Ucrania y Rusia se preparan para la dura y decisiva batalla
Lunes 11 de
Abril 2022
Las fuerzas ucranianas se atrincheran en el este del país preparándose para una batalla que parece inminente tras ver como Rusia centra su potencia de fuego en esta zona. El Kremlin ha declarado su intención de "liberar la región del Donbás", considerada ahora mismo el objetivo prioritario de la guerra de Putin.
Pero los bombardeos continúan en otros lugares: en un comunicado difundido el domingo, el ministerio de Defensa de Rusia confirmó haber atacado 86 instalaciones militares ucranianas, entre ellas una en la ciudad centro-oriental de Dnipró y otra en la segunda ciudad más grande del país, Járkov.
Ucrania confirma a su vez que el aeropuerto de Dnipró ha sido destruido, mientras desde Kiev piden más apoyo armamentístico a sus aliados, Estados Unidos incluido, con el que hacer frente al despliegue de los rusos en el este.
"Revisamos cada sistema de armas que Ucrania busca en orden de prioridad", aseguraba el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, "y hemos desarrollado planes para entregarlos lo más rápido posible. Algunos ya han sido entregados y otros están en proceso de entrega. Y seguiremos trabajando duramente para conseguir lo que Ucrania necesita, para fortalecer su posición en el campo de batalla y para fortalecer su posición en la mesa de negociaciones".
La inteligencia estadounidense también ha confirmado que Rusia cuenta ya con un nuevo comandante de guerra en Ucrania. Se trata del general Alexander Dvornikov, militar más que experimentado y con un importante "historial de brutalidad contra civiles en Siria", según recuerdan desde la Casa Blanca.
Las fuerzas ucranianas se atrincheran en el este del país preparándose para una batalla que parece inminente tras ver como Rusia centra su potencia de fuego en esta zona. El Kremlin ha declarado su intención de "liberar la región del Donbás", considerada ahora mismo el objetivo prioritario de la guerra de Putin.
Pero los bombardeos continúan en otros lugares: en un comunicado difundido el domingo, el ministerio de Defensa de Rusia confirmó haber atacado 86 instalaciones militares ucranianas, entre ellas una en la ciudad centro-oriental de Dnipró y otra en la segunda ciudad más grande del país, Járkov.
Ucrania confirma a su vez que el aeropuerto de Dnipró ha sido destruido, mientras desde Kiev piden más apoyo armamentístico a sus aliados, Estados Unidos incluido, con el que hacer frente al despliegue de los rusos en el este.
"Revisamos cada sistema de armas que Ucrania busca en orden de prioridad", aseguraba el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, "y hemos desarrollado planes para entregarlos lo más rápido posible. Algunos ya han sido entregados y otros están en proceso de entrega. Y seguiremos trabajando duramente para conseguir lo que Ucrania necesita, para fortalecer su posición en el campo de batalla y para fortalecer su posición en la mesa de negociaciones".
La inteligencia estadounidense también ha confirmado que Rusia cuenta ya con un nuevo comandante de guerra en Ucrania. Se trata del general Alexander Dvornikov, militar más que experimentado y con un importante "historial de brutalidad contra civiles en Siria", según recuerdan desde la Casa Blanca.
Todo ello mientras continúan en Bucha los trabajos de los expertos en crímenes de guerra en una fosa común, de donde han sido exhumados otros nueve cadáveres, lo que eleva el total de víctimas, por el momento, a 30.
Ucrania confirma a su vez que el aeropuerto de Dnipró ha sido destruido, mientras desde Kiev piden más apoyo armamentístico a sus aliados, Estados Unidos incluido, con el que hacer frente al despliegue de los rusos en el este.
"Revisamos cada sistema de armas que Ucrania busca en orden de prioridad", aseguraba el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, "y hemos desarrollado planes para entregarlos lo más rápido posible. Algunos ya han sido entregados y otros están en proceso de entrega. Y seguiremos trabajando duramente para conseguir lo que Ucrania necesita, para fortalecer su posición en el campo de batalla y para fortalecer su posición en la mesa de negociaciones".
La inteligencia estadounidense también ha confirmado que Rusia cuenta ya con un nuevo comandante de guerra en Ucrania. Se trata del general Alexander Dvornikov, militar más que experimentado y con un importante "historial de brutalidad contra civiles en Siria", según recuerdan desde la Casa Blanca.
Las fuerzas ucranianas se atrincheran en el este del país preparándose para una batalla que parece inminente tras ver como Rusia centra su potencia de fuego en esta zona. El Kremlin ha declarado su intención de "liberar la región del Donbás", considerada ahora mismo el objetivo prioritario de la guerra de Putin.
Pero los bombardeos continúan en otros lugares: en un comunicado difundido el domingo, el ministerio de Defensa de Rusia confirmó haber atacado 86 instalaciones militares ucranianas, entre ellas una en la ciudad centro-oriental de Dnipró y otra en la segunda ciudad más grande del país, Járkov.
Ucrania confirma a su vez que el aeropuerto de Dnipró ha sido destruido, mientras desde Kiev piden más apoyo armamentístico a sus aliados, Estados Unidos incluido, con el que hacer frente al despliegue de los rusos en el este.
"Revisamos cada sistema de armas que Ucrania busca en orden de prioridad", aseguraba el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, "y hemos desarrollado planes para entregarlos lo más rápido posible. Algunos ya han sido entregados y otros están en proceso de entrega. Y seguiremos trabajando duramente para conseguir lo que Ucrania necesita, para fortalecer su posición en el campo de batalla y para fortalecer su posición en la mesa de negociaciones".
La inteligencia estadounidense también ha confirmado que Rusia cuenta ya con un nuevo comandante de guerra en Ucrania. Se trata del general Alexander Dvornikov, militar más que experimentado y con un importante "historial de brutalidad contra civiles en Siria", según recuerdan desde la Casa Blanca.
Todo ello mientras continúan en Bucha los trabajos de los expertos en crímenes de guerra en una fosa común, de donde han sido exhumados otros nueve cadáveres, lo que eleva el total de víctimas, por el momento, a 30.