Berreta. La "presencialidad" como "botín político"
Jueves 14 de
Enero 2021
Por:
LA LECHUZA OLY
En verdad, el nivel político argentino viene en decadencia. Cuesta encontrar en determinadas áreas grandeza y estatura, como otrora brindaron nuestros próceres.
Precarios. Evidentes. Pobres intelectualmente. Improvisados. Sin ideas. Cambiantes. Insustanciales. Necios. Así han sido en innumerables casos los dirigentes partidarios. Así estamos.
En contexto de pandemia, nos encontramos que han puesto la educación en el lugar del “botín”.
¿En qué condiciones se vuelve al aula?. Esos mismos personajes no se lo preguntan. Sólo aspiran a ver alumnos/as entrar a un establecimiento, aunque sea por un día, para dar lugar a aquello que afirma: “al vencedor va el botín”. En el caso, la conquista efímera de líneas dedicadas en los diarios. ¿Significa mayor preponderancia y votos?.
¿La salud?. ¿La vida?. ¿Las condiciones sanitarias?. ¿La infraestructura?. ¿El cuidado de las familias?. Es una cuestión secundaria para ciertos aventurados políticos.
Ni siquiera existe un cronograma de vacunación para docentes.
¿El virus -que podría llegar a los hogares- pasará a quienes habitan bajo el mismo techo?.
La imbecilidad ha llegado a varios. Variopinto. Si pedís el regreso a clases, sos émulo de Trump. Si no vuelven las clases, es culpa de los sindicalistas. Grieta estúpida que no piensa en la educación.
“Si fracasa la vuelta a la presencialidad por efecto de la pandemia, y se disparan los casos, la culpa será de quiénes gobiernan”, aspira a decir un mediocre pensamiento sectorial partidario.
“Si no hay clases este es un gobierno de vagos que nos quiere a todos brutos”, podría decir otro iluminado.
No se habla de educación, se batalla en la arena política posicionamientos.
El Gobierno nacional, como hace décadas pasa en Argentina, cuando algo es pesado de resolver en educación, se descentraliza. Volver a clases será decisión de los/as gobernadores/as que, en muchos casos, sus ADN de gestión no priorizan la educación. Y así encontramos en Argentina escuelas ranchos, instituciones sin agua potable ni baños adecuados, etc..
En Santa Fe, el Gobernador necesita mejorar la gestión en el área educativa. No arranca, como sin brújula transita sus días el elefante gigante que es el Centro Cívico de Santa Fe. Eso impactará en los votos indefectiblemente. Si existiera una encuesta (las hay), contaría que la mayoría de la docencia no acompaña la gestión en educación.
En contexto de pandemia, nos encontramos que han puesto la educación en el lugar del “botín”.
¿En qué condiciones se vuelve al aula?. Esos mismos personajes no se lo preguntan. Sólo aspiran a ver alumnos/as entrar a un establecimiento, aunque sea por un día, para dar lugar a aquello que afirma: “al vencedor va el botín”. En el caso, la conquista efímera de líneas dedicadas en los diarios. ¿Significa mayor preponderancia y votos?.
¿La salud?. ¿La vida?. ¿Las condiciones sanitarias?. ¿La infraestructura?. ¿El cuidado de las familias?. Es una cuestión secundaria para ciertos aventurados políticos.
Ni siquiera existe un cronograma de vacunación para docentes.
¿El virus -que podría llegar a los hogares- pasará a quienes habitan bajo el mismo techo?.
La imbecilidad ha llegado a varios. Variopinto. Si pedís el regreso a clases, sos émulo de Trump. Si no vuelven las clases, es culpa de los sindicalistas. Grieta estúpida que no piensa en la educación.
“Si fracasa la vuelta a la presencialidad por efecto de la pandemia, y se disparan los casos, la culpa será de quiénes gobiernan”, aspira a decir un mediocre pensamiento sectorial partidario.
“Si no hay clases este es un gobierno de vagos que nos quiere a todos brutos”, podría decir otro iluminado.
No se habla de educación, se batalla en la arena política posicionamientos.
El Gobierno nacional, como hace décadas pasa en Argentina, cuando algo es pesado de resolver en educación, se descentraliza. Volver a clases será decisión de los/as gobernadores/as que, en muchos casos, sus ADN de gestión no priorizan la educación. Y así encontramos en Argentina escuelas ranchos, instituciones sin agua potable ni baños adecuados, etc..
En Santa Fe, el Gobernador necesita mejorar la gestión en el área educativa. No arranca, como sin brújula transita sus días el elefante gigante que es el Centro Cívico de Santa Fe. Eso impactará en los votos indefectiblemente. Si existiera una encuesta (las hay), contaría que la mayoría de la docencia no acompaña la gestión en educación.