El directorio del FMI discutirá la próxima semana el nuevo acuerdo y se espera que libere un giro por US$4700 millones
Por:
Rafael Mathus Ruiz
Viernes 26 de
Enero 2024
Fuentes del Ministerio de Economía indicaron que el board se reunirá el 31 de enero
WASHINGTON.- El directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunirá el próximo miércoles 31 de enero para decidir si libera un giro por alrededor de US$4700 millones para la Argentina, en el marco del actual programa económico, que sufrió un giro drástico con la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada.
“Luego del acuerdo con el FMI a nivel de staff, en el marco de la séptima revisión del Programa de Facilidades Extendidas, el board del organismo mantendrá un encuentro el próximo miércoles 31 de enero para tratar el caso de Argentina”, indicaron fuentes del Ministerio de Economía.
Una vez aprobado el nuevo acuerdo, el Gobierno podrá disponer del nuevo desembolso para afrontar pagos de la deuda sin sumar presión al dólar, incluido los últimos vencimientos con el Fondo –US$1950 millones a fin de este mes–, y también la devolución de un crédito puente por casi US$1000 millones que obtuvo con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para poder afrontar los pagos de diciembre ante la escasez de reservas.
El Gobierno y el Fondo alcanzaron un nuevo acuerdo técnico a principios de enero para reflotar el programa firmado durante la administración de Alberto Fernández y despejar el camino para liberar el nuevo giro y apuntalar el plan del presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, para comenzar a estabilizar la economía.
El acuerdo, el primero que firmó el gobierno de Milei con el Fondo, llegó luego de varias semanas de negociaciones y una misión técnica de funcionarios del staff del organismo a Buenos Aires para terminar las discusiones con el equipo de Caputo. Al anunciar el entendimiento, el Fondo combinó advertencias por la crisis, elogios al nuevo plan de ajuste y duras críticas al incumplimiento de metas y la herencia que dejaron Alberto Fernández y Sergio Massa, pese a que el organismo aprobó todas las revisiones del programa durante el gobierno anterior.
El Fondo dijo después que “espera” que el gobierno de Javier Milei construya el respaldo político necesario para aprobar la ley ómnibus en el Congreso. Esa era iniciativa crucial para el éxito del nuevo acuerdo con el organismo por el capítulo fiscal, que Caputo anunció este viernes que será quitado del proyecto de ley ante la oposición que generó en el parlamento y entre los gobernadores.
Más allá de ese revés político, el Gobierno llega a la nueva discusión en el board del FMI con buenas señales de respaldo internacional. El programa de Milei está mucho más alineado con el consenso en Washington respecto de qué debe hacerse para encarrilar la economía, y el gobierno de Joe Biden ya ofreció una señal de respaldo al nuevo plan, según anticipó LA NACION. Estados Unidos es el principal accionista del FMI y el respaldo de la primera potencia global y el resto de sus socios en el G7 es indispensable para conseguir cualquier aprobación por parte del board.
“Le damos la bienvenida a los esfuerzos del gobierno de la Argentina que apuntan a restaurar la estabilidad económica y continuamos discutiendo la importancia de enfocarse en mantener el apoyo a los argentinos más vulnerables durante el difícil proceso de ajuste”, indicó a LA NACION un vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ante una consulta sobre el nuevo acuerdo entre el Gobierno y el Fondo.
El nuevo acuerdo contempla un ajuste “ambicioso”, en las palabras del FMI, para llegar a un superávit fiscal primario del 2% para este año –que llevaría al equilibrio fiscal, o déficit fiscal cero, una vez computados los gastos de la deuda– junto con una acumulación de reservas netas de US$10.000 millones.
El plan de “shock” de Milei enfrenta enormes desafíos de implementación, y el Gobierno todavía debe reunir el respaldo necesario en el Congreso para aprobar la ley ómnibus, que incluye varias medidas claves para alcanzar el equilibrio fiscal. El plan ya ha cosechado duras críticas de la oposición, los sindicatos y organizaciones sociales que llevaron su rechazo al ajuste a las calles con el paro general y la protesta en Plaza de Mayo el pasado miércoles 24 de enero. Más allá del respaldo al plan, en Estados Unidos existe inquietud sobre la situación social de la Argentina, y la tolerancia de la gente al costo que acarreará el ajuste diseñado por el Gobierno.
“Luego del acuerdo con el FMI a nivel de staff, en el marco de la séptima revisión del Programa de Facilidades Extendidas, el board del organismo mantendrá un encuentro el próximo miércoles 31 de enero para tratar el caso de Argentina”, indicaron fuentes del Ministerio de Economía.
Una vez aprobado el nuevo acuerdo, el Gobierno podrá disponer del nuevo desembolso para afrontar pagos de la deuda sin sumar presión al dólar, incluido los últimos vencimientos con el Fondo –US$1950 millones a fin de este mes–, y también la devolución de un crédito puente por casi US$1000 millones que obtuvo con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) para poder afrontar los pagos de diciembre ante la escasez de reservas.
El Gobierno y el Fondo alcanzaron un nuevo acuerdo técnico a principios de enero para reflotar el programa firmado durante la administración de Alberto Fernández y despejar el camino para liberar el nuevo giro y apuntalar el plan del presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, para comenzar a estabilizar la economía.
El acuerdo, el primero que firmó el gobierno de Milei con el Fondo, llegó luego de varias semanas de negociaciones y una misión técnica de funcionarios del staff del organismo a Buenos Aires para terminar las discusiones con el equipo de Caputo. Al anunciar el entendimiento, el Fondo combinó advertencias por la crisis, elogios al nuevo plan de ajuste y duras críticas al incumplimiento de metas y la herencia que dejaron Alberto Fernández y Sergio Massa, pese a que el organismo aprobó todas las revisiones del programa durante el gobierno anterior.
El Fondo dijo después que “espera” que el gobierno de Javier Milei construya el respaldo político necesario para aprobar la ley ómnibus en el Congreso. Esa era iniciativa crucial para el éxito del nuevo acuerdo con el organismo por el capítulo fiscal, que Caputo anunció este viernes que será quitado del proyecto de ley ante la oposición que generó en el parlamento y entre los gobernadores.
Más allá de ese revés político, el Gobierno llega a la nueva discusión en el board del FMI con buenas señales de respaldo internacional. El programa de Milei está mucho más alineado con el consenso en Washington respecto de qué debe hacerse para encarrilar la economía, y el gobierno de Joe Biden ya ofreció una señal de respaldo al nuevo plan, según anticipó LA NACION. Estados Unidos es el principal accionista del FMI y el respaldo de la primera potencia global y el resto de sus socios en el G7 es indispensable para conseguir cualquier aprobación por parte del board.
“Le damos la bienvenida a los esfuerzos del gobierno de la Argentina que apuntan a restaurar la estabilidad económica y continuamos discutiendo la importancia de enfocarse en mantener el apoyo a los argentinos más vulnerables durante el difícil proceso de ajuste”, indicó a LA NACION un vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ante una consulta sobre el nuevo acuerdo entre el Gobierno y el Fondo.
El nuevo acuerdo contempla un ajuste “ambicioso”, en las palabras del FMI, para llegar a un superávit fiscal primario del 2% para este año –que llevaría al equilibrio fiscal, o déficit fiscal cero, una vez computados los gastos de la deuda– junto con una acumulación de reservas netas de US$10.000 millones.
El plan de “shock” de Milei enfrenta enormes desafíos de implementación, y el Gobierno todavía debe reunir el respaldo necesario en el Congreso para aprobar la ley ómnibus, que incluye varias medidas claves para alcanzar el equilibrio fiscal. El plan ya ha cosechado duras críticas de la oposición, los sindicatos y organizaciones sociales que llevaron su rechazo al ajuste a las calles con el paro general y la protesta en Plaza de Mayo el pasado miércoles 24 de enero. Más allá del respaldo al plan, en Estados Unidos existe inquietud sobre la situación social de la Argentina, y la tolerancia de la gente al costo que acarreará el ajuste diseñado por el Gobierno.