Asma: cuándo la dificultad para respirar puede ser motivo de consulta médica o señal de alarma
Lunes 19 de
Junio 2023
Las molestias ante un esfuerzo físico, como subir escaleras o correr el colectivo, puede responder a distintas causas. Cuáles son los tratamientos, según los expertos
Durante el día, pequeñas acciones cotidianas ponen a prueba la capacidad respiratoria. Subir unas escaleras o correr hasta la parada para alcanzar el bus o colectivo, son ejemplos habituales. En muchos casos, a medida que se avanza en el esfuerzo, las personas notan una dificultad para respirar. Esa falta el aire puede ser un síntoma de una enfermedad que consiste en la inflamación de las vías respiratorias: el asma.
Al acceder al diagnóstico y al tratamiento oportuno, las personas con asma reducen el riesgo de complicaciones, como la dificultad para dormir bien por tener síntomas nocturnos, los cambios permanentes en la función pulmonar, la tos persistente, la necesidad de usar un respirador y hasta la muerte. La Asociación Argentina de Pacientes con Asma (AAPASMA) busca concientizar a la población sobre la detección temprana de la enfermedad y para que se acceda al tratamiento efectivo.
“La dificultad para respirar, la falta de aire, los silbidos en el pecho, la tos, la fatiga o el aumento de esos síntomas con los ejercicios físicos, la risa, el frío o los procesos infecciosos, como el resfrío o la gripe, son síntomas que pueden estar asociados al desarrollo del asma”, dijo a Infobae el doctor Pablo Moreno, especialista en alergia e inmunología y presidente de la AAPASMA.
Esa asociación cuenta con la colaboración de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, Asthma Right Care Argentina y Grupo Asma GANOA para realizar la campaña de concientización sobre la enfermedad que padecen más de 339 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Aún hay mucho desconocimiento sobre el asma y también mitos que interfieren con el diagnóstico apropiado y el acceso al tratamiento que puede ser efectivo para hacer que los pacientes tengan una buena calidad de vida”, explicó el doctor Moreno.
En algunos casos, hay personas que, por razones económicas, no acceden al tratamiento. En otros, algunos todavía creen en mitos como que ‘la enfermedad se cura sola’ o ‘la medicación hace mal’. Algunas personas no le cuentan a los profesionales de la salud que tienen dificultad para respirar por diferentes razones. Por ejemplo, los chicos con asma sufren bullying”, comentó.
Las personas que no reciben un tratamiento adecuado contra el asma pueden sufrir trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración, de acuerdo con la OMS. También, aquellos que tienen esta afección y sus familiares pueden tener que ausentarse de la escuela y el trabajo, con lo cual surgen repercusiones económicas para el entorno y la comunidad en general.
Cuando los síntomas son graves, los pacientes pueden precisar cuidados urgentes y tal vez tengan que ingresar en un hospital para ser tratados y vigiladps. En los casos más graves, el asma puede ser letal.
Se trata de una enfermedad crónica y no es transmisible. Sin embargo, las infecciones respiratorias virales (como el resfriado común y la gripe) pueden causar exacerbaciones o crisis en pacientes con asma.
Si bien no está claro por qué algunas personas padecen asma y otras no, probablemente se deba a una combinación de factores ambientales y genéticos.
El asma afecta a todas las edades: es la enfermedad crónica más común de la infancia, la adolescencia y la edad adulta. En la Argentina se estima que hay 4 millones de pacientes con diagnóstico médico de asma. Además, se estima que aproximadamente la mitad de los que padecen la enfermedad no lo saben, según indican los expertos de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), por lo cual no cuentan con tratamiento.
Ese subregistro implica que las personas estén en mayor riesgo de agravar el cuadro, y produce 15.000 internaciones al año por la falta de control en cuanto al tratamiento.
Hay distintos indicadores que permiten establecer el nivel de gravedad de asma de un paciente. Algunos de ellos son: la frecuencia de los síntomas, la cantidad de ingresos a centros de urgencias al año, la cantidad de medicación necesaria para controlar la enfermedad, el uso de rescatadores o aliviadores, el compromiso de la calidad de vida, los valores arrojados por estudios complementarios, entre otros factores.
El diagnóstico del asma se hace a través de un examen médico. Luego se pueden indicar estudios complementarios, que lo confirman y el nivel de gravedad.
El tratamiento para cada paciente es diferente ya que va a depender de la gravedad del asma y la respuesta a las terapias. No se puede establecer el tratamiento adecuado en una visita porque hay que evaluar cómo responde cada paciente.
Según explicó a Infobae el doctor Sergio Zunino, coordinador de la sección de inmunología y obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), como parte del tratamiento, los profesionales de la salud pueden indicar el uso de corticoides ya que son antiinflamatorios y logran reducir la frecuencia e intensidad de los síntomas y el riesgo de padecer crisis.
“Los corticoides pueden venir en aerosol o en polvo seco. El paciente los incorpora en su árbol bronquial”, afirmó el doctor Zunino. Al acceder al corticoide, se produce un efecto desinflamatorio sobre la vía aérea. Siempre deben usarse con control médico.
También pueden indicarse rescatadores/aliviadores de los momentos de crisis. “Los broncodilatadores, rescatadores o aliviadores sirven para dilatar temporariamente los bronquios, pero no son el tratamiento principal del asma. Como tienen un costo bajo, a veces los pacientes solo usan los broncodilatadores y por eso están mal controlados”, expresó Zunino.
Existen anticuerpos monoclonales o biológicos para tratar a pacientes con asma. Son medicamentos específicos, que intervienen directamente en el mecanismo inflamatorio. “Están destinados solo al grupo de asma grave, que constituyen hasta el 5% de la población de pacientes con asma. Son los pacientes con más riesgo de mortalidad y pueden tener otras afecciones asociadas”.
Son pacientes que no responden a los corticoides y otros fármacos y requieren internación. Deben ser evaluados para recibir el tratamiento biológico, afirmó.
Al acceder al diagnóstico y al tratamiento oportuno, las personas con asma reducen el riesgo de complicaciones, como la dificultad para dormir bien por tener síntomas nocturnos, los cambios permanentes en la función pulmonar, la tos persistente, la necesidad de usar un respirador y hasta la muerte. La Asociación Argentina de Pacientes con Asma (AAPASMA) busca concientizar a la población sobre la detección temprana de la enfermedad y para que se acceda al tratamiento efectivo.
“La dificultad para respirar, la falta de aire, los silbidos en el pecho, la tos, la fatiga o el aumento de esos síntomas con los ejercicios físicos, la risa, el frío o los procesos infecciosos, como el resfrío o la gripe, son síntomas que pueden estar asociados al desarrollo del asma”, dijo a Infobae el doctor Pablo Moreno, especialista en alergia e inmunología y presidente de la AAPASMA.
Esa asociación cuenta con la colaboración de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, Asthma Right Care Argentina y Grupo Asma GANOA para realizar la campaña de concientización sobre la enfermedad que padecen más de 339 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Aún hay mucho desconocimiento sobre el asma y también mitos que interfieren con el diagnóstico apropiado y el acceso al tratamiento que puede ser efectivo para hacer que los pacientes tengan una buena calidad de vida”, explicó el doctor Moreno.
En algunos casos, hay personas que, por razones económicas, no acceden al tratamiento. En otros, algunos todavía creen en mitos como que ‘la enfermedad se cura sola’ o ‘la medicación hace mal’. Algunas personas no le cuentan a los profesionales de la salud que tienen dificultad para respirar por diferentes razones. Por ejemplo, los chicos con asma sufren bullying”, comentó.
Las personas que no reciben un tratamiento adecuado contra el asma pueden sufrir trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración, de acuerdo con la OMS. También, aquellos que tienen esta afección y sus familiares pueden tener que ausentarse de la escuela y el trabajo, con lo cual surgen repercusiones económicas para el entorno y la comunidad en general.
Cuando los síntomas son graves, los pacientes pueden precisar cuidados urgentes y tal vez tengan que ingresar en un hospital para ser tratados y vigiladps. En los casos más graves, el asma puede ser letal.
Se trata de una enfermedad crónica y no es transmisible. Sin embargo, las infecciones respiratorias virales (como el resfriado común y la gripe) pueden causar exacerbaciones o crisis en pacientes con asma.
Si bien no está claro por qué algunas personas padecen asma y otras no, probablemente se deba a una combinación de factores ambientales y genéticos.
El asma afecta a todas las edades: es la enfermedad crónica más común de la infancia, la adolescencia y la edad adulta. En la Argentina se estima que hay 4 millones de pacientes con diagnóstico médico de asma. Además, se estima que aproximadamente la mitad de los que padecen la enfermedad no lo saben, según indican los expertos de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), por lo cual no cuentan con tratamiento.
Ese subregistro implica que las personas estén en mayor riesgo de agravar el cuadro, y produce 15.000 internaciones al año por la falta de control en cuanto al tratamiento.
Hay distintos indicadores que permiten establecer el nivel de gravedad de asma de un paciente. Algunos de ellos son: la frecuencia de los síntomas, la cantidad de ingresos a centros de urgencias al año, la cantidad de medicación necesaria para controlar la enfermedad, el uso de rescatadores o aliviadores, el compromiso de la calidad de vida, los valores arrojados por estudios complementarios, entre otros factores.
El diagnóstico del asma se hace a través de un examen médico. Luego se pueden indicar estudios complementarios, que lo confirman y el nivel de gravedad.
El tratamiento para cada paciente es diferente ya que va a depender de la gravedad del asma y la respuesta a las terapias. No se puede establecer el tratamiento adecuado en una visita porque hay que evaluar cómo responde cada paciente.
Según explicó a Infobae el doctor Sergio Zunino, coordinador de la sección de inmunología y obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), como parte del tratamiento, los profesionales de la salud pueden indicar el uso de corticoides ya que son antiinflamatorios y logran reducir la frecuencia e intensidad de los síntomas y el riesgo de padecer crisis.
“Los corticoides pueden venir en aerosol o en polvo seco. El paciente los incorpora en su árbol bronquial”, afirmó el doctor Zunino. Al acceder al corticoide, se produce un efecto desinflamatorio sobre la vía aérea. Siempre deben usarse con control médico.
También pueden indicarse rescatadores/aliviadores de los momentos de crisis. “Los broncodilatadores, rescatadores o aliviadores sirven para dilatar temporariamente los bronquios, pero no son el tratamiento principal del asma. Como tienen un costo bajo, a veces los pacientes solo usan los broncodilatadores y por eso están mal controlados”, expresó Zunino.
Existen anticuerpos monoclonales o biológicos para tratar a pacientes con asma. Son medicamentos específicos, que intervienen directamente en el mecanismo inflamatorio. “Están destinados solo al grupo de asma grave, que constituyen hasta el 5% de la población de pacientes con asma. Son los pacientes con más riesgo de mortalidad y pueden tener otras afecciones asociadas”.
Son pacientes que no responden a los corticoides y otros fármacos y requieren internación. Deben ser evaluados para recibir el tratamiento biológico, afirmó.
Con información de
Infobae