Covid-19: según expertos, el coronavirus se transformará en un resfrío en menos de 10 años
Miércoles 19 de
Mayo 2021
Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica Science en febrero volvió a viralizarse en estas horas y revela que, cuando la mayoría de la población esté vacunada, el coronavirus comenzará a ser menos violento al punto que se transformará en un leve resfrío.
“Nuestro modelo sugiere que esta transformación tardará entre uno y 10 años”, explicó Jennie Lavine, investigadora de la Universidad Emory, en Estados Unidos, al diario español El País.
La mayoría de expertos piensa que el SARS-CoV-2 no desaparecerá nunca, pero esto no tiene por qué ser algo malo. Cuando la mayoría de la población esté vacunada, el patógeno comenzará a atenuarse, y producirá una infección asintomática para los adultos y solo un leve catarro en niños.
Cabe señalar que dentro de los factores para el plazo en el que esto suceda se encuentra la velocidad de vacunación y el tiempo que alguien es inmune al coronavirus después de enfermarse o recibir la vacuna. “Lo ideal es que la capacidad de bloquear la enfermedad sea duradera, pero que la capacidad de transmisión sea más corta”, detalló Lavine.
Los científicos aseguran que la composición del SARS-CoV-2 es más parecida a los virus del resfrío. Si esto es así, cuando la mayoría de la población esté vacunada, el virus no podrá seguir causando enfermedad grave, porque las vacunas lo impiden. Está por verse si las inmunizaciones también evitan la transmisión del virus, algo menos probable.
“Estos resultados refuerzan la importancia de seguir con las medidas de aislamiento hasta que las campañas de vacunación durante esta fase pandémica hayan concluido. Es posible que sea necesario continuar la vacunación en la fase endémica”, explicaron en febrero los autores del trabajo al diario El País.
Mutaciones
Pese a lo que se cree, la aparición de variantes más contagiosas, como la de Reino Unido, puede mejorar las cosas, según Lavine. Una variante que se extienda más rápido pero no sea más letal bajará la mortalidad. Además reforzaría la inmunidad de la gente, porque un infección asintomática mejoraría las defensas. Y, por último, mantendría el sistema inmune “actualizado” ante otras posibles variantes.
“El impacto en la salud pública de este virus bajará radicalmente cuando se cumplan una de dos condiciones. La primera es que, como dice este estudio, la inmunidad ante la Covid grave sea duradera y que además sea reforzada a través de reinfecciones leves, porque no hay una inmunidad total. La segunda es que haya una cobertura de la vacuna en las personas de más riesgo, de forma que la mortalidad se reduzca muchísimo. Creo que es probable que lo primero suceda en todo el mundo. Los países desarrollados habrán cubierto la vacunación en seis meses o un año y el resto de países un tiempo después”, explicó Mark Lipsitch, epidemiólogo de la Universidad de Harvard.
El equipo de Cristina Calvo, jefa de pediatría del Hospital La Paz, en Madrid, estudió las infecciones por coronavirus en niños durante los últimos 14 años. “Los virus o se adaptan y se hacen leves o desaparecen porque se quedan sin huéspedes”, aclaró. “Lo lógico es que vaya perdiendo patogenicidad y letalidad”, agregó.
Debido a que el virus podrá siempre encontrar refugio en algunas personas o animales, “este virus es prácticamente imposible de erradicar”, sostuvo Toni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona.
“Estoy de acuerdo en que en el futuro, este virus se va a parecer más a los coronavirus de la gripe que al SARS y al MERS”, finalizó.
La mayoría de expertos piensa que el SARS-CoV-2 no desaparecerá nunca, pero esto no tiene por qué ser algo malo. Cuando la mayoría de la población esté vacunada, el patógeno comenzará a atenuarse, y producirá una infección asintomática para los adultos y solo un leve catarro en niños.
Cabe señalar que dentro de los factores para el plazo en el que esto suceda se encuentra la velocidad de vacunación y el tiempo que alguien es inmune al coronavirus después de enfermarse o recibir la vacuna. “Lo ideal es que la capacidad de bloquear la enfermedad sea duradera, pero que la capacidad de transmisión sea más corta”, detalló Lavine.
Los científicos aseguran que la composición del SARS-CoV-2 es más parecida a los virus del resfrío. Si esto es así, cuando la mayoría de la población esté vacunada, el virus no podrá seguir causando enfermedad grave, porque las vacunas lo impiden. Está por verse si las inmunizaciones también evitan la transmisión del virus, algo menos probable.
“Estos resultados refuerzan la importancia de seguir con las medidas de aislamiento hasta que las campañas de vacunación durante esta fase pandémica hayan concluido. Es posible que sea necesario continuar la vacunación en la fase endémica”, explicaron en febrero los autores del trabajo al diario El País.
Mutaciones
Pese a lo que se cree, la aparición de variantes más contagiosas, como la de Reino Unido, puede mejorar las cosas, según Lavine. Una variante que se extienda más rápido pero no sea más letal bajará la mortalidad. Además reforzaría la inmunidad de la gente, porque un infección asintomática mejoraría las defensas. Y, por último, mantendría el sistema inmune “actualizado” ante otras posibles variantes.
“El impacto en la salud pública de este virus bajará radicalmente cuando se cumplan una de dos condiciones. La primera es que, como dice este estudio, la inmunidad ante la Covid grave sea duradera y que además sea reforzada a través de reinfecciones leves, porque no hay una inmunidad total. La segunda es que haya una cobertura de la vacuna en las personas de más riesgo, de forma que la mortalidad se reduzca muchísimo. Creo que es probable que lo primero suceda en todo el mundo. Los países desarrollados habrán cubierto la vacunación en seis meses o un año y el resto de países un tiempo después”, explicó Mark Lipsitch, epidemiólogo de la Universidad de Harvard.
El equipo de Cristina Calvo, jefa de pediatría del Hospital La Paz, en Madrid, estudió las infecciones por coronavirus en niños durante los últimos 14 años. “Los virus o se adaptan y se hacen leves o desaparecen porque se quedan sin huéspedes”, aclaró. “Lo lógico es que vaya perdiendo patogenicidad y letalidad”, agregó.
Debido a que el virus podrá siempre encontrar refugio en algunas personas o animales, “este virus es prácticamente imposible de erradicar”, sostuvo Toni Trilla, epidemiólogo del Hospital Clínic de Barcelona.
“Estoy de acuerdo en que en el futuro, este virus se va a parecer más a los coronavirus de la gripe que al SARS y al MERS”, finalizó.
Con información de
Clarín