Juan Carlos de Pablo pronosticó a qué momento histórico se parecerá el primer semestre de 2024
Lunes 07 de
Noviembre 2022
El economista se refirió a los desafíos del próximo gobierno; habló sobre un eventual efecto negativo del congelamiento de precios para el mes en curso
El economista Juan Carlos de Pablo señaló este domingo, en LN+, que el próximo gobierno tendrá desafíos complejos en materia económica y aseguró que los primeros seis meses de esa gestión se parecerán al primer semestre de 1959, cuando gobernaba el país el radical Arturo Frondizi.
“El primer semestre de 2024 se va a parecer al primer semestre de 1959, cuando Frondizi, después de siete meses de andar dando vueltas con la política económica, lanza un programa con el que tiene que corregir los precios relativos, transformar la política comercial, y liberar el tipo de cambio”, señaló. Y agregó: “Fue dramático”.
En declaraciones al programa Comunidad de Negocios, conducido por José Del Rio, el economista señaló que la caída de 1959 respecto del año anterior fue del 5%. “Si hubiéramos tenido datos del primer semestre, hubiera sido de más del 10%”, afirmó al repasar los datos de aquel momento.
“Se duplicaron los precios en un semestre. Era una barbaridad”, añadió De Pablo. “Fue durísimo, y es lo que cabe esperar del primer semestre del próximo gobierno”. El especialista sostuvo que la situación se aquietó luego con las medidas económicas que introdujo Álvaro Alsogaray.
Según de Pablo, la política económica que tendrá que implementar el gobierno que asuma en diciembre de 2023 estará determinada por el incremento de precios en las semanas previas. “Va a depender naturalmente si la tasa de inflación de noviembre del año que viene va a ser 4% mensual, o 40%”.
Así, recomendó a los economistas de los equipos políticos “preparar las cosas”. Sugirió trabajar en proyectos de ley, decretos, resoluciones, y comunicados del Banco Central. “Una política económica se arma sobre pedacitos que se fueron trabajando de manera específica, que uno los coordina en función de lo que se va a encontrar en ese momento”, indicó.
Hiperinflación
De Pablo se refirió, además, a las afirmaciones que dio el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, esta semana en el Congreso. Allí, el funcionario reconoció que la posibilidad de una hiperinflación aún está latente. Remarcó que las “vulnerabilidades internas” y el “empeoramiento del contexto externo” afectan las perspectivas.
De Pablo explicó que es difícil anticiparse a una hiperinflación y manifestó sus dudas respecto del actual panorama económico. “La híper no avisa. Ahora, cuando llega adquiere una velocidad realmente fenomenal”, sostuvo.
En ese sentido, recordó cómo se desarrolló el problema inflacionario en 1989, y sostuvo que la curva de precios tuvo una gran “vertiginosidad”, una situación que vinculó al tipo de cambio. “En enero del ‘89, el dólar estaba 17 australes, en marzo 40 australes, en julio 650 australes”, explicó.
“Crucemos los dedos, porque si llega a venir, Dios no lo permita, tiene una vertiginosidad realmente fenomenal. Y hasta los más pesimistas se quedan cortos”, lanzó.
Por otro lado, se refirió al congelamiento de precios previsto para el período diciembre-marzo, y observó que el anuncio “deja abierto noviembre”. Para el economista, eso puede traer un efecto negativo en el mes en curso. “¿Qué pasa si la tasa de noviembre en función de esto es arriba del 10% mensual? No se entiende”, planteó.
Por otro lado, no descartó un escenario drástico en el que, según especificó, “le estallen las bombas” al actual Gobierno, una situación que puede derivar, según opinó, en un cambio de autoridades. “Este Gobierno no tiene ninguna posibilidad de hacer un ajuste, así que recemos para que no ocurra”, amplió.
“El primer semestre de 2024 se va a parecer al primer semestre de 1959, cuando Frondizi, después de siete meses de andar dando vueltas con la política económica, lanza un programa con el que tiene que corregir los precios relativos, transformar la política comercial, y liberar el tipo de cambio”, señaló. Y agregó: “Fue dramático”.
En declaraciones al programa Comunidad de Negocios, conducido por José Del Rio, el economista señaló que la caída de 1959 respecto del año anterior fue del 5%. “Si hubiéramos tenido datos del primer semestre, hubiera sido de más del 10%”, afirmó al repasar los datos de aquel momento.
“Se duplicaron los precios en un semestre. Era una barbaridad”, añadió De Pablo. “Fue durísimo, y es lo que cabe esperar del primer semestre del próximo gobierno”. El especialista sostuvo que la situación se aquietó luego con las medidas económicas que introdujo Álvaro Alsogaray.
Según de Pablo, la política económica que tendrá que implementar el gobierno que asuma en diciembre de 2023 estará determinada por el incremento de precios en las semanas previas. “Va a depender naturalmente si la tasa de inflación de noviembre del año que viene va a ser 4% mensual, o 40%”.
Así, recomendó a los economistas de los equipos políticos “preparar las cosas”. Sugirió trabajar en proyectos de ley, decretos, resoluciones, y comunicados del Banco Central. “Una política económica se arma sobre pedacitos que se fueron trabajando de manera específica, que uno los coordina en función de lo que se va a encontrar en ese momento”, indicó.
Hiperinflación
De Pablo se refirió, además, a las afirmaciones que dio el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, esta semana en el Congreso. Allí, el funcionario reconoció que la posibilidad de una hiperinflación aún está latente. Remarcó que las “vulnerabilidades internas” y el “empeoramiento del contexto externo” afectan las perspectivas.
De Pablo explicó que es difícil anticiparse a una hiperinflación y manifestó sus dudas respecto del actual panorama económico. “La híper no avisa. Ahora, cuando llega adquiere una velocidad realmente fenomenal”, sostuvo.
En ese sentido, recordó cómo se desarrolló el problema inflacionario en 1989, y sostuvo que la curva de precios tuvo una gran “vertiginosidad”, una situación que vinculó al tipo de cambio. “En enero del ‘89, el dólar estaba 17 australes, en marzo 40 australes, en julio 650 australes”, explicó.
“Crucemos los dedos, porque si llega a venir, Dios no lo permita, tiene una vertiginosidad realmente fenomenal. Y hasta los más pesimistas se quedan cortos”, lanzó.
Por otro lado, se refirió al congelamiento de precios previsto para el período diciembre-marzo, y observó que el anuncio “deja abierto noviembre”. Para el economista, eso puede traer un efecto negativo en el mes en curso. “¿Qué pasa si la tasa de noviembre en función de esto es arriba del 10% mensual? No se entiende”, planteó.
Por otro lado, no descartó un escenario drástico en el que, según especificó, “le estallen las bombas” al actual Gobierno, una situación que puede derivar, según opinó, en un cambio de autoridades. “Este Gobierno no tiene ninguna posibilidad de hacer un ajuste, así que recemos para que no ocurra”, amplió.
Con información de
La Nación