De ADN y libre de agujas: cómo es la vacuna contra el COVID-19 de la India
Lunes 06 de
Septiembre 2021
India, a través de su ente regulador de medicamentos, aprobó una nueva vacuna contra el COVID-19 que utiliza hebras circulares de ADN para preparar el sistema inmunológico contra el virus SARS-CoV-2.
Los investigadores recibieron con agrado la noticia de la primera vacuna de ADN para personas que recibe aprobación en cualquier parte del mundo, y dicen que muchas otras vacunas de ADN pronto podrían pisarle los talones.
Según una reciente investigación publicada en la revista científica Nature, se descubrió que ZyCoV-D, que se administra en la piel sin una inyección, tiene un 67% de protección contra el COVID-19 sintomático en ensayos clínicos, y probablemente comenzará a administrarse en India este mes. Aunque la eficacia no es particularmente alta en comparación con la de muchas otras vacunas COVID-19, el hecho de que sea una vacuna de ADN es significativo, advierten los investigadores.
Para Peter Richmond, inmunólogo pediátrico de la Universidad de Australia Occidental en Perth, “es una prueba del principio de que las vacunas de ADN funcionan y pueden ayudar a controlar la pandemia”. “Este es un paso adelante realmente importante en la lucha para derrotar al COVID-19 a nivel mundial, porque demuestra que tenemos otra clase de vacunas que podemos usar”, sostuvo.
Cerca de una docena de vacunas de ADN contra COVID-19 se encuentran en ensayos clínicos en todo el mundo, y al menos otras tantas se encuentran en etapas anteriores de desarrollo. También se están desarrollando vacunas de ADN para otras enfermedades. “Si las vacunas de ADN tienen éxito, este es realmente el futuro de la vacunología porque son fáciles de fabricar”, subrayó Shahid Jameel, virólogo de la Universidad de Ashoka en Sonipat, India.
Desarrollo acelerado
“La urgencia de combatir el COVID-19 ha acelerado el desarrollo de vacunas que utilizan tecnología genética, como las vacunas de ADN y ARN mensajero”, explicó David Weiner, director del Centro de Vacunas e Inmunoterapia del Instituto Wistar en Filadelfia, Pensilvania.
Las vacunas de ARNm mostraron más rápidamente respuestas inmunes fuertes en los ensayos clínicos, pero las vacunas de ADN tienen una serie de beneficios, porque son fáciles de producir y los productos terminados son más estables que las vacunas de ARNm, que generalmente requieren almacenamiento a temperaturas muy bajas.
ZyCoV-D fue desarrollada por la empresa farmacéutica india Zydus Cadila, con sede en Ahmedabad. El 20 de agosto, el regulador de medicamentos de la India autorizó la vacuna para personas de 12 años o más. La cifra de eficacia del 67% provino de ensayos que involucraron a más de 28.000 participantes, que vieron 21 casos sintomáticos de COVID-19 en el grupo vacunado y 60 entre personas que recibieron un placebo.
La vacuna contiene hebras circulares de ADN conocidas como plásmidos, que codifican la proteína de pico de SARS-CoV-2, junto con una secuencia promotora para activar el gen. Una vez que los plásmidos ingresan a los núcleos de las células, se convierten en ARNm, que viaja al cuerpo principal de la célula, el citoplasma, y se traduce en la propia proteína espiga. Luego, el sistema inmunológico del cuerpo genera una respuesta contra la proteína y produce células inmunitarias adaptadas que pueden eliminar infecciones futuras. Los plásmidos generalmente se degradan en semanas o meses, pero la inmunidad permanece.
“Tanto las vacunas de ADN como las de ARNm se han desarrollado desde la década de 1990″, destacó Weiner. Para Jameel, “el desafío para las vacunas de ADN es que necesitan llegar hasta el núcleo celular, a diferencia de las vacunas de ARNm, que solo necesitan llegar al citoplasma”. Entonces, durante mucho tiempo, las vacunas de ADN lucharon para inducir potentes respuestas inmunes en ensayos clínicos, razón por la cual habían sido aprobadas para su uso como vacunas solo en animales, como caballos, hasta ahora.
Vacuna libre de agujas
Para resolver este problema, ZyCoV-D se deposita debajo de la piel, en contraposición al tejido muscular profundo. El área debajo de la piel es rica en células inmunes que devoran objetos extraños, como partículas de vacunas, y los procesan. “Esto ayuda a capturar el ADN de manera mucho más eficiente que en el músculo”, destacó Jameel. De manera inusual, la vacuna se administra mediante un dispositivo sin aguja que se presiona contra la piel, lo que crea una fina corriente de líquido a alta presión que perfora la superficie y es menos dolorosa que una inyección.
Pero a pesar de ser más potente que las vacunas de ADN anteriores, ZyCoV-D requiere un mínimo de tres dosis para lograr su eficacia inicial. “Es probable que esto se sume al desafío logístico de administrar la vacuna durante la pandemia actual”, añadió el experto.
Aunque la eficacia de ZyCoV-D parece ser menor que el 90% o más logrado por algunas vacunas de ARNm, según los expertos las cifras no son comparables. Los ensayos de ZyCoV-D en India a principios de este año se llevaron a cabo mientras que la variante Delta del SARS-CoV-2 era la variante dominante en circulación, mientras que los ensayos de vacunas de ARNm anteriores se realizaron cuando circulaban variantes menos transmisibles. “La eficacia es esencialmente contra la variante Delta, por lo que es bastante buena”.
Algunos investigadores criticaron la falta de transparencia en el proceso de aprobación, porque aún no se publicaron los resultados del ensayo en la última etapa. Desde Zydus Cadila, el desarrollador de la vacuna, aseguraron que el ensayo aún está en marcha y que presentará el análisis completo para su publicación en breve. La compañía dijo que las primeras dosis comenzarán a administrarse en India en septiembre y planea producir hasta 50 millones de dosis a principios del próximo año.
Se están desarrollando otras vacunas de ADN contra COVID-19, utilizando una variedad de antígenos y mecanismos de administración. Dos ya entraron en ensayos de última etapa: uno de la empresa japonesa AnGes, con sede en Osaka; el otro, que Weiner ayudó a desarrollar, por Inovio Pharmaceuticals en Plymouth Meeting, Pensilvania. Inovio se inyecta debajo de la piel y usa un dispositivo que golpea la piel con pulsos eléctricos cortos para formar poros en las células por donde la vacuna puede deslizarse.
Más de media docena de vacunas de ADN para COVID-19 se encuentran en ensayos en etapa inicial, incluida una de la empresa de biotecnología surcoreana GeneOne Life Science en Seúl, y otra en la que participa Richmond, desarrollada por la empresa tailandesa BioNet en Bangkok. Esta vacuna se está sometiendo a un ensayo de Fase I en Australia.
Pero Richmond espera que surjan muchas más vacunas de ADN, dirigidas a enfermedades para las que actualmente no hay vacunas, desde el citomegalovirus, que puede transmitirse a los bebés durante el embarazo, hasta el virus sincitial respiratorio. También se están probando o desarrollando vacunas de ADN para la influenza, el virus del papiloma humano, el VIH y el Zika.
Las vacunas de ADN pueden almacenar mucha información, lo que significa que pueden codificar proteínas grandes y complejas o incluso múltiples proteínas. Weiner dice que eso les da esperanzas como vacunas contra el cáncer, una posibilidad que está explorando en su propia investigación. “Es un momento muy emocionante para las tecnologías genéticas. Finalmente tuvieron la oportunidad de demostrar lo que pueden hacer“, concluyó.
Si bien el vasto país de Asia del Sur ha incrementado drásticamente su tasa de vacunación contra el COVID-19 en los territoriorios rurales, donde viven alrededor del 65% de sus casi 1.400 millones de habitantes, los problemas de suministro persisten en el mayor productor de vacunas del mundo y los expertos dicen que es poco probable que el país alcance su objetivo de inocular a toda su población adulta antes de que termine el año.
India abrió la vacunación para todos los adultos en mayo. Pero la campaña fracasó en las aldeas debido a las reticencias y la desinformación. Eso comenzó a cambiar a mediados de julio y de las casi 120 millones de dosis administradas en las tres últimas semanas, cerca del 70% se pusieron en aldeas indias, frente al aproximadamente 50% de las primeras semanas de mayo.
Aunque el aumento de la aceptación de las vacunas en las zonas rurales es prometedor, la pandemia está lejos de terminar en India: tras semanas de caída constante, las 46.000 nuevas infecciones reportadas el domingo son el peor dato en casi dos meses.
Solo alrededor del 11% de su enorme población ha completado la pauta de vacunación. La mitad de los adultos y alrededor del 35% de sus habitantes han recibido al menos una dosis. Esto hace que gran parte de los residentes sean aún susceptibles al virus. “Actualmente, en India hay más demanda que la oferta disponible. La oferta de vacunas actualmente en uso es menor que las proyecciones realizadas hace unos pocos meses. Así que ambas situaciones están poniendo límites a la disponibilidad de las vacunas en el país”, señaló el doctor Chandrakant Lahariya, un experto en políticas de vacunación.
Según una reciente investigación publicada en la revista científica Nature, se descubrió que ZyCoV-D, que se administra en la piel sin una inyección, tiene un 67% de protección contra el COVID-19 sintomático en ensayos clínicos, y probablemente comenzará a administrarse en India este mes. Aunque la eficacia no es particularmente alta en comparación con la de muchas otras vacunas COVID-19, el hecho de que sea una vacuna de ADN es significativo, advierten los investigadores.
Para Peter Richmond, inmunólogo pediátrico de la Universidad de Australia Occidental en Perth, “es una prueba del principio de que las vacunas de ADN funcionan y pueden ayudar a controlar la pandemia”. “Este es un paso adelante realmente importante en la lucha para derrotar al COVID-19 a nivel mundial, porque demuestra que tenemos otra clase de vacunas que podemos usar”, sostuvo.
Cerca de una docena de vacunas de ADN contra COVID-19 se encuentran en ensayos clínicos en todo el mundo, y al menos otras tantas se encuentran en etapas anteriores de desarrollo. También se están desarrollando vacunas de ADN para otras enfermedades. “Si las vacunas de ADN tienen éxito, este es realmente el futuro de la vacunología porque son fáciles de fabricar”, subrayó Shahid Jameel, virólogo de la Universidad de Ashoka en Sonipat, India.
Desarrollo acelerado
“La urgencia de combatir el COVID-19 ha acelerado el desarrollo de vacunas que utilizan tecnología genética, como las vacunas de ADN y ARN mensajero”, explicó David Weiner, director del Centro de Vacunas e Inmunoterapia del Instituto Wistar en Filadelfia, Pensilvania.
Las vacunas de ARNm mostraron más rápidamente respuestas inmunes fuertes en los ensayos clínicos, pero las vacunas de ADN tienen una serie de beneficios, porque son fáciles de producir y los productos terminados son más estables que las vacunas de ARNm, que generalmente requieren almacenamiento a temperaturas muy bajas.
ZyCoV-D fue desarrollada por la empresa farmacéutica india Zydus Cadila, con sede en Ahmedabad. El 20 de agosto, el regulador de medicamentos de la India autorizó la vacuna para personas de 12 años o más. La cifra de eficacia del 67% provino de ensayos que involucraron a más de 28.000 participantes, que vieron 21 casos sintomáticos de COVID-19 en el grupo vacunado y 60 entre personas que recibieron un placebo.
La vacuna contiene hebras circulares de ADN conocidas como plásmidos, que codifican la proteína de pico de SARS-CoV-2, junto con una secuencia promotora para activar el gen. Una vez que los plásmidos ingresan a los núcleos de las células, se convierten en ARNm, que viaja al cuerpo principal de la célula, el citoplasma, y se traduce en la propia proteína espiga. Luego, el sistema inmunológico del cuerpo genera una respuesta contra la proteína y produce células inmunitarias adaptadas que pueden eliminar infecciones futuras. Los plásmidos generalmente se degradan en semanas o meses, pero la inmunidad permanece.
“Tanto las vacunas de ADN como las de ARNm se han desarrollado desde la década de 1990″, destacó Weiner. Para Jameel, “el desafío para las vacunas de ADN es que necesitan llegar hasta el núcleo celular, a diferencia de las vacunas de ARNm, que solo necesitan llegar al citoplasma”. Entonces, durante mucho tiempo, las vacunas de ADN lucharon para inducir potentes respuestas inmunes en ensayos clínicos, razón por la cual habían sido aprobadas para su uso como vacunas solo en animales, como caballos, hasta ahora.
Vacuna libre de agujas
Para resolver este problema, ZyCoV-D se deposita debajo de la piel, en contraposición al tejido muscular profundo. El área debajo de la piel es rica en células inmunes que devoran objetos extraños, como partículas de vacunas, y los procesan. “Esto ayuda a capturar el ADN de manera mucho más eficiente que en el músculo”, destacó Jameel. De manera inusual, la vacuna se administra mediante un dispositivo sin aguja que se presiona contra la piel, lo que crea una fina corriente de líquido a alta presión que perfora la superficie y es menos dolorosa que una inyección.
Pero a pesar de ser más potente que las vacunas de ADN anteriores, ZyCoV-D requiere un mínimo de tres dosis para lograr su eficacia inicial. “Es probable que esto se sume al desafío logístico de administrar la vacuna durante la pandemia actual”, añadió el experto.
Aunque la eficacia de ZyCoV-D parece ser menor que el 90% o más logrado por algunas vacunas de ARNm, según los expertos las cifras no son comparables. Los ensayos de ZyCoV-D en India a principios de este año se llevaron a cabo mientras que la variante Delta del SARS-CoV-2 era la variante dominante en circulación, mientras que los ensayos de vacunas de ARNm anteriores se realizaron cuando circulaban variantes menos transmisibles. “La eficacia es esencialmente contra la variante Delta, por lo que es bastante buena”.
Algunos investigadores criticaron la falta de transparencia en el proceso de aprobación, porque aún no se publicaron los resultados del ensayo en la última etapa. Desde Zydus Cadila, el desarrollador de la vacuna, aseguraron que el ensayo aún está en marcha y que presentará el análisis completo para su publicación en breve. La compañía dijo que las primeras dosis comenzarán a administrarse en India en septiembre y planea producir hasta 50 millones de dosis a principios del próximo año.
Se están desarrollando otras vacunas de ADN contra COVID-19, utilizando una variedad de antígenos y mecanismos de administración. Dos ya entraron en ensayos de última etapa: uno de la empresa japonesa AnGes, con sede en Osaka; el otro, que Weiner ayudó a desarrollar, por Inovio Pharmaceuticals en Plymouth Meeting, Pensilvania. Inovio se inyecta debajo de la piel y usa un dispositivo que golpea la piel con pulsos eléctricos cortos para formar poros en las células por donde la vacuna puede deslizarse.
Más de media docena de vacunas de ADN para COVID-19 se encuentran en ensayos en etapa inicial, incluida una de la empresa de biotecnología surcoreana GeneOne Life Science en Seúl, y otra en la que participa Richmond, desarrollada por la empresa tailandesa BioNet en Bangkok. Esta vacuna se está sometiendo a un ensayo de Fase I en Australia.
Pero Richmond espera que surjan muchas más vacunas de ADN, dirigidas a enfermedades para las que actualmente no hay vacunas, desde el citomegalovirus, que puede transmitirse a los bebés durante el embarazo, hasta el virus sincitial respiratorio. También se están probando o desarrollando vacunas de ADN para la influenza, el virus del papiloma humano, el VIH y el Zika.
Las vacunas de ADN pueden almacenar mucha información, lo que significa que pueden codificar proteínas grandes y complejas o incluso múltiples proteínas. Weiner dice que eso les da esperanzas como vacunas contra el cáncer, una posibilidad que está explorando en su propia investigación. “Es un momento muy emocionante para las tecnologías genéticas. Finalmente tuvieron la oportunidad de demostrar lo que pueden hacer“, concluyó.
Si bien el vasto país de Asia del Sur ha incrementado drásticamente su tasa de vacunación contra el COVID-19 en los territoriorios rurales, donde viven alrededor del 65% de sus casi 1.400 millones de habitantes, los problemas de suministro persisten en el mayor productor de vacunas del mundo y los expertos dicen que es poco probable que el país alcance su objetivo de inocular a toda su población adulta antes de que termine el año.
India abrió la vacunación para todos los adultos en mayo. Pero la campaña fracasó en las aldeas debido a las reticencias y la desinformación. Eso comenzó a cambiar a mediados de julio y de las casi 120 millones de dosis administradas en las tres últimas semanas, cerca del 70% se pusieron en aldeas indias, frente al aproximadamente 50% de las primeras semanas de mayo.
Aunque el aumento de la aceptación de las vacunas en las zonas rurales es prometedor, la pandemia está lejos de terminar en India: tras semanas de caída constante, las 46.000 nuevas infecciones reportadas el domingo son el peor dato en casi dos meses.
Solo alrededor del 11% de su enorme población ha completado la pauta de vacunación. La mitad de los adultos y alrededor del 35% de sus habitantes han recibido al menos una dosis. Esto hace que gran parte de los residentes sean aún susceptibles al virus. “Actualmente, en India hay más demanda que la oferta disponible. La oferta de vacunas actualmente en uso es menor que las proyecciones realizadas hace unos pocos meses. Así que ambas situaciones están poniendo límites a la disponibilidad de las vacunas en el país”, señaló el doctor Chandrakant Lahariya, un experto en políticas de vacunación.
Con información de
Infobae