Brecha histórica: una distorsión pocas veces vista en la historia argentina
Por:
Melisa Reinhold
Jueves 12 de
Octubre 2023
Aunque el Gobierno amplió el Programa de Incremento Exportador, ayer el Banco Central enfrentó la mayor venta de reservas en seis meses, mientras la diferencia de cotizaciones ya supera el 188%
Estos días la brecha alcanzó niveles que pocas veces se vieron en la historia argentina. Mientras que el dólar mayorista está fijo hace dos meses en los $350, los tipos de cambio libres continuaron con la escalada e incluso el dólar blue ya cotiza en los cuatro dígitos. Es una distorsión que da cuenta de los desequilibrios que presenta la macroeconomía y que el próximo presidente tendrá que enfrentar a partir del 10 de diciembre.
La brecha varía dependiendo de la cotización que se tome como referencia, aunque en todos los casos son máximos históricos. Frente al blue, actualmente el valor más alto del mercado cambiario ($1010), es del 188,5%. Mientras que el dólar contado con liquidación (CCL), instrumento que utilizan las compañías para girar las divisas fuera de la Argentina y que ayer cerró en los $954, alcanzó un 172,5%.
“La brecha cambiaria llegó a los máximos para las dos etapas de controles de cambios de la Argentina en el siglo XX, octubre 2011/diciembre 2015 y septiembre 2019 a la fecha”, remarcaron desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI). Es más, para encontrar cifras similares, hay que remontarse a la guerra de Malvinas (183%) o el pre-Rodrigazo (en mayo de 1975, cuando llegó a tocar el 370%).
La brecha es consecuencia de las distintas regulaciones que establece el Ejecutivo, que terminan por crear distintos tipos de cambio. Para Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria Consultores, que un mismo bien tenga múltiples valores genera “crisis de todo tipo”: los precios de las góndolas se distorsionan, la inflación se acelera y la brecha se retroalimenta.
El ejemplo más claro se da en el comercio exterior. Por un lado, los importadores intentan acceder a los $350, por lo que el Gobierno implementa nuevos cepos y pone trabas en los pagos para acotar la demanda. Por el otro, los exportadores se ven obligados a vender a $350, lo que genera un “desincentivo a reducir fuertemente la oferta de dólares”.
En ese escenario, aunque el Ministerio de Economía amplió en las últimas semanas el Programa de Incremento Exportador (PIE) para que media docena de exportadores puedan liquidar un 25% al dólar CCL (y el 75% restante el oficial), ayer el Banco Central enfrentó la mayor venta de reservas en seis meses, al desprenderse de US$220 millones.
“Es un proceso que se va retroalimentando. Cuantos menos dólares hay en el oficial, más expectativas hay de que van a tener que subir la cotización en algún momento. Por eso, la demanda se termina traspasando a otros mercados y hace que los tipos de cambio libres suban más. Así, se entra en una especie de espiral como la que estamos viviendo estos días. Por eso hoy la CNV acotó la posibilidad de que los inversores extranjeros hagan operaciones en el contado con liquidación”, agregó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
Para Claudio Caprarulo, director de Analytica Consultora, hay dos ejes sobre los que se debe resolver esta situación. En parte, el Gobierno tiene que demostrar que puede conducir la evolución del tipo de cambio oficial hasta diciembre. Otro tanto, en plena carrera electoral, se debe trabajar sobre las expectativas, que también dependen del resto de los precandidatos presidenciales.
“Estamos en un régimen de alta inflación en el que los consumidores tenemos día a día menos información a la hora de hacer una compra. La brecha cambiaria al 200% profundiza esa situación [ayer alcanzó estos valores], porque va a trasladarse a nuevos aumentos de precios y posiciones de cobertura más agresivas en empresas y comercios. En Analytica analizamos que la velocidad de ajuste de los precios mayoristas con el salto cambiario de agosto se duplicó con respecto a las devaluaciones del 2014, 2016, 2018 (mayo, septiembre) y 2019″, advirtió.
De no resolverse estas cuestiones, la brecha seguirá cuesta arriba y el Banco Central profundizará la crisis de reservas, según Tiscornia. Las expectativas le juegan en contra al Gobierno. Los inversores tienen la mirada puesta en un posible salto devaluatorio o una eventual salida del cepo cambiario, frente al recambio de figuras políticas en la Casa Rosada. Aunque aclaró: corregir la brecha no necesariamente quiere decir que el dólar se irá hasta la punta máxima, en los $1010, un valor “exageradamente alto”.
“Es peligrosa la brecha a estos niveles. Hay un exceso de demanda de los dólares oficiales y una escasez de oferta, lo que genera una salida de reservas de manera más acelerada y que el Gobierno tiene que alargar para no llevar la actividad a cero. Porque, si tienen que cerrar todas las fábricas productivas que usan insumos importados, se llega a una crisis más aguda de la que tenés hoy por la inflación per se. Pero también es peligrosa porque se corre el riesgo de acelerar más la inflación con respecto a los niveles actuales”, cerró Paolicchi.
La brecha varía dependiendo de la cotización que se tome como referencia, aunque en todos los casos son máximos históricos. Frente al blue, actualmente el valor más alto del mercado cambiario ($1010), es del 188,5%. Mientras que el dólar contado con liquidación (CCL), instrumento que utilizan las compañías para girar las divisas fuera de la Argentina y que ayer cerró en los $954, alcanzó un 172,5%.
“La brecha cambiaria llegó a los máximos para las dos etapas de controles de cambios de la Argentina en el siglo XX, octubre 2011/diciembre 2015 y septiembre 2019 a la fecha”, remarcaron desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI). Es más, para encontrar cifras similares, hay que remontarse a la guerra de Malvinas (183%) o el pre-Rodrigazo (en mayo de 1975, cuando llegó a tocar el 370%).
La brecha es consecuencia de las distintas regulaciones que establece el Ejecutivo, que terminan por crear distintos tipos de cambio. Para Juan Ignacio Paolicchi, economista de Empiria Consultores, que un mismo bien tenga múltiples valores genera “crisis de todo tipo”: los precios de las góndolas se distorsionan, la inflación se acelera y la brecha se retroalimenta.
El ejemplo más claro se da en el comercio exterior. Por un lado, los importadores intentan acceder a los $350, por lo que el Gobierno implementa nuevos cepos y pone trabas en los pagos para acotar la demanda. Por el otro, los exportadores se ven obligados a vender a $350, lo que genera un “desincentivo a reducir fuertemente la oferta de dólares”.
En ese escenario, aunque el Ministerio de Economía amplió en las últimas semanas el Programa de Incremento Exportador (PIE) para que media docena de exportadores puedan liquidar un 25% al dólar CCL (y el 75% restante el oficial), ayer el Banco Central enfrentó la mayor venta de reservas en seis meses, al desprenderse de US$220 millones.
“Es un proceso que se va retroalimentando. Cuantos menos dólares hay en el oficial, más expectativas hay de que van a tener que subir la cotización en algún momento. Por eso, la demanda se termina traspasando a otros mercados y hace que los tipos de cambio libres suban más. Así, se entra en una especie de espiral como la que estamos viviendo estos días. Por eso hoy la CNV acotó la posibilidad de que los inversores extranjeros hagan operaciones en el contado con liquidación”, agregó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
Para Claudio Caprarulo, director de Analytica Consultora, hay dos ejes sobre los que se debe resolver esta situación. En parte, el Gobierno tiene que demostrar que puede conducir la evolución del tipo de cambio oficial hasta diciembre. Otro tanto, en plena carrera electoral, se debe trabajar sobre las expectativas, que también dependen del resto de los precandidatos presidenciales.
“Estamos en un régimen de alta inflación en el que los consumidores tenemos día a día menos información a la hora de hacer una compra. La brecha cambiaria al 200% profundiza esa situación [ayer alcanzó estos valores], porque va a trasladarse a nuevos aumentos de precios y posiciones de cobertura más agresivas en empresas y comercios. En Analytica analizamos que la velocidad de ajuste de los precios mayoristas con el salto cambiario de agosto se duplicó con respecto a las devaluaciones del 2014, 2016, 2018 (mayo, septiembre) y 2019″, advirtió.
De no resolverse estas cuestiones, la brecha seguirá cuesta arriba y el Banco Central profundizará la crisis de reservas, según Tiscornia. Las expectativas le juegan en contra al Gobierno. Los inversores tienen la mirada puesta en un posible salto devaluatorio o una eventual salida del cepo cambiario, frente al recambio de figuras políticas en la Casa Rosada. Aunque aclaró: corregir la brecha no necesariamente quiere decir que el dólar se irá hasta la punta máxima, en los $1010, un valor “exageradamente alto”.
“Es peligrosa la brecha a estos niveles. Hay un exceso de demanda de los dólares oficiales y una escasez de oferta, lo que genera una salida de reservas de manera más acelerada y que el Gobierno tiene que alargar para no llevar la actividad a cero. Porque, si tienen que cerrar todas las fábricas productivas que usan insumos importados, se llega a una crisis más aguda de la que tenés hoy por la inflación per se. Pero también es peligrosa porque se corre el riesgo de acelerar más la inflación con respecto a los niveles actuales”, cerró Paolicchi.