REFORMA CONSTITUCIONAL EN SANTA FE
Por qué razón Argentina fue excluida de las estadísticas mundiales sobre coronavirus
Miércoles 21 de
Octubre 2020
Ayer, el sitio Our World in Data quitó al país de las mediciones que realiza debido a la falta de confiabilidad de los datos locales. Cuáles fueron los problemas registrados y cuál es la visión del Gobierno.
Para la elaboración de cualquier política pública resulta indispensable partir de datos confiables. En el contexto actual, la estrategia sanitaria para luchar contra la pandemia del coronavirus requiere un diagnóstico preciso basado en los datos recolectados. Allí radica la importancia de que Our World in Data haya excluido a la Argentina de sus estadísticas debido a la falta de confiabilidad de los datos.
Este sitio depende de la Universidad de Oxford y se convirtió en un lugar de referencia mundial para conocer y comparar datos a nivel mundial respecto a la situación del coronavirus. Allí se puede visualizar el impacto que han tenido las medidas y estrategias elegidas por cada país.
El problema que había señalado Edouard Mathieu, del equipo de Our World in Data, era que “las cifras oficiales agregadas por el gobierno no tienen la calidad suficiente para reflejar correctamente el alcance de las pruebas”. En concreto, Argentina mostró durante las últimas semanas un altísimo porcentaje de positividad de los testeos, por encima del 60%.
El propio Mathieu había señalado la fuente del problema: algunas provincias, como Santa Fe y Córdoba, no estaban registrando los casos negativos como correspondía. Esto generaba que el índice de positividad subiera y que no fuera confiable.
Esta situación fue reconocida por Ginés González García. El ministro de Salud reconoció la situación y explicó que “lo que dice la ONG inglesa es lo mismo que decimos nosotros. Estamos preocupados, pero lo estamos modificando y también simplificando el sistema”, en declaraciones a C5N.
El funcionario también reconoció que los testeos es el punto en el que reciben más cuestionamientos. Igualmente, aseguró que se expandió la cantidad de testeos, pero observaron una falla al ver que no tenía correlato con lo que se informaba desde las provincias. El problema es que en muchos lugares se encuentran sobrecargados los sistemas sanitarios y no pueden informar de forma correcta. Entonces priorizan comunicar los casos positivos, sobre los que se tienen que tomar medidas. “Descubrimos que los negativos no se informaban. Con lo cual pasaban dos cosas: decíamos menos de lo que estábamos haciendo y, en segundo lugar, daba una tasa de positividad altísima”, agregó González García.
No es, sin embargo, el primer problema de medición que muestra la Argentina. El mes pasado, la provincia de Buenos Aires había reconocido 3500 fallecidos más de los que estaban registrados hasta ese momento. Esta situación se replica en todas las latitudes: las provincias y la ciudad de Buenos Aires informan casos de fallecidos con varias semanas y hasta meses de retraso, lo que genera dudas sobre la confiabilidad de la información.
Igualmente, resulta difícil hacer comparaciones entre los países, ya que ha habido distintos problemas y hasta criterios diferentes. Esta situación se puede ver desde hace varios meses. Bélgica es el tercer país con más fallecidos por habitantes del mundo. Sin embargo, en abril surgió la primera polémica por cómo realizaba las mediciones: contaba como fallecidos por Covid-19 a casos sospechosos pero a los que no se les había realizado un test. Es decir, se infería que murieron con coronavirus, pero sin la prueba correspondiente.
En el Reino Unido hubo un caso más llamativo que generó problemas en el recuento. A principio de octubre se informó que casi 16.000 casos no se habían registrado en las anteriores dos semanas. El problema se había generado en el manejo de la base de datos: era tan grande la información que se manejaba que no entraba en las filas del programa Excel. Esto no fue advertido a tiempo y se dejaron de lado esos casos.
Este sitio depende de la Universidad de Oxford y se convirtió en un lugar de referencia mundial para conocer y comparar datos a nivel mundial respecto a la situación del coronavirus. Allí se puede visualizar el impacto que han tenido las medidas y estrategias elegidas por cada país.
El problema que había señalado Edouard Mathieu, del equipo de Our World in Data, era que “las cifras oficiales agregadas por el gobierno no tienen la calidad suficiente para reflejar correctamente el alcance de las pruebas”. En concreto, Argentina mostró durante las últimas semanas un altísimo porcentaje de positividad de los testeos, por encima del 60%.
El propio Mathieu había señalado la fuente del problema: algunas provincias, como Santa Fe y Córdoba, no estaban registrando los casos negativos como correspondía. Esto generaba que el índice de positividad subiera y que no fuera confiable.
Esta situación fue reconocida por Ginés González García. El ministro de Salud reconoció la situación y explicó que “lo que dice la ONG inglesa es lo mismo que decimos nosotros. Estamos preocupados, pero lo estamos modificando y también simplificando el sistema”, en declaraciones a C5N.
El funcionario también reconoció que los testeos es el punto en el que reciben más cuestionamientos. Igualmente, aseguró que se expandió la cantidad de testeos, pero observaron una falla al ver que no tenía correlato con lo que se informaba desde las provincias. El problema es que en muchos lugares se encuentran sobrecargados los sistemas sanitarios y no pueden informar de forma correcta. Entonces priorizan comunicar los casos positivos, sobre los que se tienen que tomar medidas. “Descubrimos que los negativos no se informaban. Con lo cual pasaban dos cosas: decíamos menos de lo que estábamos haciendo y, en segundo lugar, daba una tasa de positividad altísima”, agregó González García.
No es, sin embargo, el primer problema de medición que muestra la Argentina. El mes pasado, la provincia de Buenos Aires había reconocido 3500 fallecidos más de los que estaban registrados hasta ese momento. Esta situación se replica en todas las latitudes: las provincias y la ciudad de Buenos Aires informan casos de fallecidos con varias semanas y hasta meses de retraso, lo que genera dudas sobre la confiabilidad de la información.
Igualmente, resulta difícil hacer comparaciones entre los países, ya que ha habido distintos problemas y hasta criterios diferentes. Esta situación se puede ver desde hace varios meses. Bélgica es el tercer país con más fallecidos por habitantes del mundo. Sin embargo, en abril surgió la primera polémica por cómo realizaba las mediciones: contaba como fallecidos por Covid-19 a casos sospechosos pero a los que no se les había realizado un test. Es decir, se infería que murieron con coronavirus, pero sin la prueba correspondiente.
En el Reino Unido hubo un caso más llamativo que generó problemas en el recuento. A principio de octubre se informó que casi 16.000 casos no se habían registrado en las anteriores dos semanas. El problema se había generado en el manejo de la base de datos: era tan grande la información que se manejaba que no entraba en las filas del programa Excel. Esto no fue advertido a tiempo y se dejaron de lado esos casos.
Con información de
CRONISTA