La NASA logró abrir la sonda de la misión Osiris-REX que viajó hasta el asteroide Bennu y lo que hallaron los desconcertó
Miércoles 27 de
Septiembre 2023
Al momento de tomar la muestra hubo problemas con el cierre de la cápsula; los investigadores de la agencia espacial anunciaron una conferencia de prensa para el 11 de octubre para “dar a conocer el material”
La NASA consiguió abrir este martes el compartimiento presurizado de la sonda de la misión Osiris-Rex que recolectó fragmentos de un asteroide lejano y anunció que hallaron algo que los desconcertó en su interior. La agencia espacial aseguró que deberán examinar con sumo cuidado la valiosa muestra dada la dificultad y precisión que requirió obtenerla.
El último domingo la misión aterrizó en el desierto estadounidense en Utah, tras una maniobra de alto riesgo y siete años en el espacio. La cápsula traía una muestra, tomada en 2020 del asteroide Bennu, y que según las primeras estimaciones contenía alrededor de 250 gramos de material del mencionado asteroide.
La misión no estuvo exenta de problemas ya que durante aquella operación, la NASA se percató de que la tapa del recipiente recolector no podía cerrarse. Pero finalmente se logró asegurar la muestra y transferir a la sonda de acuerdo con lo previsto.
Sin embargo, debido a este fallo, los científicos esperaban encontrar restos de la muestra fuera del compartimento de recolección, en la caja donde estaba colocado dado que no se creía que todo el material hubiera sido resguardado.
Así es que el martes por la tarde, los científicos del Centro Espacial Johnson en Houston, Texas, consiguieron abrir una primera tapa en una de las cámaras herméticas de los laboratorios. Lo primero que hallaron los equipos de la NASA fue “polvo negro y restos”, según anunció la agencia espacial, sin precisar si se trataba de fragmentos de asteroide u otro sedimento.
Este material será analizado y se llevará a cabo un “cuidadoso proceso de desmontaje” del compartimento de recogida, “para poder acceder a la muestra principal que se encuentra en su interior”, escribió la agencia espacial.
Para el 11 de octubre está prevista una conferencia de prensa para “dar a conocer la muestra” . El análisis de la composición del asteroide Bennu permitirá a los científicos comprender mejor cómo se formó el Sistema Solar y cómo se volvió habitable la Tierra.
Los científicos creen que ese cuerpo espacial (de 500 metros de diámetro) es rico en carbono y contiene moléculas de agua encerradas en minerales. Existe un pequeño riesgo (una probabilidad en 2700) de que Bennu golpee la Tierra en 2182, lo cual sería catastrófico. En 2022, la NASA logró desviar la trayectoria de un asteroide impactándolo.
La llegada de la sonda a Estados Unidos
La sonda espacial estadounidense Osiris-REx, lanzada en 2016, recogió la muestra del Bennu hace casi tres años. Su regreso a la Tierra estuvo programado para el domingo alrededor de las 9 (hora local, las 12 en la Argentina), en un sitio de ensayos militares en el oeste del estado de Utah.
Unas cuatro horas antes, a unos 108.000 kilómetros de la Tierra, la sonda Osiris-REx liberó la cápsula que contiene la muestra. El descenso final duró 13 minutos. La cápsula entró en la atmósfera a una velocidad de 43.000 km/h alcanzando una temperatura máxima de alrededor de 2800°C, indicó la agencia espacial.
Así dos paracaídas sucesivos hicieron que la cápsula tenga un suave aterrizaje en el desierto, donde fue recuperada por personal en el área. Llegar al área objetivo de 650 km2 fue como “arrojar un dardo a lo largo de una cancha de básquet y dar en el blanco”, explicó Rich Burns, administrador del proyecto Osiris-REx en la NASA.
El último domingo la misión aterrizó en el desierto estadounidense en Utah, tras una maniobra de alto riesgo y siete años en el espacio. La cápsula traía una muestra, tomada en 2020 del asteroide Bennu, y que según las primeras estimaciones contenía alrededor de 250 gramos de material del mencionado asteroide.
La misión no estuvo exenta de problemas ya que durante aquella operación, la NASA se percató de que la tapa del recipiente recolector no podía cerrarse. Pero finalmente se logró asegurar la muestra y transferir a la sonda de acuerdo con lo previsto.
Sin embargo, debido a este fallo, los científicos esperaban encontrar restos de la muestra fuera del compartimento de recolección, en la caja donde estaba colocado dado que no se creía que todo el material hubiera sido resguardado.
Así es que el martes por la tarde, los científicos del Centro Espacial Johnson en Houston, Texas, consiguieron abrir una primera tapa en una de las cámaras herméticas de los laboratorios. Lo primero que hallaron los equipos de la NASA fue “polvo negro y restos”, según anunció la agencia espacial, sin precisar si se trataba de fragmentos de asteroide u otro sedimento.
Este material será analizado y se llevará a cabo un “cuidadoso proceso de desmontaje” del compartimento de recogida, “para poder acceder a la muestra principal que se encuentra en su interior”, escribió la agencia espacial.
Para el 11 de octubre está prevista una conferencia de prensa para “dar a conocer la muestra” . El análisis de la composición del asteroide Bennu permitirá a los científicos comprender mejor cómo se formó el Sistema Solar y cómo se volvió habitable la Tierra.
Los científicos creen que ese cuerpo espacial (de 500 metros de diámetro) es rico en carbono y contiene moléculas de agua encerradas en minerales. Existe un pequeño riesgo (una probabilidad en 2700) de que Bennu golpee la Tierra en 2182, lo cual sería catastrófico. En 2022, la NASA logró desviar la trayectoria de un asteroide impactándolo.
La llegada de la sonda a Estados Unidos
La sonda espacial estadounidense Osiris-REx, lanzada en 2016, recogió la muestra del Bennu hace casi tres años. Su regreso a la Tierra estuvo programado para el domingo alrededor de las 9 (hora local, las 12 en la Argentina), en un sitio de ensayos militares en el oeste del estado de Utah.
Unas cuatro horas antes, a unos 108.000 kilómetros de la Tierra, la sonda Osiris-REx liberó la cápsula que contiene la muestra. El descenso final duró 13 minutos. La cápsula entró en la atmósfera a una velocidad de 43.000 km/h alcanzando una temperatura máxima de alrededor de 2800°C, indicó la agencia espacial.
Así dos paracaídas sucesivos hicieron que la cápsula tenga un suave aterrizaje en el desierto, donde fue recuperada por personal en el área. Llegar al área objetivo de 650 km2 fue como “arrojar un dardo a lo largo de una cancha de básquet y dar en el blanco”, explicó Rich Burns, administrador del proyecto Osiris-REx en la NASA.
Con información de
AFP