El Gobierno quiere dar una señal a gobernadores, pero resignaría u$s 11.000 millones
Martes 27 de
Febrero 2024
El oficialismo marcó el compromiso por restablecer un compromiso que había tomado el gobierno de Macri pero que quedó desactivado en la gestión de Alberto Fernández. El costo fiscal de la medida.
El campo está en una montaña rusa. Con diferencia de apenas algunas semanas, pasó sin escalas de la promesa de campaña presidencial libertaria de rever las retenciones al intento del mismo Gobierno de subirlas mediante la ley ómnibus, y ahora aparece en el horizonte una posibilidad que ilusiona a todo el sector.
El viernes pasado los referentes de la Mesa de Enlace -Elbio Laucirica (Coninagro), Nicolas Pino (SRA), Carlos Achetoni (FAA) y Carlos Castagnani (CRA)- mantuvieron un encuentro con la canciller Diana Mondino y allí se analizaron algunas cuestiones relacionadas con las exportaciones de productos a la Unión Europea y la importancia de mercados como el sudeste asiático y Medio Oriente.
Sin embargo, en medio de esa discusión surgió un tema que el agro plantea desde hace tiempo y que tiene que ver con la eliminación de las retenciones a todos sus productos.
Mondino coincidió en que se trata de "un impuesto injusto", y se comprometió a restaurar la cláusula que se había escrito durante la presidencia de Mauricio Macri -y cuando se avanzó sobre el acuerdo UE-Mercosur-, y que luego el gobierno de Alberto Fernández eliminó.
Allí se pautaba que la Argentina iría hacia una progresiva eliminación de las retenciones, una idea que ahora se vuelve a poner sobre la mesa, según confiaron a El Cronista fuentes oficiales.
Esto, cabe aclarar, no es una condición que afecte especialmente al acuerdo, sino que es una postura que había decidido tomar la Argentina de forma independiente en 2019.
¿Implementación en el corto plazo?
La reinstauración de la cláusula, de todos modos, no implica que el proceso de baja de las retenciones deba comenzar en breve, aunque sí es una suerte de declaración por parte del oficialismo.
Lo que sí sorprende es el momento en el que se da esto, ya que justamente lo que el presidente Javier Milei discute fuerte con los gobernadores de casi todas las provincias por el envío de fondos.
Y según las estimaciones del sector, el agro aporta al año cerca de u$s 11.000 millones en concepto de retenciones, un monto muy elevado, pero que toma todavía más relevancia si se tiene en cuenta el concepto de "no hay plata" y el enfrentamiento del Gobierno con las provincias, justamente por dinero.
Este escenario lleva a que hoy las chances de que se avance con rapidez sobre este tema no sean demasiado grandes, aunque el Gobierno pretende dejar en claro que su búsqueda será la de ir hacia una baja de las retenciones.
La variable también llega en un momento especial si se tiene en cuenta que la ley ómnibus iba en una dirección totalmente contraria a esta idea, e incluso se transformó en uno de los puntapiés iniciales de las acusaciones con las provincias.
Según el plan inicial, con la ley ómnibus se pretendía elevar los derechos de exportación hasta un piso de 15% para los productos vendidos al exterior que no pagaban nada. Para soja y sus subproductos (como harina o aceite) la alícuota era de 33%.
En tanto, en el caso del aceite esencial de limón y el complejo vitivinícola las retenciones previstas eran de 8%. Todos esos cambios quedaron en la nada una vez que el ministro Luis Caputo anunció que se daba de baja el capítulo fiscal de la ley ómnibus, para darle viabilidad al proyecto oficial.
El compromiso de llevar lentamente las retenciones a cero tiene que ver también con la idea del Gobierno de intentar llevar algo de calma a la relación con las provincias, que en su momento habían dejado en claro que no querían saber nada con la suba de retenciones, algo que afectaba la actividad de sus provincias.
El viernes pasado los referentes de la Mesa de Enlace -Elbio Laucirica (Coninagro), Nicolas Pino (SRA), Carlos Achetoni (FAA) y Carlos Castagnani (CRA)- mantuvieron un encuentro con la canciller Diana Mondino y allí se analizaron algunas cuestiones relacionadas con las exportaciones de productos a la Unión Europea y la importancia de mercados como el sudeste asiático y Medio Oriente.
Sin embargo, en medio de esa discusión surgió un tema que el agro plantea desde hace tiempo y que tiene que ver con la eliminación de las retenciones a todos sus productos.
Mondino coincidió en que se trata de "un impuesto injusto", y se comprometió a restaurar la cláusula que se había escrito durante la presidencia de Mauricio Macri -y cuando se avanzó sobre el acuerdo UE-Mercosur-, y que luego el gobierno de Alberto Fernández eliminó.
Allí se pautaba que la Argentina iría hacia una progresiva eliminación de las retenciones, una idea que ahora se vuelve a poner sobre la mesa, según confiaron a El Cronista fuentes oficiales.
Esto, cabe aclarar, no es una condición que afecte especialmente al acuerdo, sino que es una postura que había decidido tomar la Argentina de forma independiente en 2019.
¿Implementación en el corto plazo?
La reinstauración de la cláusula, de todos modos, no implica que el proceso de baja de las retenciones deba comenzar en breve, aunque sí es una suerte de declaración por parte del oficialismo.
Lo que sí sorprende es el momento en el que se da esto, ya que justamente lo que el presidente Javier Milei discute fuerte con los gobernadores de casi todas las provincias por el envío de fondos.
Y según las estimaciones del sector, el agro aporta al año cerca de u$s 11.000 millones en concepto de retenciones, un monto muy elevado, pero que toma todavía más relevancia si se tiene en cuenta el concepto de "no hay plata" y el enfrentamiento del Gobierno con las provincias, justamente por dinero.
Este escenario lleva a que hoy las chances de que se avance con rapidez sobre este tema no sean demasiado grandes, aunque el Gobierno pretende dejar en claro que su búsqueda será la de ir hacia una baja de las retenciones.
La variable también llega en un momento especial si se tiene en cuenta que la ley ómnibus iba en una dirección totalmente contraria a esta idea, e incluso se transformó en uno de los puntapiés iniciales de las acusaciones con las provincias.
Según el plan inicial, con la ley ómnibus se pretendía elevar los derechos de exportación hasta un piso de 15% para los productos vendidos al exterior que no pagaban nada. Para soja y sus subproductos (como harina o aceite) la alícuota era de 33%.
En tanto, en el caso del aceite esencial de limón y el complejo vitivinícola las retenciones previstas eran de 8%. Todos esos cambios quedaron en la nada una vez que el ministro Luis Caputo anunció que se daba de baja el capítulo fiscal de la ley ómnibus, para darle viabilidad al proyecto oficial.
El compromiso de llevar lentamente las retenciones a cero tiene que ver también con la idea del Gobierno de intentar llevar algo de calma a la relación con las provincias, que en su momento habían dejado en claro que no querían saber nada con la suba de retenciones, algo que afectaba la actividad de sus provincias.
Con información de
Cronista