APEP: Biden lanza un plan para integrar la región, pero la mayoría de los países de América Latina queda afuera
Por:
Rafael Mathus Ruiz
Viernes 03 de
Noviembre 2023
El presidente de Estados Unidos recibió a once mandatarios para la primera cumbre de líderes de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica; solo están invitadas las naciones con los que tiene acuerdos de libre comercio
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió a once mandatarios de América Latina para la primera cumbre de líderes de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP, según sus siglas en inglés), la apuesta de su administración para fortalecer la integración en la región con los países afines a Washington. La ausencia de la mayoría de los líderes regionales -entre ellos, de la Argentina- en los jardines de la Casa Blanca dejó al descubierto los desafíos imperantes para tejer consensos en el hemisferio.
La APEP es uno de los legados tangibles que dejó la Cumbre de las Américas que se realizó el año pasado en Los Ángeles, un encuentro que estuvo signado por la polémica que desató la ausencia de Venezuela, Nicaragua y Venezuela, los tres regímenes dictatoriales de la región, en la mirada de Washington y varios países del hemisferio. Biden impulsó en esa cumbre dos grandes consensos, uno plasmado en una declaración sobre migración, y otro en el lanzamiento de esta nueva plataforma de asociación económica que busca brindar un marco y sepultar los fracasos del pasado, como el del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que promovió en su momento George W. Bush.
Pero la cita en la Casa Blanca volvió a estar marcada por la ausencia de la mayoría de los países de la región, un reflejo de los desafíos que enfrenta la relación –históricamente complicada– entre Washington y América Latina. A la Cumbre de las Américas solían ir los 35 países de la región, todos los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). En Los Ángeles faltaron Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y este viernes en la Casa Blanca hubo 11 países invitados: Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay, México y Panamá.
Biden dijo en su mensaje de bienvenida a los líderes que la APEP busca aumentar las oportunidades y aprovechar el potencial de las Américas, y transformar al Hemisferio Occidental en “la región más competitiva del mundo”. La APEP busca apalancarse en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y, en particular, en el BID Invest, el brazo privado del organismo multilateral.
La lista de países invitados no es casual: se trata de las naciones que han firmado un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. La secretaría del Tesoro, Janet Yellen, dijo de hecho en su mensaje que dio en un desayuno de la cumbre que Estados Unidos buscaba un enfoque ella llama “friendshoring”, un término creado para referirse a la diversificación de las cadenas de suministro con “aliados y socios confiables”.
“Creemos que los países de la APEP están bien posicionados para tomar las medidas necesarias para beneficiarse del friendshoring. Pero las nuevas inversiones no se producirán automáticamente. Estados Unidos y el BID se han comprometido a trabajar juntos para apoyar sus esfuerzos por integrarse a la cadena de suministro de esta región”, dijo Yellen.
La APEP es uno de los legados tangibles que dejó la Cumbre de las Américas que se realizó el año pasado en Los Ángeles, un encuentro que estuvo signado por la polémica que desató la ausencia de Venezuela, Nicaragua y Venezuela, los tres regímenes dictatoriales de la región, en la mirada de Washington y varios países del hemisferio. Biden impulsó en esa cumbre dos grandes consensos, uno plasmado en una declaración sobre migración, y otro en el lanzamiento de esta nueva plataforma de asociación económica que busca brindar un marco y sepultar los fracasos del pasado, como el del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que promovió en su momento George W. Bush.
Pero la cita en la Casa Blanca volvió a estar marcada por la ausencia de la mayoría de los países de la región, un reflejo de los desafíos que enfrenta la relación –históricamente complicada– entre Washington y América Latina. A la Cumbre de las Américas solían ir los 35 países de la región, todos los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). En Los Ángeles faltaron Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y este viernes en la Casa Blanca hubo 11 países invitados: Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay, México y Panamá.
Biden dijo en su mensaje de bienvenida a los líderes que la APEP busca aumentar las oportunidades y aprovechar el potencial de las Américas, y transformar al Hemisferio Occidental en “la región más competitiva del mundo”. La APEP busca apalancarse en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y, en particular, en el BID Invest, el brazo privado del organismo multilateral.
La lista de países invitados no es casual: se trata de las naciones que han firmado un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. La secretaría del Tesoro, Janet Yellen, dijo de hecho en su mensaje que dio en un desayuno de la cumbre que Estados Unidos buscaba un enfoque ella llama “friendshoring”, un término creado para referirse a la diversificación de las cadenas de suministro con “aliados y socios confiables”.
“Creemos que los países de la APEP están bien posicionados para tomar las medidas necesarias para beneficiarse del friendshoring. Pero las nuevas inversiones no se producirán automáticamente. Estados Unidos y el BID se han comprometido a trabajar juntos para apoyar sus esfuerzos por integrarse a la cadena de suministro de esta región”, dijo Yellen.
12 countries committing to drive innovative approaches to shared challenges.
— President Biden (@POTUS) November 3, 2023
To harness the incredible economic potential of the Americas.
And to make the Western Hemisphere the most economically competitive region in the world. pic.twitter.com/6WY5pZMRlc