Buenos Aires
Alberto Sileoni asumiría al frente de Educación en el gobierno de Axel Kicillof
Por:
María José Lucesole
Martes 07 de
Diciembre 2021
El exministro de Cristina Kirchner reemplazaría a Agustina Vila, cuestionada por el prolongado cierre de las escuelas bonaerenses durante la pandemia; “Cualquier cambio que ocurra se anunciará en el momento oportuno” dijo Kicillof
La directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila, podría ser reemplazada en la nueva etapa de gobierno de Axel Kicillof. En su lugar asumiría Alberto Sileoni, exministro de Educación de Cristina Kirchner entre 2009 y 2015.
Así lo indicaron fuentes bonaerenses, aunque advirtieron que la llegada de Sileoni, anticipada por Clarín, no estaba “cerrada” aún. “Cualquier cambio que ocurra se van a enterar en el momento oportuno”, había dicho Kicillof, más temprano, ante una consulta puntual de LA NACION. A esa misma frase se remitieron voceros oficiales de la provincia, para no confirmar ni desmentir el desembarco de Sileoni.
La salida de Vila era exigida por intendentes del oficialismo y la oposición, disconformes con la administración de las políticas educativas durante la pandemia. La mujer, que integra el círculo de confianza del gobernador, fue seriamente criticada por la pérdida de alumnos tras los meses en los que las escuelas estuvieron cerradas en 2020.
Se estima que al menos unos 120.000 alumnos bonaerenses nunca regresaron a las escuelas, sobre una matrícula de 5 millones de estudiantes que había en este territorio a comienzos de 2020.
Las políticas desarrolladas por la Dirección General de Cultura y Educación fueron cuestionadas por la demora en volver a clases mientras en la ciudad de Buenos Aires se avanzaba con el retorno a la modalidad presencial.
No es el único motivo de críticas contra la gestión de Vila: los alumnos que transitaron dos años de escuela virtual y presencial combinada dejaron de tener calificaciones y pasaron a un sistema de evaluación de trayectorias y facilidades para evitar la repitencia ante un escenario de complejidad.
La última iniciativa de la Dirección General de Cultura fue propiciar Casas de Educación descentralizadas en todo el territorio. Hoy funcionan en 128 edificios alquilados. La Subsecretaría de Planeamiento diseñó Casas de la Educación en 32 distritos: pero allí no se citará a los alumnos que cursan escolaridad los sábados para recuperar contenidos, sino que estarán destinados a la burocracia escolar compuesta de inspectores y trabajadores de la educación.
La idea fue criticada por los intendentes opositores del Gran Buenos Aires. Pero Vila tampoco cuenta con el aval de los intendentes del Frente para la Victoria. La mujer, en cambio, habría mantenido buena sintonía con los sindicatos de la educación, al menos con el Frente de Unidad Docente liderado por el Sindicato de Trabajadores Unificados de la provincia de Buenos Aires (Suteba), de Roberto Baradel. Hubo muy pocos paros en los dos años de pandemia.
Pese a este resultado gremial favorable, la salida de Vila se da como un hecho en conversaciones extraoficiales. No es el único cambio que considera Kicillof por estas horas, aunque su nuevo gabinete mantendría al ministro de Seguridad, Sergio Berni, según fuentes de la gobernación.
Así lo indicaron fuentes bonaerenses, aunque advirtieron que la llegada de Sileoni, anticipada por Clarín, no estaba “cerrada” aún. “Cualquier cambio que ocurra se van a enterar en el momento oportuno”, había dicho Kicillof, más temprano, ante una consulta puntual de LA NACION. A esa misma frase se remitieron voceros oficiales de la provincia, para no confirmar ni desmentir el desembarco de Sileoni.
La salida de Vila era exigida por intendentes del oficialismo y la oposición, disconformes con la administración de las políticas educativas durante la pandemia. La mujer, que integra el círculo de confianza del gobernador, fue seriamente criticada por la pérdida de alumnos tras los meses en los que las escuelas estuvieron cerradas en 2020.
Se estima que al menos unos 120.000 alumnos bonaerenses nunca regresaron a las escuelas, sobre una matrícula de 5 millones de estudiantes que había en este territorio a comienzos de 2020.
Las políticas desarrolladas por la Dirección General de Cultura y Educación fueron cuestionadas por la demora en volver a clases mientras en la ciudad de Buenos Aires se avanzaba con el retorno a la modalidad presencial.
No es el único motivo de críticas contra la gestión de Vila: los alumnos que transitaron dos años de escuela virtual y presencial combinada dejaron de tener calificaciones y pasaron a un sistema de evaluación de trayectorias y facilidades para evitar la repitencia ante un escenario de complejidad.
La última iniciativa de la Dirección General de Cultura fue propiciar Casas de Educación descentralizadas en todo el territorio. Hoy funcionan en 128 edificios alquilados. La Subsecretaría de Planeamiento diseñó Casas de la Educación en 32 distritos: pero allí no se citará a los alumnos que cursan escolaridad los sábados para recuperar contenidos, sino que estarán destinados a la burocracia escolar compuesta de inspectores y trabajadores de la educación.
La idea fue criticada por los intendentes opositores del Gran Buenos Aires. Pero Vila tampoco cuenta con el aval de los intendentes del Frente para la Victoria. La mujer, en cambio, habría mantenido buena sintonía con los sindicatos de la educación, al menos con el Frente de Unidad Docente liderado por el Sindicato de Trabajadores Unificados de la provincia de Buenos Aires (Suteba), de Roberto Baradel. Hubo muy pocos paros en los dos años de pandemia.
Pese a este resultado gremial favorable, la salida de Vila se da como un hecho en conversaciones extraoficiales. No es el único cambio que considera Kicillof por estas horas, aunque su nuevo gabinete mantendría al ministro de Seguridad, Sergio Berni, según fuentes de la gobernación.
