Agobiada, la gestión “Cantero” se diluye en la insustancialidad
Viernes 29 de
Enero 2021
Por:
Maxi Romero
Diferentes actores del sistema educativo motivados por legítimos discernimientos aspiran a un escenario de “presencialidad”.
El covid-19 arrostró la carencia de una dirigencia política que sepa cabalgar los tiempos. En la provincia de Santa Fe aquella frase de la Doctora Cristina Kirchner retumba con saltos de calle empedrada en las cabezas de diversos sectores internos del peronismo: “Funcionarios que no funcionan”.
La pandemia reclama actitud y ánimo elevado frente a los enormes desafíos.
El principal escollo es la falta de “vitalidad”. Algunas áreas adormecidas representan una actitud impropia del justicialismo. Casi como si se hubieran olvidado de lo que significa serlo.
El Ministerio de Educación, cuenta con áreas “selfi”. Aquella "autofoto" que un individuo se toma de sí mismo para presentarse con el mejor costado. La calidad media en el desempeño y lejanía de ciertos funcionarios de la cartera educativa con las cuestiones diarias y vigentes es sorprendente.
Pareciera que no es incentivo ni siquiera la búsqueda del voto. La falta de prestancia en la gestión de la cartera educativa derrumba en amplios sectores de la sociedad la imagen de la administración general del Gobierno.
Una importante cantidad de establecimientos fueron arrasados por robos reiterados este tiempo. Una persona proveniente de tierras de Juan Manuel de Rosas vino a conducir las Fuerzas de Seguridad en dominios del Brigadier Estanislao López. Vaya paradoja. Es cierto. Pero el Ministerio de Educación que tiene en su ejido los edificios escolares tampoco reacciona.
El Ministerio de Cantero, entumecido, con dinámica de la gestión privada, comparable a los eternos tiempos administrativos de la institución Iglesia, muestra pocas herramientas para hacerle frente a uno de los mayores problemas que ha enfrentado la humanidad: la pandemia.
Tampoco se la vio defendiendo ampliamente el acceso a la “conectividad” ni los salarios docentes. Sin ruborizarse lanzó que "los docentes santafesinos tienen el mejor salario de la región". Luego de un año de bonos y aumentos paupérrimos.
Cantero reconoció con ánimo de defensa propia que “los edificios están como los dejó la gestión anterior. Así los recibimos, así dieron clases todos estos años pasados”.
El 2020 corrió en las arenas del tiempo sin mejoras, según manifiesta la propia funcionaria. La “presencialidad”, que requiere edificios adecuados a la situación de pandemia, recibe esa fría respuesta.
Las Directoras y los Directores de los establecimientos se quejan de la falta de presupuesto para poner en condiciones las unidades escolares.
La “alianza” con algunos/as dirigentes sindicales no le alcanza a Cantero. Incluso, algún gremialista tuitero (que otrora trascendió como posible reemplazo de la Ministra) se reunió con Diputados/as radicales. Sin impacto en el mundo sindical, pero con valor simbólico desde lo político, basta para aventurar la precaria situación que atraviesa la educación en Santa Fe.
La pandemia reclama actitud y ánimo elevado frente a los enormes desafíos.
El principal escollo es la falta de “vitalidad”. Algunas áreas adormecidas representan una actitud impropia del justicialismo. Casi como si se hubieran olvidado de lo que significa serlo.
El Ministerio de Educación, cuenta con áreas “selfi”. Aquella "autofoto" que un individuo se toma de sí mismo para presentarse con el mejor costado. La calidad media en el desempeño y lejanía de ciertos funcionarios de la cartera educativa con las cuestiones diarias y vigentes es sorprendente.
Pareciera que no es incentivo ni siquiera la búsqueda del voto. La falta de prestancia en la gestión de la cartera educativa derrumba en amplios sectores de la sociedad la imagen de la administración general del Gobierno.
Una importante cantidad de establecimientos fueron arrasados por robos reiterados este tiempo. Una persona proveniente de tierras de Juan Manuel de Rosas vino a conducir las Fuerzas de Seguridad en dominios del Brigadier Estanislao López. Vaya paradoja. Es cierto. Pero el Ministerio de Educación que tiene en su ejido los edificios escolares tampoco reacciona.
El Ministerio de Cantero, entumecido, con dinámica de la gestión privada, comparable a los eternos tiempos administrativos de la institución Iglesia, muestra pocas herramientas para hacerle frente a uno de los mayores problemas que ha enfrentado la humanidad: la pandemia.
Tampoco se la vio defendiendo ampliamente el acceso a la “conectividad” ni los salarios docentes. Sin ruborizarse lanzó que "los docentes santafesinos tienen el mejor salario de la región". Luego de un año de bonos y aumentos paupérrimos.
UNA GESTIÓN EDUCATIVA QUE ASPIRA A DEJAR FRÁGIL HUELLA SIN PROFUNDIDAD EN LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN SANTAFESINA.
Cantero reconoció con ánimo de defensa propia que “los edificios están como los dejó la gestión anterior. Así los recibimos, así dieron clases todos estos años pasados”.
El 2020 corrió en las arenas del tiempo sin mejoras, según manifiesta la propia funcionaria. La “presencialidad”, que requiere edificios adecuados a la situación de pandemia, recibe esa fría respuesta.
Las Directoras y los Directores de los establecimientos se quejan de la falta de presupuesto para poner en condiciones las unidades escolares.
La “alianza” con algunos/as dirigentes sindicales no le alcanza a Cantero. Incluso, algún gremialista tuitero (que otrora trascendió como posible reemplazo de la Ministra) se reunió con Diputados/as radicales. Sin impacto en el mundo sindical, pero con valor simbólico desde lo político, basta para aventurar la precaria situación que atraviesa la educación en Santa Fe.