Ahorros: el clásico error de los argentinos y las alternativas para enfrentarlo.
Por:
María Julieta Rumi
Viernes 26 de
Mayo 2023
Algunos economistas hablan de inversiones favoritas, mientras que otros señalan que casi todo lo que se pueda comprar sirve para hacerle frente al aumento de precios.
Abril tuvo la inflación mensual más alta en 21 años. La interanual, en tanto, sólo había registrado marcas superiores hace más de 30. El sendero de aumento de precios hace que los pesos quemen y los argentinos busquen formas cubrirse. Desde la compra de dólares y la suscripción a plazos fijos ajustados por inflación hasta productos de los más variados, cualquier opción luce más o menos interesante como resguardo ante la pérdida de valor del peso.
El subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Córdoba, Fabio Ventre, dijo que el principal problema que tiene el país es que sufre de una baja capacidad de ahorro. Según una encuesta de medición de las capacidades financieras realizada por la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, en 2017 solo el 29% de los argentinos ahorraba, cuando en otros países, como Ecuador o Colombia, el porcentaje ascendía al 90%.
Y no solo se ahorra poco, sino que se ahorraría mal, según el economista. “Más de la mitad de los argentinos -el 58%- ahorra en el mismo hogar, lo que se denomina el ahorro bajo el colchón. En un país con inflación, quizás sea una de las peores formas de ahorrar, incluso si se hace en dólares, porque se estaría perdiendo frente a la inflación creciente que tuvo Estados Unidos”, detalló. Más allá de esto, dijo que, entre todos los argentinos, solo un 12% ahorra en moneda extranjera.
Mucho más representativos son los depósitos, ya sean a plazo fijo o no. El 37% de los argentinos ahorra de esa manera.
Por último, siguiendo a Ventre, solo un 3% de los argentinos ahorra mediante la compra de propiedades y un 2% a través de fondos comunes de inversión, bonos, etcétera, lo que se explicaría por una baja educación financiera, incluso en la comparativa regional.
Por su parte, el analista económico y de mercados Salvador Di Stefano opinó que históricamente los argentinos se refugiaron de la inflación mediante la compra de dólar billete o de propiedades.
“En la Argentina no hay experiencia exitosa de mercado de capitales porque tuviste muchas reestructuraciones de deuda, empresas que se fundieron, acciones que desaparecieron y confiscaciones de plazos fijos, con lo cual la falta de seguridad jurídica llevó a que los argentinos vayan por los ladrillos o el cofre”, señaló. Y sumó que la tendencia que se añadió en el último tiempo es la de tener propiedades y dinero fuera de la Argentina.
“La Argentina es un país dormitorio. Muchos solo duermen acá, pero tienen sus ahorros y gastan afuera. Es más: los argentinos tienen ahorrados más de US$200.000 millones de dólares billete. Fuera de los Estados Unidos, es el segundo país que más dólares maneja”, agregó.
En tanto, desde una perspectiva más actual y llana, el analista económico Damián Di Pace postuló que casi cualquier cosa que se pueda comprar sirve como una cobertura frente a la inflación.
Entre sus inversiones favoritas están el dólar, el oro, comprar autos, tecnología (notebook o smartphones), alimentos no perecederos, acciones (energéticas, sobre todo), bonos, whisky, perfumes y endeudarse con créditos subsidiados. Dice que no solo el Ahora 12 representa una oportunidad, sino que hay préstamos para capital de trabajo con una tasa subsidiada del 67%.
“Podríamos decir que esta sería mi cartera y la composición sería 60% con todos los activos dolarizados y en el 40% restante todos los activos pesificados, como alimentos y créditos”, concluyó.
El subdirector del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Córdoba, Fabio Ventre, dijo que el principal problema que tiene el país es que sufre de una baja capacidad de ahorro. Según una encuesta de medición de las capacidades financieras realizada por la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, en 2017 solo el 29% de los argentinos ahorraba, cuando en otros países, como Ecuador o Colombia, el porcentaje ascendía al 90%.
Y no solo se ahorra poco, sino que se ahorraría mal, según el economista. “Más de la mitad de los argentinos -el 58%- ahorra en el mismo hogar, lo que se denomina el ahorro bajo el colchón. En un país con inflación, quizás sea una de las peores formas de ahorrar, incluso si se hace en dólares, porque se estaría perdiendo frente a la inflación creciente que tuvo Estados Unidos”, detalló. Más allá de esto, dijo que, entre todos los argentinos, solo un 12% ahorra en moneda extranjera.
Mucho más representativos son los depósitos, ya sean a plazo fijo o no. El 37% de los argentinos ahorra de esa manera.
Por último, siguiendo a Ventre, solo un 3% de los argentinos ahorra mediante la compra de propiedades y un 2% a través de fondos comunes de inversión, bonos, etcétera, lo que se explicaría por una baja educación financiera, incluso en la comparativa regional.
Por su parte, el analista económico y de mercados Salvador Di Stefano opinó que históricamente los argentinos se refugiaron de la inflación mediante la compra de dólar billete o de propiedades.
“En la Argentina no hay experiencia exitosa de mercado de capitales porque tuviste muchas reestructuraciones de deuda, empresas que se fundieron, acciones que desaparecieron y confiscaciones de plazos fijos, con lo cual la falta de seguridad jurídica llevó a que los argentinos vayan por los ladrillos o el cofre”, señaló. Y sumó que la tendencia que se añadió en el último tiempo es la de tener propiedades y dinero fuera de la Argentina.
“La Argentina es un país dormitorio. Muchos solo duermen acá, pero tienen sus ahorros y gastan afuera. Es más: los argentinos tienen ahorrados más de US$200.000 millones de dólares billete. Fuera de los Estados Unidos, es el segundo país que más dólares maneja”, agregó.
En tanto, desde una perspectiva más actual y llana, el analista económico Damián Di Pace postuló que casi cualquier cosa que se pueda comprar sirve como una cobertura frente a la inflación.
Entre sus inversiones favoritas están el dólar, el oro, comprar autos, tecnología (notebook o smartphones), alimentos no perecederos, acciones (energéticas, sobre todo), bonos, whisky, perfumes y endeudarse con créditos subsidiados. Dice que no solo el Ahora 12 representa una oportunidad, sino que hay préstamos para capital de trabajo con una tasa subsidiada del 67%.
“Podríamos decir que esta sería mi cartera y la composición sería 60% con todos los activos dolarizados y en el 40% restante todos los activos pesificados, como alimentos y créditos”, concluyó.