es que se realizan a través de transferencias directas de dinero. Antes, el gobierno federal entregaba alimentos, condonaba el pago de servicios públicos o daba ropa. López Obrador reformó ese sistema, y ahora “la gente tiene dinero en su bolsillo”.
Ese despliegue de recursos llega además acompañado de un mensaje político: el combate a la corrupción y la erradicación de los privilegios, suele reiterar el gobierno, ha permitido “que el dinero alcance”.