Alianza entre Bolivia e Irán: avanzan en la cooperación en áreas clave como la educación y las telecomunicaciones
Domingo 03 de
Marzo 2024
El presidente boliviano, Luis Arce, y el mandatario persa, Ebrahim Raisi, se llamaron “amigos” durante un encuentro en Argelia y prometieron profundizar cada vez más las relaciones bilaterales
Durante la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas, celebrada en Argelia, los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Irán, Ebrahim Raisi, prometieron intensificar su colaboración bilateral. La alianza que pone en alerta a la región contempla la cooperación estratégica en áreas clave como la salud, educación, agricultura y telecomunicaciones.
Durante el encuentro, Raisi calificó las relaciones entre Irán y Bolivia como “amistosas y en desarrollo”, subrayando que “los nexos entre los dos países no son ordinarios lazos políticos y deben ampliarse día a día”.
El régimen persa, que busca aumentar su influencia en Latinoamérica, anunció además que el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, estará a cargo de activar la comisión conjunta de cooperación entre las dos naciones. “El resultado de dichas cooperaciones debe ser tangible y operativo para ambos países”, advirtió Raisi.
“Evaluamos [con el presidente de Irán] el fortalecimiento del intercambio comercial en la reconstrucción post pandemia y un plan estratégico que incluye la salud, cultura, educación, agencia espacial, agro y telecomunicaciones”, ha escrito Arce en Twitter tras la reunión.
Hasta el momento ni le régimen de Teherán ni el gobierno boliviano detallaron los proyectos que incluiría el acuerdo alcanzado en Argelia, pero la oposición boliviana ya está en alerta.
Es que el compromiso anunciado el sábado entre los dos presidentes se suma al polémico memorándum de entendimiento firmado en julio pasado para ampliar la cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa. Ese acuerdo rubricado en Teherán por el ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novillo Aguilar, y su par iraní, y Mohammad Reza Ashtiani, implica la asistencia en fronteras y control migratorio, lo que pone en riesgo a todo el continente.
El pacto, además, incluyó el traslado a territorio boliviano de aviones no tripulados para vigilancia fronteriza, como ya sucede en Venezuela, el principal socio de los persas en la región.
El acuerdo suscrito también incluyó entrenamiento militar. La presencia de enviados del régimen persa a territorio boliviano no es nueva, de hecho, la “Escuela Antiimperialista” militar creada por Evo Morales, todavía está activa y cuenta con instructores iraníes, además de cubanos y venezolanos.
Las relaciones del partido de gobierno boliviano, el Movimiento al Socialismo, con el régimen iraní son muy estrechas desde el primer mandato de Evo Morales en 2006. La amistad incluyó una larga visita del ex presidente Mahmud Ahmadinejad en 2012 a territorio boliviano, y la apertura de un canal de televisión iraní, que desde entonces difunde propaganda musulmana.
Además, el MAS habilitó institutos de estudio del islam y la instalacion de las mezquitas para captar conversos.
Los nexos se interrumpieron durante la presidencia interina de Jeanine Áñez pero Arce reestableció las relaciones apenas asumió su mandato en noviembre de 2020.
“Bolivia como país no recibe nada. El gobierno sí. Ellos reciben mucho apoyo de Irán en todo lo que se refiere a cómo utilizar el sistema para mantenerse en el poder. Irán los ha asesorado en cómo manejar a la oposición, en cómo militarizar sus fronteras, cómo armar milicias... En cómo posicionarse como un actor regional ante sus vecinos”, advirtió en diálogo con Infobae Joseph Humire, director ejecutivo del Center for a Secure Free Society (SFS).
La influencia iraní en Latinoamérica
Además de Bolivia, el régimen mantiene estrechos lazos con Venezuela, Nicaragua y Cuba, cimentados en su oposición a Estados Unidos. Las relaciones entre Teherán y Caracas son muy estrechas desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y se han fortalecido desde entonces.
Irán se ha convertido en uno de los principales aliados del régimen de Nicolás Maduro durante los últimos años, particularmente desde 2020 cuando en Venezuela hubo una escasez de gasolina y Caracas acudió a Teherán para comprar combustible.
Por su parte, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, es uno de los principales aliados de Irán en Latinoamérica y ha respaldado el programa nuclear iraní. De hecho, ambos países firmaron en Managua un memorando sobre cooperación y consultas públicas, durante la visita del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, en el país centroamericano.
A la vez, Irán y Cuba son estrechos aliados políticos y comparten su respaldo a Venezuela y su animadversión a EEUU, que mantiene a todos estos países bajo sanciones.
Durante el encuentro, Raisi calificó las relaciones entre Irán y Bolivia como “amistosas y en desarrollo”, subrayando que “los nexos entre los dos países no son ordinarios lazos políticos y deben ampliarse día a día”.
El régimen persa, que busca aumentar su influencia en Latinoamérica, anunció además que el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, estará a cargo de activar la comisión conjunta de cooperación entre las dos naciones. “El resultado de dichas cooperaciones debe ser tangible y operativo para ambos países”, advirtió Raisi.
“Evaluamos [con el presidente de Irán] el fortalecimiento del intercambio comercial en la reconstrucción post pandemia y un plan estratégico que incluye la salud, cultura, educación, agencia espacial, agro y telecomunicaciones”, ha escrito Arce en Twitter tras la reunión.
Hasta el momento ni le régimen de Teherán ni el gobierno boliviano detallaron los proyectos que incluiría el acuerdo alcanzado en Argelia, pero la oposición boliviana ya está en alerta.
Es que el compromiso anunciado el sábado entre los dos presidentes se suma al polémico memorándum de entendimiento firmado en julio pasado para ampliar la cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa. Ese acuerdo rubricado en Teherán por el ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novillo Aguilar, y su par iraní, y Mohammad Reza Ashtiani, implica la asistencia en fronteras y control migratorio, lo que pone en riesgo a todo el continente.
El pacto, además, incluyó el traslado a territorio boliviano de aviones no tripulados para vigilancia fronteriza, como ya sucede en Venezuela, el principal socio de los persas en la región.
El acuerdo suscrito también incluyó entrenamiento militar. La presencia de enviados del régimen persa a territorio boliviano no es nueva, de hecho, la “Escuela Antiimperialista” militar creada por Evo Morales, todavía está activa y cuenta con instructores iraníes, además de cubanos y venezolanos.
Las relaciones del partido de gobierno boliviano, el Movimiento al Socialismo, con el régimen iraní son muy estrechas desde el primer mandato de Evo Morales en 2006. La amistad incluyó una larga visita del ex presidente Mahmud Ahmadinejad en 2012 a territorio boliviano, y la apertura de un canal de televisión iraní, que desde entonces difunde propaganda musulmana.
Además, el MAS habilitó institutos de estudio del islam y la instalacion de las mezquitas para captar conversos.
Los nexos se interrumpieron durante la presidencia interina de Jeanine Áñez pero Arce reestableció las relaciones apenas asumió su mandato en noviembre de 2020.
“Bolivia como país no recibe nada. El gobierno sí. Ellos reciben mucho apoyo de Irán en todo lo que se refiere a cómo utilizar el sistema para mantenerse en el poder. Irán los ha asesorado en cómo manejar a la oposición, en cómo militarizar sus fronteras, cómo armar milicias... En cómo posicionarse como un actor regional ante sus vecinos”, advirtió en diálogo con Infobae Joseph Humire, director ejecutivo del Center for a Secure Free Society (SFS).
La influencia iraní en Latinoamérica
Además de Bolivia, el régimen mantiene estrechos lazos con Venezuela, Nicaragua y Cuba, cimentados en su oposición a Estados Unidos. Las relaciones entre Teherán y Caracas son muy estrechas desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y se han fortalecido desde entonces.
Irán se ha convertido en uno de los principales aliados del régimen de Nicolás Maduro durante los últimos años, particularmente desde 2020 cuando en Venezuela hubo una escasez de gasolina y Caracas acudió a Teherán para comprar combustible.
Por su parte, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, es uno de los principales aliados de Irán en Latinoamérica y ha respaldado el programa nuclear iraní. De hecho, ambos países firmaron en Managua un memorando sobre cooperación y consultas públicas, durante la visita del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, en el país centroamericano.
A la vez, Irán y Cuba son estrechos aliados políticos y comparten su respaldo a Venezuela y su animadversión a EEUU, que mantiene a todos estos países bajo sanciones.