Por aire, tierra y mar, Israel asedia Gaza, bloquea sus comunicaciones y desata los peores ataques desde el inicio de la guerra
Lunes 06 de
Noviembre 2023
Aviones de combate israelíes atacaron dos campamentos de refugiados y dejaron al menos 53 muertos; el Ejército israelí anunció que había rodeado y dividido en dos la franja costera
Israel volvió a dejar a la Franja de Gaza nuevamente a ciegas, en medio de una serie de ataques nocturnos que serían los más violentos desde el inicio de la guerra, según reportaron medios árabes.
Por tercera vez desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo armado Hamas, el enclave palestino se quedó este domingo totalmente a oscuras e incomunicado, mientras el Ejército israelí anunció que había rodeado por aire, tierra y mar, y dividido en dos la franja costera.
“Ahora, hay Gaza del norte y Gaza del sur”, dijo a los periodistas el contraalmirante Daniel Hagari, y calificó este momento como “una etapa significativa” en la guerra.
La prensa israelí reportó que se espera que las tropas israelíes entren a Ciudad de Gaza en 48 horas. Un corresponsal de Al Jazeera que estaba siguiendo los bombardeos dijo que la serie de ataques de hoy podría ser la más violenta hasta la fecha.
En tanto, la compañía palestina de telecomunicaciones Paltel confirmó que todos los servicios estaban apagados y que Israel los había desconectado. Además, el grupo partidario de acceso a internet NetBlocks.org reportó un “nuevo colapso de la conectividad” en la Franja de Gaza.
“Hemos perdido comunicación con la gran mayoría del personal de la ONU para refugiados (Unrwa)”, dijo a la AP la vocera de esa agencia, que se encarga de ayudar a refugiados palestinos, Juliette Touma.
Ataque a un campamento
Horas antes el domingo, aviones de combate israelíes atacaron dos campamentos de refugiados en la Franja de Gaza y dejaron al menos 53 personas muertas, según las autoridades de salud. Israel subrayó que mantendrá su ofensiva para liquidar a Hamas, que gobierna el territorio, pese a las peticiones de Estados Unidos de un receso en las hostilidades para llevar ayuda a civiles desesperados.
Arafat Abu Mashaia, que vive en uno de los campamentos, dijo que al ataque había reducido a escombros varios edificios residenciales donde se refugiaba gente que se había visto obligada a salir de otras zonas de Gaza.
“Fue una auténtica masacre”, afirmó el domingo por la mañana, de pie entre los restos de casas destruidas. “Todos aquí son personas pacíficas. Desafío a cualquiera que diga que había (combatientes) de resistencia aquí”.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que más de 9700 palestinos murieron en el territorio en casi un mes de guerra, y es probable que esa cifra aumente a medida que las tropas israelíes avancen hacia barrios urbanos densamente poblados.
Israel rechazó la idea de detener su ofensiva, incluso para las breves pausas humanitarias propuestas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que está de gira por la región y llevó su esfuerzo diplomático a la ocupada Cisjordania el domingo, reuniéndose con el presidente palestino Mahmoud Abbás como un intento del gobierno de Joe Biden de aliviar el sufrimiento civil en la Franja de Gaza y comenzar a esbozar una escenario de posconflicto para el territorio.
En una parada no anunciada con antelación, Blinken viajó a Ramallah en una caravana blindada y bajo estrictas medidas de seguridad. A pesar del secretismo y de la negativa del Departamento de Estado estadounidense a confirmar el viaje hasta después que Blinken abandonó Cisjordania, los palestinos salieron a protestar por el apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel en Gaza cuando se filtró la noticia de su llegada. Los manifestantes portaban carteles que mostraban sangre goteando y mensajes que incluían: “Tienes sangre en las manos, Blinken”.
Cese al fuego
Pese a peticiones y protestas en otras partes del mundo, Israel ha continuado sus bombardeos en todo el territorio, afirmando que ataca a combatientes de Hamas en cualquier lugar.
Las voces críticas afirman que los ataques de Israel son desproporcionados, dado el gran número de mujeres y niños muertos en esos ataques.
Los líderes árabes pidieron un cese el fuego, aunque Blinken dijo que eso “simplemente le permitirá a Hamas reagruparse y repetir lo que hizo el 7 de octubre”, cuando el grupo realizó un gran ataque desde Gaza en el sur de Israel que desencadenó la guerra.
Las pausas humanitarias, señaló, pueden ser cruciales para proteger a los civiles, llevar ayuda y sacar a los ciudadanos extranjeros “al tiempo que se permite que Israel alcance su objetivo, la derrota de Hamas”.
Funcionarios egipcios dijeron que proponían junto con Qatar pausas humanitarias de seis a 12 horas diarias para permitir la entrada de ayuda y la evacuación de heridos. También pidieron a Israel que liberara a mujeres y ancianos de sus cárceles a cambio de los rehenes en poder de Hamas, sugerencias que Israel difícilmente aceptará. Hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizados a informar a la prensa sobre las gestiones.
Aviones israelíes arrojaron panfletos que instaban a la gente a dirigirse al sur durante otra ventana de cuatro horas el domingo. Se podía ver a multitudes caminando por los carriles de norte a sur de la principal carretera de Gaza cargando equipaje, incluso mascotas, o empujando sillas de ruedas. Otros conducían carros tirados por burros.
Naciones Unidas estima que unos 1,5 millones de personas en Gaza, o el 70% de la población, han huido de sus hogares. La comida, el agua y el combustible necesario para los generadores que mantienen en marcha hospitales y otras instalaciones se están acabando.
Tensiones con Líbano
Las tensiones aumentaron en el norte de Israel, en la frontera con Líbano, con cruces de disparos diarios entre Israel y el grupo armado libanés Hezbollah, con cruces de disparos diarios.
Este domingo, un ataque israelí contra un coche en el sur del país mató a tres niños y a su abuela, según informaron las autoridades libanesas. El vocero militar jefe de Israel dijo que el Ejército había atacado “objetivos terroristas de Hezbollah en el sur de Líbano” en respuesta a un ataque con misiles contra tanques que mató a un ciudadano israelí. También se derribó un avión no tripulado de Hezbollah.
Hezbollah respondió disparando cohetes contra la ciudad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel. El grupo afirmó que nunca toleraría ataques contra civiles y que su respuesta sería “firme y contundente”.
Por tercera vez desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo armado Hamas, el enclave palestino se quedó este domingo totalmente a oscuras e incomunicado, mientras el Ejército israelí anunció que había rodeado por aire, tierra y mar, y dividido en dos la franja costera.
“Ahora, hay Gaza del norte y Gaza del sur”, dijo a los periodistas el contraalmirante Daniel Hagari, y calificó este momento como “una etapa significativa” en la guerra.
La prensa israelí reportó que se espera que las tropas israelíes entren a Ciudad de Gaza en 48 horas. Un corresponsal de Al Jazeera que estaba siguiendo los bombardeos dijo que la serie de ataques de hoy podría ser la más violenta hasta la fecha.
En tanto, la compañía palestina de telecomunicaciones Paltel confirmó que todos los servicios estaban apagados y que Israel los había desconectado. Además, el grupo partidario de acceso a internet NetBlocks.org reportó un “nuevo colapso de la conectividad” en la Franja de Gaza.
“Hemos perdido comunicación con la gran mayoría del personal de la ONU para refugiados (Unrwa)”, dijo a la AP la vocera de esa agencia, que se encarga de ayudar a refugiados palestinos, Juliette Touma.
Ataque a un campamento
Horas antes el domingo, aviones de combate israelíes atacaron dos campamentos de refugiados en la Franja de Gaza y dejaron al menos 53 personas muertas, según las autoridades de salud. Israel subrayó que mantendrá su ofensiva para liquidar a Hamas, que gobierna el territorio, pese a las peticiones de Estados Unidos de un receso en las hostilidades para llevar ayuda a civiles desesperados.
Arafat Abu Mashaia, que vive en uno de los campamentos, dijo que al ataque había reducido a escombros varios edificios residenciales donde se refugiaba gente que se había visto obligada a salir de otras zonas de Gaza.
“Fue una auténtica masacre”, afirmó el domingo por la mañana, de pie entre los restos de casas destruidas. “Todos aquí son personas pacíficas. Desafío a cualquiera que diga que había (combatientes) de resistencia aquí”.
El Ministerio de Salud de Gaza informó que más de 9700 palestinos murieron en el territorio en casi un mes de guerra, y es probable que esa cifra aumente a medida que las tropas israelíes avancen hacia barrios urbanos densamente poblados.
Israel rechazó la idea de detener su ofensiva, incluso para las breves pausas humanitarias propuestas por el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que está de gira por la región y llevó su esfuerzo diplomático a la ocupada Cisjordania el domingo, reuniéndose con el presidente palestino Mahmoud Abbás como un intento del gobierno de Joe Biden de aliviar el sufrimiento civil en la Franja de Gaza y comenzar a esbozar una escenario de posconflicto para el territorio.
En una parada no anunciada con antelación, Blinken viajó a Ramallah en una caravana blindada y bajo estrictas medidas de seguridad. A pesar del secretismo y de la negativa del Departamento de Estado estadounidense a confirmar el viaje hasta después que Blinken abandonó Cisjordania, los palestinos salieron a protestar por el apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel en Gaza cuando se filtró la noticia de su llegada. Los manifestantes portaban carteles que mostraban sangre goteando y mensajes que incluían: “Tienes sangre en las manos, Blinken”.
Cese al fuego
Pese a peticiones y protestas en otras partes del mundo, Israel ha continuado sus bombardeos en todo el territorio, afirmando que ataca a combatientes de Hamas en cualquier lugar.
Las voces críticas afirman que los ataques de Israel son desproporcionados, dado el gran número de mujeres y niños muertos en esos ataques.
Los líderes árabes pidieron un cese el fuego, aunque Blinken dijo que eso “simplemente le permitirá a Hamas reagruparse y repetir lo que hizo el 7 de octubre”, cuando el grupo realizó un gran ataque desde Gaza en el sur de Israel que desencadenó la guerra.
Las pausas humanitarias, señaló, pueden ser cruciales para proteger a los civiles, llevar ayuda y sacar a los ciudadanos extranjeros “al tiempo que se permite que Israel alcance su objetivo, la derrota de Hamas”.
Funcionarios egipcios dijeron que proponían junto con Qatar pausas humanitarias de seis a 12 horas diarias para permitir la entrada de ayuda y la evacuación de heridos. También pidieron a Israel que liberara a mujeres y ancianos de sus cárceles a cambio de los rehenes en poder de Hamas, sugerencias que Israel difícilmente aceptará. Hablaron bajo condición de anonimato por no estar autorizados a informar a la prensa sobre las gestiones.
Aviones israelíes arrojaron panfletos que instaban a la gente a dirigirse al sur durante otra ventana de cuatro horas el domingo. Se podía ver a multitudes caminando por los carriles de norte a sur de la principal carretera de Gaza cargando equipaje, incluso mascotas, o empujando sillas de ruedas. Otros conducían carros tirados por burros.
Naciones Unidas estima que unos 1,5 millones de personas en Gaza, o el 70% de la población, han huido de sus hogares. La comida, el agua y el combustible necesario para los generadores que mantienen en marcha hospitales y otras instalaciones se están acabando.
Tensiones con Líbano
Las tensiones aumentaron en el norte de Israel, en la frontera con Líbano, con cruces de disparos diarios entre Israel y el grupo armado libanés Hezbollah, con cruces de disparos diarios.
Este domingo, un ataque israelí contra un coche en el sur del país mató a tres niños y a su abuela, según informaron las autoridades libanesas. El vocero militar jefe de Israel dijo que el Ejército había atacado “objetivos terroristas de Hezbollah en el sur de Líbano” en respuesta a un ataque con misiles contra tanques que mató a un ciudadano israelí. También se derribó un avión no tripulado de Hezbollah.
Hezbollah respondió disparando cohetes contra la ciudad de Kiryat Shmona, en el norte de Israel. El grupo afirmó que nunca toleraría ataques contra civiles y que su respuesta sería “firme y contundente”.
Con información de
La Nación