Covid-19: vacuna alemana CureVac tuvo solo 48% de eficacia
Jueves 01 de
Julio 2021
La vacuna del laboratorio alemán CureVac es eficaz en un 48% para prevenir el Covid-19, mucho menos que los otros inmunizantes de ARN mensajero, con lo cual se desconoce qué pasará con este producto que la Unión Europea ha encargado en grandes cantidades.
Los resultados definitivos de un ensayo clínico a gran escala del laboratorio alemán, anunciados el miércoles por la noche, eran previsibles tras la publicación a mediados de junio de análisis intermediarios por debajo de lo esperado. El laboratorio lo atribuye a la propagación rápida de nuevas variantes.
Pese a ese revés, CureVac aún espera que las autoridades reguladoras aprueben la comercialización de su vacuna, afirmó el jueves el director ejecutivo del laboratorio, Franz-Werner Haas, en una rueda de prensa.
Según CureVac, el rendimiento de su producto es ligeramente mejor en la franja de edad de 18-60 años, con una eficacia de 53%. En este grupo, el efecto protector contra formas moderadas y graves de la enfermedad alcanza el 77%, y es de 100% en la prevención de hospitalizaciones y muertes.
Pero "en los participantes de edades de más de 60 años, que representan 9% de casos estudiados, los datos disponibles no han permitido determinar la eficacia de forma estadísticamente clara".
Con todo, la empresa asegura que el interés de su vacuna para los menores de 60 años, un grupo al que define como su principal "objetivo", ha quedado demostrado, según Haas.
"Todavía hay una gran necesidad de vacunas para esta población en todo el mundo", sostuvo Franz-Werner Haas, convencido de que CureVac puede aportar "una contribución importante a la gestión de la pandemia de Covid-19".
“Aunque esperábamos un resultado provisional más sólido, sabemos que demostrar una alta eficacia en esta amplia diversidad de variantes sin precedentes es un reto. A medida que continuamos hacia el análisis definitivo con un mínimo de 80 casos adicionales, es posible que la eficiacia final de la vacuna cambie", agregó Haas.
"Además, el entorno con múltiples variantes subraya la importancia de desarrollar vacunas de nueva generación, ya que siguen apareciendo nuevas cepas del virus. Confiamos en nuestra plataforma tecnológica de ARNm para luchar contra la pandemia actual”, completó.
Ahora es la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que ya está analizando el fármaco, la que tiene que dar o no su visto bueno para la comercialización.
La Comisión Europea ha firmado un contrato con el laboratorio para la compra de 405 millones de dosis.
Las vacunas BioNTech/Pfizer y Moderna, también basadas en el principio del ARN mensajero, han demostrado una eficacia de alrededor del 95%. La de las de AstraZeneca y Johnson and Johnson se sitúa entre el 60 y el 70%.
CureVac fue uno de los primeros en lanzarse en la carrera de las vacunas y esperaba sacar al mercado un suero eficaz en mayo de este año. Los directivos explicaron en junio que tuvieron que enfrentarse a "un virus diferente" al de sus competidores debido a la "gran diversidad de mutaciones" presentes cuando comenzó la fase de ensayos en diciembre.
En esos ensayos participaron unos 40.000 voluntarios en Europa y en América Latina. La respuesta inmunitaria fue evaluada en 228 pacientes que se habían infectado del Covid-19.
La cepa original del SARS-CoV-2 solo se identificó en el 3% de los casos, mientras que se identificaron variantes consideradas "preocupantes", como la Delta, en más de la mitad de los pacientes
La progresión de las variantes no es la única causa de este revés, estimaron en las últimas semanas los expertos, que recuerdan que los productos de BioNTech y Moderna han demostrado una eficacia sólida frente a mutaciones del coronavirus.
La formulación elegida por CureVac, y sobre todo su menor concentración de 12 microgramos, podría ser un factor. CureVac trabaja con un ARN mensajero con una estructura diferente a la de sus dos rivales.
Fundada en 2000, el principal accionista de CureVac es el multimillonario alemán Dietmar Hopp, cofundador del gigante de software SAP. Su fundador, Ingmar Hoerr, es un pionero en la investigación del ARN mensajero.
En junio de 2020, el gobierno alemán compró partes del laboratorio, después de que las autoridades estadounidenses intentasen obtener derechos exclusivos para Estados Unidos sobre una potencial vacuna.
La compañía se alió con los gigantes farmacéuticos suizo Novartis y alemán Bayer para las fases de producción.
Aliado de la británica GSK, desarrolla además las llamadas vacunas de segunda generación, que tienen en cuenta las variantes.
Pese a ese revés, CureVac aún espera que las autoridades reguladoras aprueben la comercialización de su vacuna, afirmó el jueves el director ejecutivo del laboratorio, Franz-Werner Haas, en una rueda de prensa.
Según CureVac, el rendimiento de su producto es ligeramente mejor en la franja de edad de 18-60 años, con una eficacia de 53%. En este grupo, el efecto protector contra formas moderadas y graves de la enfermedad alcanza el 77%, y es de 100% en la prevención de hospitalizaciones y muertes.
Pero "en los participantes de edades de más de 60 años, que representan 9% de casos estudiados, los datos disponibles no han permitido determinar la eficacia de forma estadísticamente clara".
Con todo, la empresa asegura que el interés de su vacuna para los menores de 60 años, un grupo al que define como su principal "objetivo", ha quedado demostrado, según Haas.
"Todavía hay una gran necesidad de vacunas para esta población en todo el mundo", sostuvo Franz-Werner Haas, convencido de que CureVac puede aportar "una contribución importante a la gestión de la pandemia de Covid-19".
“Aunque esperábamos un resultado provisional más sólido, sabemos que demostrar una alta eficacia en esta amplia diversidad de variantes sin precedentes es un reto. A medida que continuamos hacia el análisis definitivo con un mínimo de 80 casos adicionales, es posible que la eficiacia final de la vacuna cambie", agregó Haas.
"Además, el entorno con múltiples variantes subraya la importancia de desarrollar vacunas de nueva generación, ya que siguen apareciendo nuevas cepas del virus. Confiamos en nuestra plataforma tecnológica de ARNm para luchar contra la pandemia actual”, completó.
Ahora es la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que ya está analizando el fármaco, la que tiene que dar o no su visto bueno para la comercialización.
La Comisión Europea ha firmado un contrato con el laboratorio para la compra de 405 millones de dosis.
Las vacunas BioNTech/Pfizer y Moderna, también basadas en el principio del ARN mensajero, han demostrado una eficacia de alrededor del 95%. La de las de AstraZeneca y Johnson and Johnson se sitúa entre el 60 y el 70%.
CureVac fue uno de los primeros en lanzarse en la carrera de las vacunas y esperaba sacar al mercado un suero eficaz en mayo de este año. Los directivos explicaron en junio que tuvieron que enfrentarse a "un virus diferente" al de sus competidores debido a la "gran diversidad de mutaciones" presentes cuando comenzó la fase de ensayos en diciembre.
En esos ensayos participaron unos 40.000 voluntarios en Europa y en América Latina. La respuesta inmunitaria fue evaluada en 228 pacientes que se habían infectado del Covid-19.
La cepa original del SARS-CoV-2 solo se identificó en el 3% de los casos, mientras que se identificaron variantes consideradas "preocupantes", como la Delta, en más de la mitad de los pacientes
La progresión de las variantes no es la única causa de este revés, estimaron en las últimas semanas los expertos, que recuerdan que los productos de BioNTech y Moderna han demostrado una eficacia sólida frente a mutaciones del coronavirus.
La formulación elegida por CureVac, y sobre todo su menor concentración de 12 microgramos, podría ser un factor. CureVac trabaja con un ARN mensajero con una estructura diferente a la de sus dos rivales.
Fundada en 2000, el principal accionista de CureVac es el multimillonario alemán Dietmar Hopp, cofundador del gigante de software SAP. Su fundador, Ingmar Hoerr, es un pionero en la investigación del ARN mensajero.
En junio de 2020, el gobierno alemán compró partes del laboratorio, después de que las autoridades estadounidenses intentasen obtener derechos exclusivos para Estados Unidos sobre una potencial vacuna.
La compañía se alió con los gigantes farmacéuticos suizo Novartis y alemán Bayer para las fases de producción.
Aliado de la británica GSK, desarrolla además las llamadas vacunas de segunda generación, que tienen en cuenta las variantes.
Con información de
Ámbito