Investigadores catalanes crean videojuegos para detectar y controlar el alzhéimer
Jueves 15 de
Junio 2023
Unos sencillos juegos de ordenador permiten mejorar el control de la evolución de la capacidad cognitiva en personas en un estadio temprano de la enfermedad de Alzhéimer y permiten adaptar, prácticamente en tiempo real, los tratamientos experimentales para ajustarlos a los cambios de su declive cognitivo.
Así lo ha comprobado un estudio hecho en 56 voluntarios por el BarcelonaBeta Brain Research Center -centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall-, el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN). Todos los participantes en el estudio han sido personas en buen estado físico y de entre 60 y 80 años, y todos percibían problemas de memoria y eran portadores del alelo APOE4.
El estudio, que publica este jueves la revista 'Science', ha validado por primera vez juegos de estimulación cognitiva por ordenador para hacer un seguimiento de personas con riesgo de alzhéimer y se enmarca en el proyecto PENSA, diseñado para analizar si es posible frenar el declive cognitivo antes de la aparición de la demencia con cambios en los hábitos de vida y la ingesta de un preparado basado en un componente del té verde.
En las pruebas hechas con estos juegos cognitivos virtuales, los especialistas pudieron controlar la evolución de las funciones cognitivas de los voluntarios "de forma mucho más esmerada y continuada que con los test habituales", según ha explicado el investigador del IMIM Rafael de la Torre
Los participantes jugaron durante 12 meses a 36 juegos diseñados por la empresa NeuronUP, repartidos a lo largo del mes en tres sesiones semanales de 30 minutos, en las que variaba el grado de dificultad.
Los investigadores analizaron los datos obtenidos de seis juegos de estimulación cognitiva por ordenador que entrenaban las capacidades ejecutivas, incluyendo capacidad de planificación, memoria de trabajo, flexibilidad mental, atención e inhibición
"A partir de estos datos controlamos de forma muy esmerada y precisa la evolución de su rendimiento cognitivo", según De la Torre, que ha destacado que, a diferencia de la aproximación tradicional que obliga a esperar un mínimo de 6 meses entre evaluaciones cognitivas, con los juegos se puede evaluar mensualmente la cognición sin que aparezcan los efectos de aprendizaje que se observan en los test tradicionales.
Además, estos juegos tienen el doble de sensibilidad que los test tradicionales para medir los cambios en la capacidad cognitiva en estadios previos a la aparición de enfermedad de Alzhéimer. "Es una forma muy innovadora de evaluar la cognición en continuo en las personas", ha subrayado De la Torre.
"Su gran ventaja es que evitamos el efecto aprendizaje que se produce con otros sistemas de evaluación y resolvemos uno de los retos para poder monitorizar la capacidad cognitiva en tiempo real", ha añadido Natàlia Soldevila, investigadora del IMIM.
En casa y con diferentes niveles
La también investigadora del IMIM Laura Forcano ha resaltado que "en las pruebas tradicionales no existen niveles, siempre es la misma dificultad. En los juegos, el grado de dificultad se ajusta al rendimiento basal de cada individuo. Una vez que la persona ha alcanzado su máximo nivel, podemos medir con precisión los cambios cognitivos".
Además, el hecho de que jueguen en casa, en un entorno familiar, también permite eliminar el factor estrés de los test habituales, que deben llevarse a cabo en un entorno clínico o de investigación.
"Utilizar estos juegos no sólo nos permite ver cómo evoluciona la cognición de nuestros participantes, sino que nos permite hacer medicina personalizada, trazar trayectorias y ver quién sigue una mejor trayectoria y quién no, y estudiar los motivos", ha puntualizado Soldevila.
El estudio, que publica este jueves la revista 'Science', ha validado por primera vez juegos de estimulación cognitiva por ordenador para hacer un seguimiento de personas con riesgo de alzhéimer y se enmarca en el proyecto PENSA, diseñado para analizar si es posible frenar el declive cognitivo antes de la aparición de la demencia con cambios en los hábitos de vida y la ingesta de un preparado basado en un componente del té verde.
En las pruebas hechas con estos juegos cognitivos virtuales, los especialistas pudieron controlar la evolución de las funciones cognitivas de los voluntarios "de forma mucho más esmerada y continuada que con los test habituales", según ha explicado el investigador del IMIM Rafael de la Torre
Los participantes jugaron durante 12 meses a 36 juegos diseñados por la empresa NeuronUP, repartidos a lo largo del mes en tres sesiones semanales de 30 minutos, en las que variaba el grado de dificultad.
Los investigadores analizaron los datos obtenidos de seis juegos de estimulación cognitiva por ordenador que entrenaban las capacidades ejecutivas, incluyendo capacidad de planificación, memoria de trabajo, flexibilidad mental, atención e inhibición
"A partir de estos datos controlamos de forma muy esmerada y precisa la evolución de su rendimiento cognitivo", según De la Torre, que ha destacado que, a diferencia de la aproximación tradicional que obliga a esperar un mínimo de 6 meses entre evaluaciones cognitivas, con los juegos se puede evaluar mensualmente la cognición sin que aparezcan los efectos de aprendizaje que se observan en los test tradicionales.
Además, estos juegos tienen el doble de sensibilidad que los test tradicionales para medir los cambios en la capacidad cognitiva en estadios previos a la aparición de enfermedad de Alzhéimer. "Es una forma muy innovadora de evaluar la cognición en continuo en las personas", ha subrayado De la Torre.
"Su gran ventaja es que evitamos el efecto aprendizaje que se produce con otros sistemas de evaluación y resolvemos uno de los retos para poder monitorizar la capacidad cognitiva en tiempo real", ha añadido Natàlia Soldevila, investigadora del IMIM.
En casa y con diferentes niveles
La también investigadora del IMIM Laura Forcano ha resaltado que "en las pruebas tradicionales no existen niveles, siempre es la misma dificultad. En los juegos, el grado de dificultad se ajusta al rendimiento basal de cada individuo. Una vez que la persona ha alcanzado su máximo nivel, podemos medir con precisión los cambios cognitivos".
Además, el hecho de que jueguen en casa, en un entorno familiar, también permite eliminar el factor estrés de los test habituales, que deben llevarse a cabo en un entorno clínico o de investigación.
"Utilizar estos juegos no sólo nos permite ver cómo evoluciona la cognición de nuestros participantes, sino que nos permite hacer medicina personalizada, trazar trayectorias y ver quién sigue una mejor trayectoria y quién no, y estudiar los motivos", ha puntualizado Soldevila.
Con información de
El Periódico