Ganar poco afecta nuestros cerebros
Viernes 05 de
Agosto 2022
Los salarios bajos mantenidos en el tiempo están asociados con un mayor deterioro de la memoria, según explica un estudio de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia publicado en el American Journal of Epidemiology.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron datos de 2.879 personas.
Generalmente las remuneraciones bajas se asocian a la depresión, la obesidad o la hipertensión. Todos esos son factores de riesgo para el envejecimiento cognitivo, pero hasta ahora ningún estudio había examinado la relación directa entre los salarios bajos y el funcionamiento cognitivo tras culminar la etapa económica actividad de la vida.
¿Cómo se desarrollo la investigación?
Utilizando los registros del Estudio Nacional de Salud y Jubilación (HRS) de adultos para los años 1992-2016, los investigadores analizaron los datos de 2.879 individuos nacidos entre 1936 y 1941. Y los clasificaron entre aquellos que nunca ganaron salarios bajos, aquellos que lo hicieron de forma intermitente y quienes ganaron salarios bajos durante toda su etapa económicamente activa.
Al examinar la relación con el deterioro de la memoria durante los siguientes 12 años, descubrieron que, en comparación con los trabajadores que nunca ganaron bajos salarios experimentaban un deterioro de la memoria notablemente más rápido que aquellos que habían tenido buenos sueldos de manera estable.
La propuesta del equipo de investigación
Los resultados indicaron que la diferencia entre un grupo y el otro era de aproximadamente un año de envejecimiento cognitivo por período de 10 años. Es decir, el nivel de envejecimiento cognitivo durante un período de 10 años por los trabajadores con salarios bajos sostenidos sería lo que aquellos que nunca ganaron salarios bajos experimentaron en 11 años.
"Los trabajos futuros deberían examinar rigurosamente el número de casos de demencia y el exceso de años de envejecimiento cognitivo que podrían evitarse bajo diferentes escenarios hipotéticos que aumentaran el salario mínimo por hora", sugirió Katrina Kezios, investigadora postdoctoral en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y principal autora de la investigación.
Generalmente las remuneraciones bajas se asocian a la depresión, la obesidad o la hipertensión. Todos esos son factores de riesgo para el envejecimiento cognitivo, pero hasta ahora ningún estudio había examinado la relación directa entre los salarios bajos y el funcionamiento cognitivo tras culminar la etapa económica actividad de la vida.
¿Cómo se desarrollo la investigación?
Utilizando los registros del Estudio Nacional de Salud y Jubilación (HRS) de adultos para los años 1992-2016, los investigadores analizaron los datos de 2.879 individuos nacidos entre 1936 y 1941. Y los clasificaron entre aquellos que nunca ganaron salarios bajos, aquellos que lo hicieron de forma intermitente y quienes ganaron salarios bajos durante toda su etapa económicamente activa.
Al examinar la relación con el deterioro de la memoria durante los siguientes 12 años, descubrieron que, en comparación con los trabajadores que nunca ganaron bajos salarios experimentaban un deterioro de la memoria notablemente más rápido que aquellos que habían tenido buenos sueldos de manera estable.
La propuesta del equipo de investigación
Los resultados indicaron que la diferencia entre un grupo y el otro era de aproximadamente un año de envejecimiento cognitivo por período de 10 años. Es decir, el nivel de envejecimiento cognitivo durante un período de 10 años por los trabajadores con salarios bajos sostenidos sería lo que aquellos que nunca ganaron salarios bajos experimentaron en 11 años.
"Los trabajos futuros deberían examinar rigurosamente el número de casos de demencia y el exceso de años de envejecimiento cognitivo que podrían evitarse bajo diferentes escenarios hipotéticos que aumentaran el salario mínimo por hora", sugirió Katrina Kezios, investigadora postdoctoral en el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y principal autora de la investigación.
Con información de
Ámbito