Científicos argentinos desarrollaron una molécula para combatir el párkinson
Lunes 13 de
Mayo 2024
Es la primera capaz de abordar los dos principales problemas de la enfermedad de párkinson: mejorar los síntomas y evitar la progresión de los daños neuronales. Los detalles
Investigadores del Conicet de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con la colaboración del sector privado —empresa biotecnológica norteamericana Sky Bio LLC—, desarrollaron una nueva molécula que demostró, mediante ensayos preclínicos, una mejora de los síntomas característicos de la enfermedad de párkinson y una importante actividad neuroprotectora.
La molécula fue patentada en los Estados Unidos y en la Unión Europea. A su vez, el trabajo de investigación fue aceptado por una reconocida revista científica para su publicación.
Se trata de Pegasus o DAD 9, que es la primera molécula capaz de abordar los dos principales problemas de la enfermedad de párkinson: mejorar los síntomas y evitar la progresión de los daños neuronales. El compuesto es un candidato a fármaco que consiguió superar la etapa preclínica.
El próximo paso es la inscripción del desarrollo en la Food and Drug Administration (FDA) para conseguir la autorización que permita iniciar las pruebas clínicas en humanos.
Rosana Chehín, investigadora del Conicet, docente de la UNT y directora del Instituto de Medicina Molecular y Celular Aplicada (IMMCA, CONICET-UNT-SIPROSA), lidera la investigación. Está acompañada por un grupo especializado en síntesis química de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a cargo de Oscar Varela.
La molécula fue patentada en los Estados Unidos y en la Unión Europea. A su vez, el trabajo de investigación fue aceptado por una reconocida revista científica para su publicación.
Se trata de Pegasus o DAD 9, que es la primera molécula capaz de abordar los dos principales problemas de la enfermedad de párkinson: mejorar los síntomas y evitar la progresión de los daños neuronales. El compuesto es un candidato a fármaco que consiguió superar la etapa preclínica.
El próximo paso es la inscripción del desarrollo en la Food and Drug Administration (FDA) para conseguir la autorización que permita iniciar las pruebas clínicas en humanos.
Rosana Chehín, investigadora del Conicet, docente de la UNT y directora del Instituto de Medicina Molecular y Celular Aplicada (IMMCA, CONICET-UNT-SIPROSA), lidera la investigación. Está acompañada por un grupo especializado en síntesis química de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a cargo de Oscar Varela.
Con información de
Rosario3