Alertan por un alto impacto post Covid en el sistema nervioso central y se potencia entre los que estuvieron internados
Por:
Penélope Canonico
Miércoles 02 de
Junio 2021
La pandemia del Covid-19 revolucionó la esfera asistencial. Desde que la enfermedad acaparó la atención de la comunidad científica, los especialistas no han cesado de investigar y de aprender sobre cada uno de sus aspectos.
Una de las incógnitas que invaden el campo de estudio es ¿qué secuelas pueden experimentar los pacientes que son dados de alta?
Un reciente estudio publicado en la revista científica The Lancet Psychiatry, que se llevó a cabo en Inglaterra sobre los registros electrónicos de 236.000 pacientes, reveló que una de cada 3 personas (33,6%) que atravesaron la infección por Covid-19 recibió un diagnóstico neurológico o psiquiátrico en los siguientes 6 meses. Los datos confirman hallazgos previos de otras investigaciones.
Los especialistas consultados por Clarín coinciden en que las complicaciones neurológicas y psiquiátricas post covid son muy significativas en el marco de una pandemia que, según la OMS, afecta potencialmente al 20% de la población mundial. Recomiendan que los servicios de atención se anticipen y trabajen sobre la problemáticas para reducir el impacto. También, consultar al médico ante la aparición de algún síntoma, tras haber pasado el episodio agudo.
“Es importante tener en cuenta las conclusiones del estudio de The Lancet, no sólo para el diagnóstico y el manejo de casos agudos, sino para ver cómo vamos a organizar el sistema de salud en el próximo tiempo”, sostiene Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsiquiatría y Neuropsicología del Instituto de Investigaciones Neurológicas Dr. Raúl Carrea (FLENI) .
El 17,4% de los analizados evidenció trastornos de ansiedad, un 2,1% infarto cerebral y el 0,7% demencia. La incidencia de eventos aumentó al 38,7% en aquellos pacientes que debieron ser hospitalizados, al 46,4% en quienes debieron ingresar a las unidades de terapia intensiva y al 62,3% en un subgrupo que había presentado encefalopatía durante la internación.
Marcelo Cetkovich, director del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), entiende que estos datos nos están hablando de que habría dos tipos de efectos del virus: uno que es general y sistémico, vinculado a la deficiencia respiratoria y a los efectos generales de la enfermedad. Sin embargo, en aquellos pacientes que estuvieron en terapia intensiva, se supone un efecto directo del virus sobre el sistema nervioso central.
¿Por qué los pacientes que fueron hospitalizados o tuvieron presentaciones graves son los que desarrollaron más cuadros de estrés postraumático y tuvieron mayor compromiso a largo plazo que aquellos que cursaron casi asintomáticos?
Depende de la severidad del Covid que puede transitar diferentes caminos: asintomáticos, sintomáticos leves, asintomáticos hospitalizados, hospitalizados con oxígeno y hospitalizados en respirador. “A mayor severidad del Covid en agudo, mayores complicaciones neurológicas y psiquiátricas post Covid”, explica Allegri.
¿Daño neurológico vs. daño emocional?
La pandemia perturbó los servicios de salud mental esenciales del 95 % en todos los países. El duelo, el aislamiento, la pérdida de ingresos y el miedo están generando y agravando los trastornos de la salud mental.
Tanto el daño neurológico como el psicológico involucran efectos físicos. “Somos una unidad. Todo lo que nos afecta físicamente tiene o va a tener manifestaciones psicológicas o conductuales”, plantea Cetkovich.
Y define a las consecuencias emocionales como la adaptación que hacemos ante la agresión que implica el virus. Sin embargo, esto va más allá de la mera reacción psicológica ante la infección. En términos de estrés, temor y preocupación, se convierten rápidamente en cambios en nuestros sistemas neuronales que posibilitan que estos síntomas de depresión y ansiedad tengan un impacto directo en nuestro organismo, favoreciendo el desarrollo de consecuencias biológicas”, detalla el experto.
Las relaciones entre la infección por SARS-Cov2 y las enfermedades neurológicas y psiquiátricas son complejas. Podríamos dividirlas en dos niveles: en primer lugar, los efectos sobre la población general (remiten indirectamente al temor por la cuarentena) y, por otro lado, las consecuencias directas del virus en las personas afectadas.
En este sentido, Cetkovich explica que las personas que han superado una infección por Covid, tienen una probabilidad significativa de desarrollar enfermedades neurológicas y psiquiátricas, lo cual guarda relación con el nivel de severidad de la infección.
En cuanto a las complicaciones neurológicas por Covid-19, Allegri distingue tres clases (si son permanentes o transitorias va a depender de cada caso particular).
Las enfermedades neurológicas previas, como el Alzheimer, que tienen mayor predisposición a la alta morbimortalidad y, por otra parte, el aislamiento agrava el deterioro.
Segundo, las complicaciones neurológicas del Covid agudo que van del 3 al 80% de los pacientes dependiendo de la edad, severidad y factores de riesgo. Entre los síntomas posibles: el 32% de los hospitalizados tienen fatiga, 20% mialgia, 18% pérdida del olfato, 12% cefalea, 10% trastornos cognitivos. También, pueden hacer ACV 2%, meningoencefalitis, epilepsia.
En tercer lugar, el post o long Covid que es la persistencia o aparición de síntomas luego del Covid, como fatiga y debilidad muscular, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, trastornos cognitivos (niebla mental), neuropatías.
¿Qué secuelas puede dejar el coronavirus?
Tomando como muestra comparativa datos previos de los efectos de influenza, se pudo establecer con esta muestra de 236.000 casos de personas recuperadas de Covid, que 6 meses después, las chances de desarrollar ansiedad y depresión son altamente significativas.
Por otro lado, también se vio un aumento de las posibilidades de desarrollar demencias, ACV y hemorragias subaracnoideas y otros tipos de enfermedades neurológicas. Esto significa que hay un efecto directo del virus sobre el sistema nervioso.
Cetkovich analiza qué parte de estos efectos pueden deberse al impacto general en la salud que produce el virus, al afectar la función respiratoria y al haber producido grandes periodos de reposo e inmovilidad. También, por todo el estado proinflamatorio, la famosa tormenta de citoquinas de las que hemos escuchado hablar tanto a los infectólogos, sabemos que tiene una alta probabilidad de impactar en las funciones psíquicas como la depresión y la ansiedad.
Asimismo, sabemos desde hace mucho tiempo que durante la depresión, el sistema inflamatorio de las personas afectadas está activado, por lo cual no es de extrañar que cualquier proceso inflamatorio produzca, en personas predispuestas, el desarrollo de síntomas de ansiedad.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda disminuir el tiempo que dedican a mirar, leer o escuchar noticias, para minimizar el riesgo de presentar síntomas de ansiedad o angustia, y protegerse a sí mismos y brindar apoyo a otras personas, como por ejemplo, llamar por teléfono a los que puedan necesitar asistencia adicional.
Un reciente estudio publicado en la revista científica The Lancet Psychiatry, que se llevó a cabo en Inglaterra sobre los registros electrónicos de 236.000 pacientes, reveló que una de cada 3 personas (33,6%) que atravesaron la infección por Covid-19 recibió un diagnóstico neurológico o psiquiátrico en los siguientes 6 meses. Los datos confirman hallazgos previos de otras investigaciones.
Los especialistas consultados por Clarín coinciden en que las complicaciones neurológicas y psiquiátricas post covid son muy significativas en el marco de una pandemia que, según la OMS, afecta potencialmente al 20% de la población mundial. Recomiendan que los servicios de atención se anticipen y trabajen sobre la problemáticas para reducir el impacto. También, consultar al médico ante la aparición de algún síntoma, tras haber pasado el episodio agudo.
“Es importante tener en cuenta las conclusiones del estudio de The Lancet, no sólo para el diagnóstico y el manejo de casos agudos, sino para ver cómo vamos a organizar el sistema de salud en el próximo tiempo”, sostiene Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsiquiatría y Neuropsicología del Instituto de Investigaciones Neurológicas Dr. Raúl Carrea (FLENI) .
El 17,4% de los analizados evidenció trastornos de ansiedad, un 2,1% infarto cerebral y el 0,7% demencia. La incidencia de eventos aumentó al 38,7% en aquellos pacientes que debieron ser hospitalizados, al 46,4% en quienes debieron ingresar a las unidades de terapia intensiva y al 62,3% en un subgrupo que había presentado encefalopatía durante la internación.
Marcelo Cetkovich, director del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), entiende que estos datos nos están hablando de que habría dos tipos de efectos del virus: uno que es general y sistémico, vinculado a la deficiencia respiratoria y a los efectos generales de la enfermedad. Sin embargo, en aquellos pacientes que estuvieron en terapia intensiva, se supone un efecto directo del virus sobre el sistema nervioso central.
¿Por qué los pacientes que fueron hospitalizados o tuvieron presentaciones graves son los que desarrollaron más cuadros de estrés postraumático y tuvieron mayor compromiso a largo plazo que aquellos que cursaron casi asintomáticos?
Depende de la severidad del Covid que puede transitar diferentes caminos: asintomáticos, sintomáticos leves, asintomáticos hospitalizados, hospitalizados con oxígeno y hospitalizados en respirador. “A mayor severidad del Covid en agudo, mayores complicaciones neurológicas y psiquiátricas post Covid”, explica Allegri.
¿Daño neurológico vs. daño emocional?
La pandemia perturbó los servicios de salud mental esenciales del 95 % en todos los países. El duelo, el aislamiento, la pérdida de ingresos y el miedo están generando y agravando los trastornos de la salud mental.
Tanto el daño neurológico como el psicológico involucran efectos físicos. “Somos una unidad. Todo lo que nos afecta físicamente tiene o va a tener manifestaciones psicológicas o conductuales”, plantea Cetkovich.
Y define a las consecuencias emocionales como la adaptación que hacemos ante la agresión que implica el virus. Sin embargo, esto va más allá de la mera reacción psicológica ante la infección. En términos de estrés, temor y preocupación, se convierten rápidamente en cambios en nuestros sistemas neuronales que posibilitan que estos síntomas de depresión y ansiedad tengan un impacto directo en nuestro organismo, favoreciendo el desarrollo de consecuencias biológicas”, detalla el experto.
Las relaciones entre la infección por SARS-Cov2 y las enfermedades neurológicas y psiquiátricas son complejas. Podríamos dividirlas en dos niveles: en primer lugar, los efectos sobre la población general (remiten indirectamente al temor por la cuarentena) y, por otro lado, las consecuencias directas del virus en las personas afectadas.
En este sentido, Cetkovich explica que las personas que han superado una infección por Covid, tienen una probabilidad significativa de desarrollar enfermedades neurológicas y psiquiátricas, lo cual guarda relación con el nivel de severidad de la infección.
En cuanto a las complicaciones neurológicas por Covid-19, Allegri distingue tres clases (si son permanentes o transitorias va a depender de cada caso particular).
Las enfermedades neurológicas previas, como el Alzheimer, que tienen mayor predisposición a la alta morbimortalidad y, por otra parte, el aislamiento agrava el deterioro.
Segundo, las complicaciones neurológicas del Covid agudo que van del 3 al 80% de los pacientes dependiendo de la edad, severidad y factores de riesgo. Entre los síntomas posibles: el 32% de los hospitalizados tienen fatiga, 20% mialgia, 18% pérdida del olfato, 12% cefalea, 10% trastornos cognitivos. También, pueden hacer ACV 2%, meningoencefalitis, epilepsia.
En tercer lugar, el post o long Covid que es la persistencia o aparición de síntomas luego del Covid, como fatiga y debilidad muscular, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, trastornos cognitivos (niebla mental), neuropatías.
¿Qué secuelas puede dejar el coronavirus?
Tomando como muestra comparativa datos previos de los efectos de influenza, se pudo establecer con esta muestra de 236.000 casos de personas recuperadas de Covid, que 6 meses después, las chances de desarrollar ansiedad y depresión son altamente significativas.
Por otro lado, también se vio un aumento de las posibilidades de desarrollar demencias, ACV y hemorragias subaracnoideas y otros tipos de enfermedades neurológicas. Esto significa que hay un efecto directo del virus sobre el sistema nervioso.
Cetkovich analiza qué parte de estos efectos pueden deberse al impacto general en la salud que produce el virus, al afectar la función respiratoria y al haber producido grandes periodos de reposo e inmovilidad. También, por todo el estado proinflamatorio, la famosa tormenta de citoquinas de las que hemos escuchado hablar tanto a los infectólogos, sabemos que tiene una alta probabilidad de impactar en las funciones psíquicas como la depresión y la ansiedad.
Asimismo, sabemos desde hace mucho tiempo que durante la depresión, el sistema inflamatorio de las personas afectadas está activado, por lo cual no es de extrañar que cualquier proceso inflamatorio produzca, en personas predispuestas, el desarrollo de síntomas de ansiedad.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda disminuir el tiempo que dedican a mirar, leer o escuchar noticias, para minimizar el riesgo de presentar síntomas de ansiedad o angustia, y protegerse a sí mismos y brindar apoyo a otras personas, como por ejemplo, llamar por teléfono a los que puedan necesitar asistencia adicional.
Con información de
Clarín