Elecciones en El Salvador: hay problemas con el recuento y se demoran los datos oficiales del triunfo de Bukele
Por:
Julieta Nassau
Lunes 05 de
Febrero 2024
El escrutinio para el comicio presidencial, ganado por Bukele, estuvo congelado durante toda la noche, y el de las legislativas lleva solo 5%; el TSE señaló “dificultades” y aprobó la emisión de actas de forma manual
SAN SALVADOR.- Quince horas después de las elecciones en El Salvador, el escrutinio preliminar arrojaba un recuento del 70,25% para las presidenciales y un 5% para las legislativas, un lento proceso al que se anticipó el presidente Nayib Bukele al declarar su contundente victoria antes de que se conocieran los primeros resultados.
Durante la madrugada, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) publicó un memorándum a través del cual aprobaban la emisión de actas de forma manual para el escrutinio de las elecciones.
El texto habla de “múltiples acciones que han dificultado el desarrollo de las actividades de transmisión de resultados preliminares y por falta de papel de seguridad y otros factores ajenos a la voluntad del TSE que han sido reportados por fiscales electorales”.
En ese sentido, el organismo electoral instruyó a las Juntas Receptoras de Votos (JRV) que elaboren las actas de forma manual para elaborar el escrutinio preliminar de las elecciones y que tomen fotografías o escaneen de esas actas, para finalmente enviarlas al TSE de forma física y fotográfica.
Según los medios locales, uno de los problemas para el recuento es que no funcionó la conexión a internet que tenían algunas de las JRV, mientras que en otros casos, cuando se logró transmitir los datos digitalmente, los datos no llegaban a la base o llegaban duplicados.
El recuento de los votos para elegir presidente subió esta mañana directamente del 31,5% al 70,25% escrutado, con 1.662.313 votos para Bukele, más de diez veces los votos que reúne el segundo candidato, Manuel “Chino” Flores, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de izquierda, con 139.025 votos.
Sin embargo, el repentino salto en el porcentaje de votos escrutados no se condecía con la cantidad de votos que ingresaron: un aumento de apenas 366.425 votos para el candidato oficialista. Bukele anoche tenía 1.295.888 votos con el 31,4% de los votos escrutados.
El mayor problema estaba centrado en el escrutinio de la votación para la Asamblea Legislativa, donde el recuento estuvo trabado en 0,93% de los votos escrutados hasta alrededor de las 8 (11 en la Argentina), cuando saltó al 5%.
Los números publicados durante la noche además habían generado dudas porque, si se consideraba que recién estaba escrutado el 31,5% de los votos y Bukele ya reunía casi 1.295.888, sumados a los 1,6 millones de votos sobrantes, eso implicaba que el número de votos era aún mayor que el de empadronados.
“Los datos que usted está viendo en pantalla no corresponden con la realidad”, señaló al diario local La Prensa Gráfica una fuente del TSE, quien directamente consideró que “el escrutinio es un completo fracaso”. En ese sentido, la fuente –que habló en off the record, apuntó contra la empresa española Indra, al afirmar que no había emitido los datos del voto electrónico en el exterior, y también al proveedor contratado por más de 3 millones de dólares para garantizar la conexión de internet de cada centro de votación.
“Los números que han presentado no tienen ningún sentido, tienen demasiadas inconsistencias. Se trata de un error gravísimo”, dijo otra fuente del TSE al diario.
El domingo por la noche, cuando todavía no había resultados oficiales -de hecho la página del TSE estuvo caída-, Bukele declaró su victoria a través de X con números aplastantes a partir de los boca de urna que manejaba Nuevas Ideas.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo”, celebró en su cuenta de X. Casi dos horas después, el TSE publicó sus primeros resultados, con menos del 1% de los votos escrutados.
Los magistrados del TSE habían anticipado que los resultados se conocerían durante la noche del domingo y que, de hecho, alrededor de las 19 hora local (22 en la Argentina), ya podía haber una tendencia.
“Creemos que en unas cuatro horas ya estaría definido, con dos horas ya se tendría una proyección. Fue parte de lo que medimos en el segundo simulacro. Dos horas, se tiene proyectado una tendencia posiblemente una tendencia ganadora”, había dicho la presidenta del TSE, Dora Martínez de Barahona, en una entrevista. Y recordaba que en 2021, cuando Bukele también ganó en primera vuelta, ya había una tendencia a las 22.
Por su parte, la oposición denunció irregularidades durante la jornada. El titular del Partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Carlos Saade, dijo que a algunos ciudadanos que fueron elegidos por el TSE para conformar las JRV se les impidió conformar las mesas y fueron reemplazados por personas afines al oficialismo. Arena, tradicional partido de derecha en este país, quedó terecero en las elecciones presidenciales, según el recuento provisional.
Los números en el Parlamento
En su discurso durante la noche frente a una multitud desde el Palacio Nacional, Bukele repitió que El Salvador había roto “todos los records de todas las democracias en toda la historia del mundo”.
“Sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático. Toda la oposición junta quedó pulverizada”, celebró el mandatario, en relación a la mayoría casi total que tendría Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa.
La batalla por la Asamblea Legislativa era el principal foco de atención para la oposición, que prácticamente daba por descontada el triunfo de Bukele -cuya candidatura fue cuestionada porque la Constitución prohíbe la reelección directa-, pero apuntaba a obtener la mayor de bancas posibles en el Parlamento para funcionar como contrapeso.
Con los diputados elegidos este domingo, que asumirán el 1° de mayo, el Parlamento de El Salvador comenzará una nueva etapa, después de que una reforma electoral promovida por el oficialismo redujera la cantidad de bancas de 84 a 60, con el objetivo de reducir el gasto público. Además, también se modificó el método de distribución de escaños. A partir de esta elección se usará la fórmula D’Hont (como en la Argentina), que para analistas y dirigentes de la oposición, afectó a los partidos más chicos.
“El resultado más importante es que Nuevas Ideas mantiene su súper mayoría en la Asamblea Legislativa. Eso era lo que realmente estaba en juego. Habrá que analizar los datos más detenidamente, pero parece claro que sin la reforma política que Bukele promovió el año pasado, hubiera sido más difícil para Nuevas Ideas llegar al número mágico [de la mayoría especial], y además la oposición no saldría de esta elección tan golpeada”, dijo a LA NACION Manuel Meléndez-Sánchez, politólogo salvadoreño de la Universidad de Harvard.
“Una democracia sin oposición deja de ser democracia. No tiene contrapeso, no tiene fiscalización”, remarca a LA NACION la politóloga chilena Marta Lagos, fundadora de la organización Latinobarómetro. “Esto confirma que esto va a ser una autocracia”.
Durante la madrugada, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) publicó un memorándum a través del cual aprobaban la emisión de actas de forma manual para el escrutinio de las elecciones.
El texto habla de “múltiples acciones que han dificultado el desarrollo de las actividades de transmisión de resultados preliminares y por falta de papel de seguridad y otros factores ajenos a la voluntad del TSE que han sido reportados por fiscales electorales”.
En ese sentido, el organismo electoral instruyó a las Juntas Receptoras de Votos (JRV) que elaboren las actas de forma manual para elaborar el escrutinio preliminar de las elecciones y que tomen fotografías o escaneen de esas actas, para finalmente enviarlas al TSE de forma física y fotográfica.
Según los medios locales, uno de los problemas para el recuento es que no funcionó la conexión a internet que tenían algunas de las JRV, mientras que en otros casos, cuando se logró transmitir los datos digitalmente, los datos no llegaban a la base o llegaban duplicados.
El recuento de los votos para elegir presidente subió esta mañana directamente del 31,5% al 70,25% escrutado, con 1.662.313 votos para Bukele, más de diez veces los votos que reúne el segundo candidato, Manuel “Chino” Flores, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de izquierda, con 139.025 votos.
Sin embargo, el repentino salto en el porcentaje de votos escrutados no se condecía con la cantidad de votos que ingresaron: un aumento de apenas 366.425 votos para el candidato oficialista. Bukele anoche tenía 1.295.888 votos con el 31,4% de los votos escrutados.
El mayor problema estaba centrado en el escrutinio de la votación para la Asamblea Legislativa, donde el recuento estuvo trabado en 0,93% de los votos escrutados hasta alrededor de las 8 (11 en la Argentina), cuando saltó al 5%.
Los números publicados durante la noche además habían generado dudas porque, si se consideraba que recién estaba escrutado el 31,5% de los votos y Bukele ya reunía casi 1.295.888, sumados a los 1,6 millones de votos sobrantes, eso implicaba que el número de votos era aún mayor que el de empadronados.
“Los datos que usted está viendo en pantalla no corresponden con la realidad”, señaló al diario local La Prensa Gráfica una fuente del TSE, quien directamente consideró que “el escrutinio es un completo fracaso”. En ese sentido, la fuente –que habló en off the record, apuntó contra la empresa española Indra, al afirmar que no había emitido los datos del voto electrónico en el exterior, y también al proveedor contratado por más de 3 millones de dólares para garantizar la conexión de internet de cada centro de votación.
“Los números que han presentado no tienen ningún sentido, tienen demasiadas inconsistencias. Se trata de un error gravísimo”, dijo otra fuente del TSE al diario.
El domingo por la noche, cuando todavía no había resultados oficiales -de hecho la página del TSE estuvo caída-, Bukele declaró su victoria a través de X con números aplastantes a partir de los boca de urna que manejaba Nuevas Ideas.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85% de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea. El récord en toda la historia democrática del mundo”, celebró en su cuenta de X. Casi dos horas después, el TSE publicó sus primeros resultados, con menos del 1% de los votos escrutados.
Los magistrados del TSE habían anticipado que los resultados se conocerían durante la noche del domingo y que, de hecho, alrededor de las 19 hora local (22 en la Argentina), ya podía haber una tendencia.
“Creemos que en unas cuatro horas ya estaría definido, con dos horas ya se tendría una proyección. Fue parte de lo que medimos en el segundo simulacro. Dos horas, se tiene proyectado una tendencia posiblemente una tendencia ganadora”, había dicho la presidenta del TSE, Dora Martínez de Barahona, en una entrevista. Y recordaba que en 2021, cuando Bukele también ganó en primera vuelta, ya había una tendencia a las 22.
Por su parte, la oposición denunció irregularidades durante la jornada. El titular del Partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Carlos Saade, dijo que a algunos ciudadanos que fueron elegidos por el TSE para conformar las JRV se les impidió conformar las mesas y fueron reemplazados por personas afines al oficialismo. Arena, tradicional partido de derecha en este país, quedó terecero en las elecciones presidenciales, según el recuento provisional.
Los números en el Parlamento
En su discurso durante la noche frente a una multitud desde el Palacio Nacional, Bukele repitió que El Salvador había roto “todos los records de todas las democracias en toda la historia del mundo”.
“Sería la primera vez que en un país existe un partido único en un sistema plenamente democrático. Toda la oposición junta quedó pulverizada”, celebró el mandatario, en relación a la mayoría casi total que tendría Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa.
La batalla por la Asamblea Legislativa era el principal foco de atención para la oposición, que prácticamente daba por descontada el triunfo de Bukele -cuya candidatura fue cuestionada porque la Constitución prohíbe la reelección directa-, pero apuntaba a obtener la mayor de bancas posibles en el Parlamento para funcionar como contrapeso.
Con los diputados elegidos este domingo, que asumirán el 1° de mayo, el Parlamento de El Salvador comenzará una nueva etapa, después de que una reforma electoral promovida por el oficialismo redujera la cantidad de bancas de 84 a 60, con el objetivo de reducir el gasto público. Además, también se modificó el método de distribución de escaños. A partir de esta elección se usará la fórmula D’Hont (como en la Argentina), que para analistas y dirigentes de la oposición, afectó a los partidos más chicos.
“El resultado más importante es que Nuevas Ideas mantiene su súper mayoría en la Asamblea Legislativa. Eso era lo que realmente estaba en juego. Habrá que analizar los datos más detenidamente, pero parece claro que sin la reforma política que Bukele promovió el año pasado, hubiera sido más difícil para Nuevas Ideas llegar al número mágico [de la mayoría especial], y además la oposición no saldría de esta elección tan golpeada”, dijo a LA NACION Manuel Meléndez-Sánchez, politólogo salvadoreño de la Universidad de Harvard.
“Una democracia sin oposición deja de ser democracia. No tiene contrapeso, no tiene fiscalización”, remarca a LA NACION la politóloga chilena Marta Lagos, fundadora de la organización Latinobarómetro. “Esto confirma que esto va a ser una autocracia”.