El rey de España propone a Pedro Sánchez como candidato a la presidencia y empieza el operativo para seducir con los catalanes
Martes 03 de
Octubre 2023
El mandatario socialista anunció que iniciaría consultas mañana con todos los partidos españoles, menos con Vox; no mencionó abiertamente la aministía pero sí rechazó la autodeterminación
MADRID.- El rey Felipe VI de España propuso este martes al presidente en funciones, Pedro Sánchez, que se someta a una votación de investidura en el Congreso para un nuevo mandato, después de que su rival conservador del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, fracasara en su intento de convertirse en jefe del Gobierno la semana pasada.
“Su majestad el rey”, quien consultó desde el lunes a los representantes de los diferentes partidos políticos, “me ha comunicado su decisión de proponer al señor Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno”, indicó la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol en una breve declaración televisada.
“La principal obligación de quienes pedimos el voto es formar un gobierno. Había dos opciones, un gobierno del PP con Vox o uno del PSOE con Sumar. Las urnas hicieron inviable un gobierno del PP con Vox. La investidura fallida confirmó eso, la soledad y la ausencia de una mayoría que avalara esa coalición de la derecha y la ultraderecha. Acepto el encargo de su majestad el rey con responsabilidad e ilusión”, declaró el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Sánchez aseguró que comenzaría las conversaciones con los principales partidos el miércoles, “sin tiempo que perder”, y empezando por su ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, jefa de la izquierdista Sumar.
Negociación con los catalanes
Para alcanzar el umbral de votos necesario para mantenerse en el cargo, tendrá que ganarse a los partidos catalanes y vascos, algunos de los cuales defienden la independencia de sus regiones respecto a Madrid.
El mandatario intentará ahora recabar el apoyo del expresidente regional catalán Carles Puigdemont, cuya formación, la independentista Junts per Catalunya, es clave para que el socialista alcance la mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados.
Puidgemont pide a cambio del apoyo una amnistía para los dirigentes catalanes que participaron en el proceso independentista de 2017.
En este sentido, el presidente del Gobierno realizó un llamado a la “responsabilidad” de las fuerzas políticas independentistas para lograr una mayoría parlamentaria que permita la configuración de un Gobierno progresista que logre “completar la superación de discordias pasadas”, en referencia a la ley de amnistía.
Abordando el tema de la división, Sánchez dijo que uno de los principales pilares de su gobierno sería trabajar por la convivencia y la concordia entre los españoles, especialmente en Cataluña.
Aunque no usó la palabra amnistía, Sánchez dijo que “hacer política implica generosidad” y agregó que cualquier acuerdo que se alcance en la negociación “será transparente, tendrá que ser refrendado por las Cortes y, además, se tendrá que pronunciar el Tribunal Constitucional”.
Además, Sánchez rechazó de plano el otro requisito, el del referéndum de autodeterminación. “Lo he dicho siempre. Y no solo porque no lo contempla la Constitución sino porque es contrario a lo que he defendido siempre con mi palabra y con mi acción. Lo que quieren los catalanes es pasar página y provocar un reencuentro entre los catalanes y con el conjunto de la sociedad española”.
Sánchez anunció hoy que a partir de mañana hablará con todos los partidos políticos menos con el ultraderechista Vox.
“He aceptado el encargo del jefe del Estado (...) Me dispongo a trabajar para formar lo antes posible un gobierno de coalición progresista con suficientes apoyos para garantizar la estabilidad que necesita el país”, dijo Sánchez a la prensa. Todavía no hay fecha para la sesión de investidura.
En las inconclusas elecciones generales de 23 de julio, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez obtuvo menos escaños que los conservadores de Alberto Núñez Feijóo, pero Sánchez ha insistido en que puede reunir suficientes apoyos para su investidura.
Si ningún candidato obtiene una mayoría parlamentaria antes del 27 de noviembre, habrá que repetir las elecciones.
“Su majestad el rey”, quien consultó desde el lunes a los representantes de los diferentes partidos políticos, “me ha comunicado su decisión de proponer al señor Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno”, indicó la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol en una breve declaración televisada.
“La principal obligación de quienes pedimos el voto es formar un gobierno. Había dos opciones, un gobierno del PP con Vox o uno del PSOE con Sumar. Las urnas hicieron inviable un gobierno del PP con Vox. La investidura fallida confirmó eso, la soledad y la ausencia de una mayoría que avalara esa coalición de la derecha y la ultraderecha. Acepto el encargo de su majestad el rey con responsabilidad e ilusión”, declaró el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Sánchez aseguró que comenzaría las conversaciones con los principales partidos el miércoles, “sin tiempo que perder”, y empezando por su ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, jefa de la izquierdista Sumar.
Negociación con los catalanes
Para alcanzar el umbral de votos necesario para mantenerse en el cargo, tendrá que ganarse a los partidos catalanes y vascos, algunos de los cuales defienden la independencia de sus regiones respecto a Madrid.
El mandatario intentará ahora recabar el apoyo del expresidente regional catalán Carles Puigdemont, cuya formación, la independentista Junts per Catalunya, es clave para que el socialista alcance la mayoría necesaria en el Congreso de los Diputados.
Puidgemont pide a cambio del apoyo una amnistía para los dirigentes catalanes que participaron en el proceso independentista de 2017.
En este sentido, el presidente del Gobierno realizó un llamado a la “responsabilidad” de las fuerzas políticas independentistas para lograr una mayoría parlamentaria que permita la configuración de un Gobierno progresista que logre “completar la superación de discordias pasadas”, en referencia a la ley de amnistía.
Abordando el tema de la división, Sánchez dijo que uno de los principales pilares de su gobierno sería trabajar por la convivencia y la concordia entre los españoles, especialmente en Cataluña.
Aunque no usó la palabra amnistía, Sánchez dijo que “hacer política implica generosidad” y agregó que cualquier acuerdo que se alcance en la negociación “será transparente, tendrá que ser refrendado por las Cortes y, además, se tendrá que pronunciar el Tribunal Constitucional”.
Además, Sánchez rechazó de plano el otro requisito, el del referéndum de autodeterminación. “Lo he dicho siempre. Y no solo porque no lo contempla la Constitución sino porque es contrario a lo que he defendido siempre con mi palabra y con mi acción. Lo que quieren los catalanes es pasar página y provocar un reencuentro entre los catalanes y con el conjunto de la sociedad española”.
Sánchez anunció hoy que a partir de mañana hablará con todos los partidos políticos menos con el ultraderechista Vox.
“He aceptado el encargo del jefe del Estado (...) Me dispongo a trabajar para formar lo antes posible un gobierno de coalición progresista con suficientes apoyos para garantizar la estabilidad que necesita el país”, dijo Sánchez a la prensa. Todavía no hay fecha para la sesión de investidura.
En las inconclusas elecciones generales de 23 de julio, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez obtuvo menos escaños que los conservadores de Alberto Núñez Feijóo, pero Sánchez ha insistido en que puede reunir suficientes apoyos para su investidura.
Si ningún candidato obtiene una mayoría parlamentaria antes del 27 de noviembre, habrá que repetir las elecciones.
Con información de
La Nación