Alberto Fernández se alejó del FMI: sin apuro, se complica un acuerdo en el 2021
Por:
Guillermo Laborda
Martes 02 de
Marzo 2021
La embestida de Alberto Fernández al acuerdo firmado en la gestión Macri con el FMI confirma que las negociaciones están estancadas y un nuevo entendimiento, muy lejos.
“Tanta mala fe de los tomadores del crédito y tanto desdén de funcionarios políticos de un organismo multilateral por privilegiar a un gobierno en la coyuntura, no puede ser visto como un caso más. Quiero advertir a todos que el acuerdo al que finalmente lleguemos con el Fondo Monetario Internacional será el resultado también del análisis de todos los tópicos que aquí se han mencionado”, dijo el presidente ante la Asamblea Legislativa.
Precisamente, los vencimientos con el FMI y un eventual default con el organismo internacional, son los temas que amenazan de corto plazo a Martín Guzmán.
El ministro es consciente que un incumplimiento argentino automáticamente tendría consecuencias: en noviembre señaló al diario Página 12 que “el costo de un default con el FMI tendría un costo inmenso. Pasaríamos a ser un país paria”.
El problema para Alberto Fernández es que un entendimiento con el FMI implica marcar un sendero de ajuste de las cuentas públicas y un plan monetario creíble para llevar a la inflación a niveles razonables.
Por ello también su embestida en su discurso en el Congreso, a todo tipo de “ajustes recesivos”.
“No queremos apresurarnos. Apuro por acordar tienen los pícaros de siempre. Nuestro gobierno el único apuro que tiene es el de poner de pie a la producción y al trabajo para poder mejorar la situación de millones de familias argentinas que han quedado sumidas en el pozo de la pobreza”, agregó Alberto Fernández en otro parte de su discurso.
Hubo varios mensajes del presidente equivocados en lo que fue el acuerdo con el FMI y otros aspectos económicos. Fueron los siguientes:
“Dispusimos en marzo el congelamiento de los precios de alimentos, bebidas, productos de limpieza e higiene personal”. Más allá de esta medida, la inflación en alimentos en 2020 fue mayor al 40%.
“Prohibimos los despidos sin causa o por fuerza mayor”. El desempleo trepó a 11,7% en el tercer trimestre. Se perdieron 1,7 millones de puestos de trabajo en igual período.
“Preservamos el ingreso de jubiladas y jubilados aumentando sus haberes y otorgándoles bonos adicionales. Lo mismo hicimos con titulares de asignaciones y asalariados de menores ingresos en relación de dependencia”. Las jubilaciones, especialmente las que están arriba de la mínima, perdieron contra la inflación en 2020.
“Los U$S 44.000 millones de dólares recibidos por Argentina se esfumaron antes que asumamos nuestras funciones en diciembre de 2019”. Se utilizaron para pagar vencimientos de deuda. El FMI incluso no permitió que se utilicen para mantener al dólar calmo antes de las elecciones presidenciales del 2019.
“Ahora sabemos también, por boca del mismísimo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, que en sus días de director del Fondo Monetario Internacional en representación de la administración Trump, impulsó el otorgamiento de semejante préstamo para favorecer al entonces presidente Macri en la búsqueda de su reelección”. Maurice Claver Carone, hoy titular del BID, nunca efectuó esa afirmación.
Además, Alberto Fernández graficó que su estrategia en lo inflacionario pasa por un acuerdo con gremios y empresas.
“Hemos iniciado una mesa de concertación de precios y salarios junto al sector empresario y sindical. El diálogo va a contribuir en el proceso de desinflación”, destacó.
Prometió también medidas para los monotributistas: “Sé que muchos trabajadores y trabajadoras monotributistas se han perjudicado por el parate que significó la pandemia después de los años recesivos que la precedieron. Es necesario que este Congreso se avoque a tratar la ley que re categoriza y otorga moratorias a más de trescientos cincuenta mil monotributistas”.
Precisamente, los vencimientos con el FMI y un eventual default con el organismo internacional, son los temas que amenazan de corto plazo a Martín Guzmán.
El ministro es consciente que un incumplimiento argentino automáticamente tendría consecuencias: en noviembre señaló al diario Página 12 que “el costo de un default con el FMI tendría un costo inmenso. Pasaríamos a ser un país paria”.
El problema para Alberto Fernández es que un entendimiento con el FMI implica marcar un sendero de ajuste de las cuentas públicas y un plan monetario creíble para llevar a la inflación a niveles razonables.
Por ello también su embestida en su discurso en el Congreso, a todo tipo de “ajustes recesivos”.
“No queremos apresurarnos. Apuro por acordar tienen los pícaros de siempre. Nuestro gobierno el único apuro que tiene es el de poner de pie a la producción y al trabajo para poder mejorar la situación de millones de familias argentinas que han quedado sumidas en el pozo de la pobreza”, agregó Alberto Fernández en otro parte de su discurso.
Hubo varios mensajes del presidente equivocados en lo que fue el acuerdo con el FMI y otros aspectos económicos. Fueron los siguientes:
“Dispusimos en marzo el congelamiento de los precios de alimentos, bebidas, productos de limpieza e higiene personal”. Más allá de esta medida, la inflación en alimentos en 2020 fue mayor al 40%.
“Prohibimos los despidos sin causa o por fuerza mayor”. El desempleo trepó a 11,7% en el tercer trimestre. Se perdieron 1,7 millones de puestos de trabajo en igual período.
“Preservamos el ingreso de jubiladas y jubilados aumentando sus haberes y otorgándoles bonos adicionales. Lo mismo hicimos con titulares de asignaciones y asalariados de menores ingresos en relación de dependencia”. Las jubilaciones, especialmente las que están arriba de la mínima, perdieron contra la inflación en 2020.
“Los U$S 44.000 millones de dólares recibidos por Argentina se esfumaron antes que asumamos nuestras funciones en diciembre de 2019”. Se utilizaron para pagar vencimientos de deuda. El FMI incluso no permitió que se utilicen para mantener al dólar calmo antes de las elecciones presidenciales del 2019.
“Ahora sabemos también, por boca del mismísimo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, que en sus días de director del Fondo Monetario Internacional en representación de la administración Trump, impulsó el otorgamiento de semejante préstamo para favorecer al entonces presidente Macri en la búsqueda de su reelección”. Maurice Claver Carone, hoy titular del BID, nunca efectuó esa afirmación.
Además, Alberto Fernández graficó que su estrategia en lo inflacionario pasa por un acuerdo con gremios y empresas.
“Hemos iniciado una mesa de concertación de precios y salarios junto al sector empresario y sindical. El diálogo va a contribuir en el proceso de desinflación”, destacó.
Prometió también medidas para los monotributistas: “Sé que muchos trabajadores y trabajadoras monotributistas se han perjudicado por el parate que significó la pandemia después de los años recesivos que la precedieron. Es necesario que este Congreso se avoque a tratar la ley que re categoriza y otorga moratorias a más de trescientos cincuenta mil monotributistas”.