El Reconquista, un río que se convirtió en el vertedero de las industrias y que es un riesgo para la salud
Miércoles 23 de
Noviembre 2022
Es el segundo más contaminado, después del Matanza Riachuelo. Su deterioro comenzó hace 50 años y hoy es un problema para quienes viven cerca de él.
El río Reconquista es el segundo más contaminado después del Matanza Riachuelo. Sus 80 kilómetros recorren 18 municipios de la provincia de Buenos Aires, desde su nacimiento en Mercedes hasta el Tigre.
El periodista Jason Mayne explicó en Telenoche que el proceso de contaminación comenzó hace 50 años, pero que el principal problema hoy tiene que ver con que más de 4 millones de personas se ven afectadas.
La basura se acumula en las orillas y termina en el fondo del Reconquista. “Las algas que se ven en el río indican contaminación o exceso de nutrientes”, explicó Jorge López, escritor y ambientalista.
“Es una sopa química”, señaló Martín Nunziata, vecino y activista. “Hay cuatro millones de personas que no tienen tendido cloacal ni plantas de tratamiento, más 12.000 a 20.000 industrias sin control de vertido y una buena parte de agroquímicos”, agregó.
Además, López explicó que, conforme crece la población y se forman más barrios alrededor de la cuenca, aumentan las plantas cloacales. “El problema es que la mayoría de las plantas funcionan mal, entonces, contaminan”, alertó.
Por su parte, Gabriel Basílico, especialista en contaminación hídrica del CONICET, agregó que los barrios que no tienen sistemas cloacales vuelcan directamente los desechos en el cauce. Si lo tiran en la calle, el agua recorre las alcantarillas y también termina en el río.
Lo cierto es que el Reconquista se convirtió en el vertido de afluentes de un frigorífico de cerdos, por ejemplo. Restos de matanza, grasa y sangre infectan las aguas. En definitiva, significa un alto riesgo sanitario para los chicos que hoy se sumergen en él. “Si se deja de contaminar, el río se recupera solo”, aseguró, convencido, Jorge López.
El periodista Jason Mayne explicó en Telenoche que el proceso de contaminación comenzó hace 50 años, pero que el principal problema hoy tiene que ver con que más de 4 millones de personas se ven afectadas.
La basura se acumula en las orillas y termina en el fondo del Reconquista. “Las algas que se ven en el río indican contaminación o exceso de nutrientes”, explicó Jorge López, escritor y ambientalista.
“Es una sopa química”, señaló Martín Nunziata, vecino y activista. “Hay cuatro millones de personas que no tienen tendido cloacal ni plantas de tratamiento, más 12.000 a 20.000 industrias sin control de vertido y una buena parte de agroquímicos”, agregó.
Además, López explicó que, conforme crece la población y se forman más barrios alrededor de la cuenca, aumentan las plantas cloacales. “El problema es que la mayoría de las plantas funcionan mal, entonces, contaminan”, alertó.
Por su parte, Gabriel Basílico, especialista en contaminación hídrica del CONICET, agregó que los barrios que no tienen sistemas cloacales vuelcan directamente los desechos en el cauce. Si lo tiran en la calle, el agua recorre las alcantarillas y también termina en el río.
Lo cierto es que el Reconquista se convirtió en el vertido de afluentes de un frigorífico de cerdos, por ejemplo. Restos de matanza, grasa y sangre infectan las aguas. En definitiva, significa un alto riesgo sanitario para los chicos que hoy se sumergen en él. “Si se deja de contaminar, el río se recupera solo”, aseguró, convencido, Jorge López.
Con información de
TN