Detectan los primeros cinco casos de transmisión de alzhéimer entre personas
Lunes 29 de
Enero 2024
La investigación explica cómo desarrollaron demencia después de recibir un tratamiento con una hormona del crecimiento.
El alzhéimer podría transmitirse. Así lo han mostrado en una investigación británica publicada en la revista 'Nature Medicine'. Hasta ahora se conocen dos causas del alzhéimer. La primera sería por acumulación de la proteína beta-amiloide anómala en el cerebro, un proceso natural ligado al envejecimiento que se puede ralentizar con hábitos saludables. La segunda causa serían los factores genéticos que predisponen a sufrir esta enfermedad degenerativa. Con este estudio se abre una vía desconocida por la que la demencia podría pasar de unas personas a otras.
El hallazgo pone de manifiesto la necesidad de extremar precauciones a juicio de los autores del estudio. En él se constató que cinco pacientes fueron tratados con una hormona del crecimiento contaminada y que terminaron desarrollando la enfermedad sin tener ni la edad ni la herencia genética vinculadas a ella. Esta hormona estaba contaminada con la proteína beta amiloide, cuya acumulación es responsable del alzhéimer.
La hormona del crecimiento c-hGH se administró a 1.848 niñas y niños del Reino Unido entre 1959 y 1985. La suspensión de su uso vino derivada de la comprobación de que algunos lotes contenían proteínas infecciosas causantes de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, un trastorno cerebral que a menudo deriva en demencia.
Unos 30 años después de que este tratamiento dejara de usarse, los autores analizaron muestras guardadas de la hormona del crecimiento c-hGH. En el estudio comprobaron que estaban contaminadas con la patología asociada a la proteína beta amiloide a pesar de llevar décadas almacenadas.
Al administrarlas en ratones, vieron que desarrollaron alzhéimer. El descubrimiento les llevó a preguntarse cuál habría sido la evolución de aquellos niños que recibieron el tratamiento contaminado con dicha proteína. "Nuestra sospecha fue que las personas expuestas a aquella hormona del crecimiento que no sucumbieron en su momento a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y vivieron más tiempo, podrían haber acabado desarrollando la enfermedad de Alzheimer", explica uno de los autores, el neurocirujano John Collinge, afiliado al University College de Londres.
Analizados ocho casos
El estudio se centró en ocho casos, de los que cinco empezaron a mostrar síntomas de demencia entre los 38 y 55 años que cumplían con los criterios de diagnóstico de la enfermedad. De los tres restantes, una persona cumplía los criterios de deterioro cognitivo leve.
La edad inusualmente temprana a la que estos pacientes desarrollaron los síntomas sugiere que no padecían alzhéimer habitual asociado a la vejez. Además, en los cinco casos se descartó la existencia del gen que hace que en algunos casos la enfermedad sea hereditaria.
No obstante, los autores sí coinciden en que el hallazgo de que el alzhéimer podría trasmitirse marca un precedente y debe llevar "a revisar las medidas para prevenir la transmisión accidental a través de procedimientos médicos o quirúrgicos, con el fin de evitar que estos casos se produzcan en el futuro".
Cautela ante los resultados
La presidenta de la Sociedad Británica de Neurociencia, Tara Spires-Jones, no cuestiona los resultados del estudio, pero sí enfatiza en que "no es algo que deba preocupar a la gente". "No hay indicios de que la patología del alzhéimer pueda transmitirse entre individuos en actividades de la vida cotidiana, ni hay pruebas que hagan temer que los procedimientos quirúrgicos actuales conlleven algún riesgo de transmisión de la enfermedad", agrega.
En la misma línea, el catedrático de Bioquímica de la Universidad de Manchester Andrew Doig hace una llamamiento a "ser cautelosos" e incide en que pese a su solvencia, el estudio "solo tiene en cuenta ocho pacientes".
El hallazgo pone de manifiesto la necesidad de extremar precauciones a juicio de los autores del estudio. En él se constató que cinco pacientes fueron tratados con una hormona del crecimiento contaminada y que terminaron desarrollando la enfermedad sin tener ni la edad ni la herencia genética vinculadas a ella. Esta hormona estaba contaminada con la proteína beta amiloide, cuya acumulación es responsable del alzhéimer.
La hormona del crecimiento c-hGH se administró a 1.848 niñas y niños del Reino Unido entre 1959 y 1985. La suspensión de su uso vino derivada de la comprobación de que algunos lotes contenían proteínas infecciosas causantes de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, un trastorno cerebral que a menudo deriva en demencia.
Unos 30 años después de que este tratamiento dejara de usarse, los autores analizaron muestras guardadas de la hormona del crecimiento c-hGH. En el estudio comprobaron que estaban contaminadas con la patología asociada a la proteína beta amiloide a pesar de llevar décadas almacenadas.
Al administrarlas en ratones, vieron que desarrollaron alzhéimer. El descubrimiento les llevó a preguntarse cuál habría sido la evolución de aquellos niños que recibieron el tratamiento contaminado con dicha proteína. "Nuestra sospecha fue que las personas expuestas a aquella hormona del crecimiento que no sucumbieron en su momento a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y vivieron más tiempo, podrían haber acabado desarrollando la enfermedad de Alzheimer", explica uno de los autores, el neurocirujano John Collinge, afiliado al University College de Londres.
Analizados ocho casos
El estudio se centró en ocho casos, de los que cinco empezaron a mostrar síntomas de demencia entre los 38 y 55 años que cumplían con los criterios de diagnóstico de la enfermedad. De los tres restantes, una persona cumplía los criterios de deterioro cognitivo leve.
La edad inusualmente temprana a la que estos pacientes desarrollaron los síntomas sugiere que no padecían alzhéimer habitual asociado a la vejez. Además, en los cinco casos se descartó la existencia del gen que hace que en algunos casos la enfermedad sea hereditaria.
No obstante, los autores sí coinciden en que el hallazgo de que el alzhéimer podría trasmitirse marca un precedente y debe llevar "a revisar las medidas para prevenir la transmisión accidental a través de procedimientos médicos o quirúrgicos, con el fin de evitar que estos casos se produzcan en el futuro".
Cautela ante los resultados
La presidenta de la Sociedad Británica de Neurociencia, Tara Spires-Jones, no cuestiona los resultados del estudio, pero sí enfatiza en que "no es algo que deba preocupar a la gente". "No hay indicios de que la patología del alzhéimer pueda transmitirse entre individuos en actividades de la vida cotidiana, ni hay pruebas que hagan temer que los procedimientos quirúrgicos actuales conlleven algún riesgo de transmisión de la enfermedad", agrega.
En la misma línea, el catedrático de Bioquímica de la Universidad de Manchester Andrew Doig hace una llamamiento a "ser cautelosos" e incide en que pese a su solvencia, el estudio "solo tiene en cuenta ocho pacientes".
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