Cuáles son las 10 patologías que podrían anticipar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer
Jueves 24 de
Febrero 2022
Entre los diferentes desafíos que tiene la humanidad para el futuro, se encuentra el aumento de casos de la enfermedad de Alzheimer, que es el tipo de demencia más frecuente.
Se estimó que el número de personas con demencias se triplicará a más de 152 millones para el año 2050. Hay ahora una carrera para desarrollar tests para detectar el riesgo de esas enfermedades y ensayos clínicos que están estudiando diferentes potenciales tratamientos. Además, se busca comprender mejor cuáles son los factores de riesgo que contribuyen a que una persona tenga Alzheimer para intervenir más temprano.
Científicos de Francia y el Reino Unido identificaron 10 patologías desarrolladas con mayor frecuencia en los pacientes que tuvieron enfermedad de Alzheimer, durante los 15 años previos a la aparición de los síntomas de la enfermedad neurodegenerativa. La depresión y los trastornos de ansiedad encabezaron la lista.
Se trata de un trabajo realizado por un equipo multidisciplinar de investigadores del proyecto Aramis del Instituto del Cerebro de París (INSERM/CNRS/Universidad de la Sorbona), dirigido por Stanley Durrleman (Inria), del INSERM/Universidad de Burdeos, y de Cegedim Health Data.
Las enfermedades neurodegenerativas responsables de la demencia (y de la enfermedad de Alzheimer en particular) son progresivas y se desarrollan a lo largo de décadas y pueden producir discapacidad.
Durante las últimas décadas se ha producido un cambio hacia la atención en las intervenciones tempranas, “para maximizar la ventana terapéutica a través de medidas de prevención primaria que actúan sobre los factores de riesgo accionables, o medidas de prevención secundaria para frenar la progresión de la enfermedad”, afirmaron los científicos.
Consideraron que la clave para la aplicación de las medidas preventivas es una comprensión basada en datos de la compleja dinámica del período presintomático. Analizaron las historias clínicas anónimas de cerca de 80.000 pacientes que acudían a las consultas de los médicos de cabecera en Francia y el Reino Unido, extraídas de la base de datos THIN.
Los resultados se publicaron en la revista The Lancet Digital Health. Hasta ahora, no existía ningún estudio exhaustivo realizado sobre una muestra muy amplia de pacientes que analizara los posibles factores de riesgo mucho antes del diagnóstico de Alzheimer.
Los investigadores accedieron a los datos médicos de casi 40.000 pacientes con la enfermedad de Alzheimer y de otros tantos sujetos de control que no desarrollaron enfermedades neurodegenerativas durante el período estudiado. Los datos se extrajeron de la base de datos THIN (The Health Improvement Network), propiedad del Grupo Cegedim, una empresa de tecnología y servicios especializada en datos sanitarios.
Con modelos matemáticos, se llevó a cabo un análisis sin hipótesis predefinidas y se buscó comprobar la posible relación entre la aparición de la enfermedad de Alzheimer y 123 factores de salud. Las exploraciones estadísticas de los registros médicos históricos arrojaron una lista de las 10 afecciones más comunes que padecen los pacientes que acaban desarrollando la enfermedad de Alzheimer en un plazo de 15 años.
La depresión encabezaba la lista. Entre las otras 9 afecciones que podrían anticipar la enfermedad de Alzheimer, se encuentran el trastorno de ansiedad, la exposición a un estrés elevado, la pérdida de la audición, el estreñimiento o constipación, la espondiloartritis cervical (es un tipo de artritis que afecta la columna), la pérdida de memoria, la fatiga (y el malestar) y, por último, las caídas y la pérdida repentina de peso.
Los científicos escribieron en el trabajo: ”La depresión y la ansiedad estaban entre los factores de riesgo de demencia que ya habían sido identificados por la reciente Comisión Lancet. Sin embargo, sigue siendo objeto de debate si estas condiciones son factores de riesgo de demencia, síntomas tempranos de demencia, o ambos”. La asociación entre la depresión y el posterior diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se hizo significativa al menos 9 años antes del primer diagnóstico clínico de la enfermedad de Alzheimer, en consonancia con el informe del estudio de cohortes Whitehall II, aclararon.
“Las conexiones realizadas nos permitieron confirmar asociaciones conocidas, como los problemas auditivos o la depresión, y otros factores menos conocidos o síntomas tempranos, como la espondilosis cervical o el estreñimiento. Sin embargo, sólo estamos informando de asociaciones estadísticas. Tendrán que ser objeto de más estudios para comprender los mecanismos subyacentes”, dijo el investigador Thomas Nedelec, del equipo de Aramis. “Queda por saber si los problemas de salud encontrados son factores de riesgo, síntomas o señales de advertencia de la enfermedad”, aclaró.
La epidemióloga y directora de investigación del INSERM, Carole Dufouil, y el neurólogo Stéphane Epelbaum ayudaron a validar la metodología e interpretar la relevancia de estas asociaciones estadísticas. Aunque estos resultados aún deben afinarse, ya son valiosos para los profesionales de la salud y todos los implicados en la prevención, que podrían intentar abordar estos factores de riesgo en cuanto se detecten con la esperanza de prevenir la enfermedad.
Este trabajo abre varias perspectivas según los investigadores. La primera posibilidad es que se tendrá que ampliar y diversificar el corpus de datos estudiados. Un subsidio del Programa europeo para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas permitirá a los investigadores de Aramis añadir datos de Suecia y Australia al conjunto existente y ampliar sus análisis a más de 26 millones de datos procedentes de registros sanitarios anónimos.
Para el futuro, los investigadores ampliarán la investigación a otras enfermedades degenerativas, como Parkinson, enfermedad de Charcot, esclerosis múltiple, entre otras. “Esperamos, a través de este enfoque, identificar la base común de estas enfermedades y las especificidades asociadas a cada una”, estimó Stanley Durrleman.
Se cree que la enfermedad de Alzheimer representa entre el 60 y el 70% de los casos de demencia en todo el mundo, por lo que es uno de los principales retos sanitarios del siglo XXI. La demencia afectó a entre 10 y 5 millones de europeos en 2015, y las proyecciones indican que entre 13 y 5 millones de europeos se verán afectados en 2030.
Se calcula que entre el 4 y el 5% de las personas mayores de 65 años padecen actualmente la enfermedad de Alzheimer en Europa (y entre el 6 y el 4% tienen demencia). La enfermedad de Alzheimer tiene importantes consecuencias a nivel individual y social, ya que requiere un alto grado de atención social, afirmaron los investigadores en el estudio.
Científicos de Francia y el Reino Unido identificaron 10 patologías desarrolladas con mayor frecuencia en los pacientes que tuvieron enfermedad de Alzheimer, durante los 15 años previos a la aparición de los síntomas de la enfermedad neurodegenerativa. La depresión y los trastornos de ansiedad encabezaron la lista.
Se trata de un trabajo realizado por un equipo multidisciplinar de investigadores del proyecto Aramis del Instituto del Cerebro de París (INSERM/CNRS/Universidad de la Sorbona), dirigido por Stanley Durrleman (Inria), del INSERM/Universidad de Burdeos, y de Cegedim Health Data.
Las enfermedades neurodegenerativas responsables de la demencia (y de la enfermedad de Alzheimer en particular) son progresivas y se desarrollan a lo largo de décadas y pueden producir discapacidad.
Durante las últimas décadas se ha producido un cambio hacia la atención en las intervenciones tempranas, “para maximizar la ventana terapéutica a través de medidas de prevención primaria que actúan sobre los factores de riesgo accionables, o medidas de prevención secundaria para frenar la progresión de la enfermedad”, afirmaron los científicos.
Consideraron que la clave para la aplicación de las medidas preventivas es una comprensión basada en datos de la compleja dinámica del período presintomático. Analizaron las historias clínicas anónimas de cerca de 80.000 pacientes que acudían a las consultas de los médicos de cabecera en Francia y el Reino Unido, extraídas de la base de datos THIN.
Los resultados se publicaron en la revista The Lancet Digital Health. Hasta ahora, no existía ningún estudio exhaustivo realizado sobre una muestra muy amplia de pacientes que analizara los posibles factores de riesgo mucho antes del diagnóstico de Alzheimer.
Los investigadores accedieron a los datos médicos de casi 40.000 pacientes con la enfermedad de Alzheimer y de otros tantos sujetos de control que no desarrollaron enfermedades neurodegenerativas durante el período estudiado. Los datos se extrajeron de la base de datos THIN (The Health Improvement Network), propiedad del Grupo Cegedim, una empresa de tecnología y servicios especializada en datos sanitarios.
Con modelos matemáticos, se llevó a cabo un análisis sin hipótesis predefinidas y se buscó comprobar la posible relación entre la aparición de la enfermedad de Alzheimer y 123 factores de salud. Las exploraciones estadísticas de los registros médicos históricos arrojaron una lista de las 10 afecciones más comunes que padecen los pacientes que acaban desarrollando la enfermedad de Alzheimer en un plazo de 15 años.
La depresión encabezaba la lista. Entre las otras 9 afecciones que podrían anticipar la enfermedad de Alzheimer, se encuentran el trastorno de ansiedad, la exposición a un estrés elevado, la pérdida de la audición, el estreñimiento o constipación, la espondiloartritis cervical (es un tipo de artritis que afecta la columna), la pérdida de memoria, la fatiga (y el malestar) y, por último, las caídas y la pérdida repentina de peso.
Los científicos escribieron en el trabajo: ”La depresión y la ansiedad estaban entre los factores de riesgo de demencia que ya habían sido identificados por la reciente Comisión Lancet. Sin embargo, sigue siendo objeto de debate si estas condiciones son factores de riesgo de demencia, síntomas tempranos de demencia, o ambos”. La asociación entre la depresión y el posterior diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se hizo significativa al menos 9 años antes del primer diagnóstico clínico de la enfermedad de Alzheimer, en consonancia con el informe del estudio de cohortes Whitehall II, aclararon.
“Las conexiones realizadas nos permitieron confirmar asociaciones conocidas, como los problemas auditivos o la depresión, y otros factores menos conocidos o síntomas tempranos, como la espondilosis cervical o el estreñimiento. Sin embargo, sólo estamos informando de asociaciones estadísticas. Tendrán que ser objeto de más estudios para comprender los mecanismos subyacentes”, dijo el investigador Thomas Nedelec, del equipo de Aramis. “Queda por saber si los problemas de salud encontrados son factores de riesgo, síntomas o señales de advertencia de la enfermedad”, aclaró.
La epidemióloga y directora de investigación del INSERM, Carole Dufouil, y el neurólogo Stéphane Epelbaum ayudaron a validar la metodología e interpretar la relevancia de estas asociaciones estadísticas. Aunque estos resultados aún deben afinarse, ya son valiosos para los profesionales de la salud y todos los implicados en la prevención, que podrían intentar abordar estos factores de riesgo en cuanto se detecten con la esperanza de prevenir la enfermedad.
Este trabajo abre varias perspectivas según los investigadores. La primera posibilidad es que se tendrá que ampliar y diversificar el corpus de datos estudiados. Un subsidio del Programa europeo para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas permitirá a los investigadores de Aramis añadir datos de Suecia y Australia al conjunto existente y ampliar sus análisis a más de 26 millones de datos procedentes de registros sanitarios anónimos.
Para el futuro, los investigadores ampliarán la investigación a otras enfermedades degenerativas, como Parkinson, enfermedad de Charcot, esclerosis múltiple, entre otras. “Esperamos, a través de este enfoque, identificar la base común de estas enfermedades y las especificidades asociadas a cada una”, estimó Stanley Durrleman.
Se cree que la enfermedad de Alzheimer representa entre el 60 y el 70% de los casos de demencia en todo el mundo, por lo que es uno de los principales retos sanitarios del siglo XXI. La demencia afectó a entre 10 y 5 millones de europeos en 2015, y las proyecciones indican que entre 13 y 5 millones de europeos se verán afectados en 2030.
Se calcula que entre el 4 y el 5% de las personas mayores de 65 años padecen actualmente la enfermedad de Alzheimer en Europa (y entre el 6 y el 4% tienen demencia). La enfermedad de Alzheimer tiene importantes consecuencias a nivel individual y social, ya que requiere un alto grado de atención social, afirmaron los investigadores en el estudio.
Con información de
Infobae