Urgente cambio de rumbo en la política aerocomercial argentina
Por:
Ramiro Marra y Jorge Reta
Lunes 30 de
Enero 2023
Los autores impulsan seis acciones para generar una transformación en el sector
Nuestro país, tras noventa años de abandonar al liberalismo y abrazar las nefastas ideas del estatismo (excepto la década del 90), se encuentra hoy en inmejorables condiciones para transformar revolucionariamente el mercado aerocomercial de raíz y retornar al mundo globalizado, interdependiente, de libre competencia, tal cual fue la tradición argentina desde los inicios mismos de la aviación comercial.
Hacemos esta afirmación ya que estamos convencidos que la sociedad está reaccionando positivamente al legado extraordinario de la “Generación del 80″, que posibilitó que nos convirtiéramos en una nación líder en el mundo, desde el punto de vista político, social y económico. De esta manera retomaremos a los tres postulados esenciales que son la matriz de nuestro pensamiento y que por otro lado representan los principios en los cuales se basan las Repúblicas líderes en el mundo: Democracia, Estado de Derecho y Economía de Mercado.
A tal efecto, respecto al vetusto régimen aerocomercial argentino y en orden a tener éxito en este cambio histórico de paradigma, se deben realizar de inmediato y en forma simultánea, las siguientes acciones prioritarias:
- Reorganización completa de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil)
- Reestructuración de EANA (Empresa de Navegación Aérea)
- Política de “Cielos abiertos”
- Privatización de Aerolíneas Argentinas
- Derogar la Ley N° 19.030 (Política Aerea)
- Modernizar el Código Aeronáutico
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), autoridad aeronáutica de la República Argentina, es un organismo descentralizado dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, cuya misión consiste en Normar, Regular y Fiscalizar la aviación civil Argentina, optimizando niveles de Seguridad Operacional, en el espacio aéreo, aeropuertos y aeródromos de todo el País.
El Organismo fue creado en 2007 al pasar a la órbita civil las funciones que cumplía el Comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aérea Argentina y la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial dependiente hasta el 2012 del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, pasando a depender a partir de ese año del Ministerio del Interior y Transporte.
La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) es gestora y planificadora de los servicios de tránsito aéreo, los servicios de telecomunicaciones e información aeronáutica, las instalaciones respectivas, la infraestructura, y las redes de comunicaciones aeronáuticas, navegación aérea y vigilancia radar. Además, es responsable del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) aeronáutico.
Se trata de una Empresa del Estado que se encuentra también dentro del ámbito del Ministerio de Transporte de la Nación bajo la órbita del Ministerio de Transporte de la Nación (Ley 27.161). Son los prestadores del servicio público esencial de navegación aérea (PSNA) en la República Argentina y sus aguas jurisdiccionales. Operan en 54 aeródromos y aeropuertos y en 5 Centros Regionales de Control de Área (ACC).
Tanto la ANAC como la EANA necesitan una reorganización completa para dejar de ser los paquidermos actuales, ineficientes y deficitarios para transformarse en dos Organismos modernos, autosuficientes, anti-burocráticos e idóneos en el cumplimiento de sus misiones respectivas.
El tercer punto que mencionamos se refiere a la política de “Cielos Abiertos”, tan caro a nuestro pensamiento liberal y por eso mismo, tan denostado y atacado por los partidos nacionalistas o sea populistas, tanto de izquierda como de extrema derecha.
Al respecto, las “Libertades del Aire” se pueden englobar en tres grandes grupos: libertades técnicas, libertades comerciales y otras libertades aunque lo más usual es referirse a las Cinco Libertades pero a los efectos de la comprensión de todas las opciones, sin dejar de mencionar que nueve componen el plexo general de esta organización comercial internacional.
Las cinco primeras fueron especificadas en el “Convenio de Chicago”, mientras que las cuatro restantes las establece la doctrina. Multilateralmente se logró un acuerdo en cuanto a las dos primeras, es decir acordaron otorgarse mutuamente las Libertades Técnicas: la aceptación del Acuerdo sobre el tránsito de los servicios aéreos internacionales (derecho de sobrevuelo y derechos de escala técnica) mientras que las tres restantes o sea las Libertades Comerciales, son acuerdos bilaterales no exclusivos, es decir si se aplica para algún Estado, debe ser aplicado para todos los que cumplan con el principio de reciprocidad enmarcado dentro del Derecho Internacional.
La clave de esta transformación profunda y total de la actividad aerocomercial es la adhesión a la novena Libertad que consiste en términos generales en transportar tráfico entre dos puntos internos de un país determinado con aeronaves matriculados en otro país. A este estadio se lo denomina “Cielos Abiertos” o “Cabotaje Completo”. libertad de operación para todas las Empresas que asegura competencia, apertura de nuevas rutas y en definitiva mejor servicio y un significativo descenso en el costo del pasaje aéreo. Todos se benefician: empresarios, trabajadores, aeropuertos y fundamentalmente, los pasajeros.
Ampliando el concepto, podemos mencionar que los Puntos Claves de la política de “CIELOS ABIERTOS” son:
- Competencia de libre Mercado
- Precios y tarifas de mercado
- Acuerdos de cooperación económica
- Solución de conflictos
- Seguridad Aérea
- Libertad de servicios “charter”
Por último, es requisito imprescindible la privatización de Aerolíneas Argentinas mediante una licitación pública internacional donde el mundo aerocomercial toma en cuenta en forma prioritaria para efectivizar una transacción de semejante envergadura, la cantidad y calidad de rutas aéreas que tienen asignadas las empresas de aviación.
El pliego de Bases y Condiciones debe comprender la totalidad del capital social de Aerolíneas Argentinas Sociedad Anónima, más la estructura, los bienes y los derechos afectados a la operación de esa Empresa.
Por otro lado para que exista una verdadera competencia, es menester terminar con la etiqueta de “aerolínea de bandera”, ya que este concepto dirigista e intervencionista se aplica a aquellas compañías aéreas gestionadas por el Estado. Bajo esta denominación, durante décadas, Aerolíneas Argentinas ha asfixiado a las empresas privadas que con un descomunal esfuerzo y sólo valiéndose de sus propios recursos, sin ningún tipo de subsidios, tratan de competir en desigualdad de condiciones contra el Goliat representado por la compañía estatal.
Llegó la hora de volver al mundo al cual pertenecimos y que abandonamos hace muchos años donde es menester reemplazar de raíz este régimen caduco, prebendario, monopólico y estatista. Estamos en condiciones de hacerlo porque los liberales tenemos coraje, firmeza y profundas convicciones para terminar definitivamente con este sistema malsano de política aerocomercial que solamente trae pobreza y atraso tecnológico en todos los órdenes, donde la pérdida de mercados lucrativos es una constante diaria.
Argentina requiere cambios profundos y la política aerocomercial tiene una importancia de extrema envergadura, en un mundo que nos está dando una inmejorable oportunidad con un futuro tangiblemente positivo: la potente luz ilumina el final del túnel, percibiéndose una bocanada de oxígeno ya que están renaciendo en el mundo las ideas de la Libertad con inusual vigor. La apertura económica e interdependencia, unido a robustos sistemas republicanos y democráticos son la fuente de esperanza para la humanidad que rechaza de plano ser limitada en sus capacidades individuales y su libre albedrío, teniendo ella como objetivo final un mundo de integración plena, en paz, en crecimiento y con prosperidad para todos, que sólo lo puede ofrecer el Sistema Institucional de la Libertad y nunca Keynes, con su Estado Benefactor.
Hacemos esta afirmación ya que estamos convencidos que la sociedad está reaccionando positivamente al legado extraordinario de la “Generación del 80″, que posibilitó que nos convirtiéramos en una nación líder en el mundo, desde el punto de vista político, social y económico. De esta manera retomaremos a los tres postulados esenciales que son la matriz de nuestro pensamiento y que por otro lado representan los principios en los cuales se basan las Repúblicas líderes en el mundo: Democracia, Estado de Derecho y Economía de Mercado.
A tal efecto, respecto al vetusto régimen aerocomercial argentino y en orden a tener éxito en este cambio histórico de paradigma, se deben realizar de inmediato y en forma simultánea, las siguientes acciones prioritarias:
- Reorganización completa de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil)
- Reestructuración de EANA (Empresa de Navegación Aérea)
- Política de “Cielos abiertos”
- Privatización de Aerolíneas Argentinas
- Derogar la Ley N° 19.030 (Política Aerea)
- Modernizar el Código Aeronáutico
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), autoridad aeronáutica de la República Argentina, es un organismo descentralizado dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación, cuya misión consiste en Normar, Regular y Fiscalizar la aviación civil Argentina, optimizando niveles de Seguridad Operacional, en el espacio aéreo, aeropuertos y aeródromos de todo el País.
El Organismo fue creado en 2007 al pasar a la órbita civil las funciones que cumplía el Comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aérea Argentina y la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial dependiente hasta el 2012 del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, pasando a depender a partir de ese año del Ministerio del Interior y Transporte.
La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) es gestora y planificadora de los servicios de tránsito aéreo, los servicios de telecomunicaciones e información aeronáutica, las instalaciones respectivas, la infraestructura, y las redes de comunicaciones aeronáuticas, navegación aérea y vigilancia radar. Además, es responsable del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) aeronáutico.
Se trata de una Empresa del Estado que se encuentra también dentro del ámbito del Ministerio de Transporte de la Nación bajo la órbita del Ministerio de Transporte de la Nación (Ley 27.161). Son los prestadores del servicio público esencial de navegación aérea (PSNA) en la República Argentina y sus aguas jurisdiccionales. Operan en 54 aeródromos y aeropuertos y en 5 Centros Regionales de Control de Área (ACC).
Tanto la ANAC como la EANA necesitan una reorganización completa para dejar de ser los paquidermos actuales, ineficientes y deficitarios para transformarse en dos Organismos modernos, autosuficientes, anti-burocráticos e idóneos en el cumplimiento de sus misiones respectivas.
El tercer punto que mencionamos se refiere a la política de “Cielos Abiertos”, tan caro a nuestro pensamiento liberal y por eso mismo, tan denostado y atacado por los partidos nacionalistas o sea populistas, tanto de izquierda como de extrema derecha.
Al respecto, las “Libertades del Aire” se pueden englobar en tres grandes grupos: libertades técnicas, libertades comerciales y otras libertades aunque lo más usual es referirse a las Cinco Libertades pero a los efectos de la comprensión de todas las opciones, sin dejar de mencionar que nueve componen el plexo general de esta organización comercial internacional.
Las cinco primeras fueron especificadas en el “Convenio de Chicago”, mientras que las cuatro restantes las establece la doctrina. Multilateralmente se logró un acuerdo en cuanto a las dos primeras, es decir acordaron otorgarse mutuamente las Libertades Técnicas: la aceptación del Acuerdo sobre el tránsito de los servicios aéreos internacionales (derecho de sobrevuelo y derechos de escala técnica) mientras que las tres restantes o sea las Libertades Comerciales, son acuerdos bilaterales no exclusivos, es decir si se aplica para algún Estado, debe ser aplicado para todos los que cumplan con el principio de reciprocidad enmarcado dentro del Derecho Internacional.
La clave de esta transformación profunda y total de la actividad aerocomercial es la adhesión a la novena Libertad que consiste en términos generales en transportar tráfico entre dos puntos internos de un país determinado con aeronaves matriculados en otro país. A este estadio se lo denomina “Cielos Abiertos” o “Cabotaje Completo”. libertad de operación para todas las Empresas que asegura competencia, apertura de nuevas rutas y en definitiva mejor servicio y un significativo descenso en el costo del pasaje aéreo. Todos se benefician: empresarios, trabajadores, aeropuertos y fundamentalmente, los pasajeros.
Ampliando el concepto, podemos mencionar que los Puntos Claves de la política de “CIELOS ABIERTOS” son:
- Competencia de libre Mercado
- Precios y tarifas de mercado
- Acuerdos de cooperación económica
- Solución de conflictos
- Seguridad Aérea
- Libertad de servicios “charter”
Por último, es requisito imprescindible la privatización de Aerolíneas Argentinas mediante una licitación pública internacional donde el mundo aerocomercial toma en cuenta en forma prioritaria para efectivizar una transacción de semejante envergadura, la cantidad y calidad de rutas aéreas que tienen asignadas las empresas de aviación.
El pliego de Bases y Condiciones debe comprender la totalidad del capital social de Aerolíneas Argentinas Sociedad Anónima, más la estructura, los bienes y los derechos afectados a la operación de esa Empresa.
Por otro lado para que exista una verdadera competencia, es menester terminar con la etiqueta de “aerolínea de bandera”, ya que este concepto dirigista e intervencionista se aplica a aquellas compañías aéreas gestionadas por el Estado. Bajo esta denominación, durante décadas, Aerolíneas Argentinas ha asfixiado a las empresas privadas que con un descomunal esfuerzo y sólo valiéndose de sus propios recursos, sin ningún tipo de subsidios, tratan de competir en desigualdad de condiciones contra el Goliat representado por la compañía estatal.
Llegó la hora de volver al mundo al cual pertenecimos y que abandonamos hace muchos años donde es menester reemplazar de raíz este régimen caduco, prebendario, monopólico y estatista. Estamos en condiciones de hacerlo porque los liberales tenemos coraje, firmeza y profundas convicciones para terminar definitivamente con este sistema malsano de política aerocomercial que solamente trae pobreza y atraso tecnológico en todos los órdenes, donde la pérdida de mercados lucrativos es una constante diaria.
Argentina requiere cambios profundos y la política aerocomercial tiene una importancia de extrema envergadura, en un mundo que nos está dando una inmejorable oportunidad con un futuro tangiblemente positivo: la potente luz ilumina el final del túnel, percibiéndose una bocanada de oxígeno ya que están renaciendo en el mundo las ideas de la Libertad con inusual vigor. La apertura económica e interdependencia, unido a robustos sistemas republicanos y democráticos son la fuente de esperanza para la humanidad que rechaza de plano ser limitada en sus capacidades individuales y su libre albedrío, teniendo ella como objetivo final un mundo de integración plena, en paz, en crecimiento y con prosperidad para todos, que sólo lo puede ofrecer el Sistema Institucional de la Libertad y nunca Keynes, con su Estado Benefactor.